17 de enero 2025 - 13:02

Comedia simple e inocente, pero con dos grandes actores

"Mr. Blake, a sus órdenes", de Gilles Legardinier, no carece de situaciones inverosímiles, pero se pasa un rato amable. La interpretan John Malkovich y Fanny Ardant

John Malkovich y Fanny Ardant en Mr. Blake, a sus órdenes.

John Malkovich y Fanny Ardant en "Mr. Blake, a sus órdenes".

Escritor bastante popular en su país, con más de 40 obras, entre novelas juveniles, policiales y románticas, Gilles Legardinier se dio el gusto de dirigir también una película. No es un total advenedizo, porque antes de ser escritor había trabajado como tiracables de varios rodajes, pasó por el cine publicitario y manejó la prensa de algunos estudios.

Para esta oportunidad fue a lo seguro: adaptó con ayuda una de sus primeras novelas y apeló a un buen equipo técnico, la belleza del chateau de Madame de Sevigné (su antecesora, digamos), interiores de otro chateau, ayuda de gente del oficio bien experta, como el productor Granier-Deferre hijo, una coguionista, en este caso Christel Henon, que se reservó el papel de la amiga antipática, y en particular un elenco reducido pero de lustre: el norteamericano John Malkovich hablando pausadamente en francés con acento británico, según pide su personaje, Fanny Ardant como la dueña de una mansión en quiebra, Emilie Duquenne, ama de llaves y cocinera con más escenas que madame Ardant, Phillipe Bas, casero enamorado de la cocinera, y un gato, no mucho más.

La novela llevada al cine es “Completemént cramé!”, completamente frito, que se editó en castellano como “Días de perros”. Da trabajo explicar la relación entre frituras y perros, apenas aparece uno fugazmente, pero más trabajo daría explicar la lógica que convierte a un empresario en mayordomo, todo por estar unos días en el lugar donde conoció a la que con el tiempo, y por mucho tiempo, fuera su querida esposa. Ella murió, y ahora él habla con su retrato. En otra habitación, la patrona habla con un maniquí como si fuera su finado esposo. Así andamos.

Esto pasa al comienzo. Si uno acepta el absurdo y otras cositas al borde del ridículo, y acepta además la amable invitación a pasar un rato en un lindo sitio campestre con personajes simpáticos, sabiendo que todos los problemas habrán de solucionarse con los educados consejos del empresario convertido en humilde servidor (la mucama embarazada y abandonada, la quiebra, etcétera), si uno acepta esas inocentes convenciones y tiene la sonrisa fácil, puede pasar un rato agradable. Y aprender, de paso, unas cuantas expresiones y refranes del francés y del inglés, que casero y mayordomo se explican mutuamente mientras juegan al ajedrez en el parque del chateau.

En suma, una película chiquita, bien vestida, medio tonta pero amable, que no pasará a la historia pero tampoco hace daño ni deja mal recuerdo, lo que en estos tiempos es de agradecer.

“Mr. Blake a sus órdenes” (Completemént cramé!. Francia-Luxemburgo., 2023); Dir.: Gilles Legardinier; Int.: John Malkovich, Fanny Ardant, Emilie Dequenne, Philippe Bas.

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