¿Cómo es el décimo disco de Coldplay llamado "Moon music"?

Un análisis de cómo es el nuevo disco de la banda liderada por Chris Martin. Cuenta con colaboradores argentinos como Tini en el tema "We pray", Pilar Zeta en el diseño del arte del disco y el fotógrafo Matías Alonso Revelli.

Coldplay presentó anoche su décimo disco en Nueva York. 

Coldplay lanzó el 4 de octubre a nivel mundial su décimo disco "Moon music", compuesto por diez canciones que tiene un claro eje conceptual en el universo, con ecos lunáticos, remitiendo a lo interestelar y lo cósmico.

El disco abre con el tema “Moon music”, colaboración junto a Jon Hopkins, productor y músico inglés de música electrónica quien se caracteriza por la creación de melodías ambientales mediante sintetizadores y acordes de piano. Ese espíritu está presente en este primer tema, con sonidos de arpas y un clima de relax, spa y meditación.

Al cierre de este primer tema llega “Fellslikeimfallinginlove”, así escrito todo junto, con coros al estilo “Viva la vida” y destino de hit. La letra versa sobre la resiliencia en la relación de una pareja.

La tercera canción es “We pray” colaboración junto a Tini, Little Simz, Burna Boy y Elyanna con sonidos que combinan el rap, algo del hip hop y la protesta, en un abordaje del discurso religioso que plantea la crisis humanitaria y la necesidad de una suerte de mesías en el cual confiar. También menciona a “Baraye”, el himno de las protestas sociales en Irán. Hay varios colaboradores argentinos en el disco como Tini o Pilar Zeta, responsable del diseño del arte del disco. La imagen del arcoiris lunar que ilustra la portada es del fotógrafo bahiense Matías Alonso Revelli.

El cuarto tema es “Jupiter”, acústico, con arranque de guitarra que recuerda mucho “Extreme” y su “More than words”, pasando por la balada que conecta con el Coldplay de “Yellow” o “Fix you”. La quinta canción es “Good feelings”, junto a Ayra Starr, con aires pop y temática sobre una pareja que se enamora en el verano más ecos de flower power.

El sexto tema tiene un dibujo de arcoíris como título. Transporta más que ninguna a lo galáctico, con pulsaciones que la acercan a una canción para meditar pero que trae sobre la mitad una oda esperanzadora. Acompañan imágenes del cielo, las estrellas, el arcoiris, la montaña volviéndola todo un viaje sensorial musical que dispara hacia diversos universos. Resuena también a Vangelis, sumando coros suaves y hasta una batería soft. Al final llega la parte cantada muy en sintonía con Pink Floyd, aunque se trata del audio de una entrevista a la poetisa y activista social Maya Angelou en la que hace mención a que por cada nube que tuvo en su vida tuvo también varios arcoiris.

La séptima canción “iAAM”, ofrece coros pegadizos con una historia sobre levantarse, seguir adelante y ser perseverante, con tono naif. El octavo tema, “AETERNA”, cultiva una línea bien electrónica con destino de ser bailada en fiestas, confeccionada junto con el productor Max Martin y que cierra con palmas y coros en esa tendencia a que las canciones tengan diversos giros, como si fueran historias.

La novena canción “All my love”, comienza con piano como “Fix you”, que de manera paulatina incorpora a la banda y trae el climax emotivo.

Para cerrar el décimo tema, “One World”, surgió de una convocatoria de 2023 para que los fans grabasen su aporte y formaran así parte del coro. Comienza con sonidos de pájaros y naturaleza como “Hymn for the weekend”, luego llega el piano que da paso a voces que se suman de a poco hasta crear el gran tejido de entonaciones que buscan ser “Todas las voces, la voz”, sonando desde todos los rincones del mundo. La letra reitera “One world” y más tarde Chris Martin repite como un mantra “Al final, es solamente amor”. El tema cierra con esa vuelta de tuerca que presentan varias de las canciones del disco, con coros que regresan a la música de los 70 y reminiscencias a símbolos como Al Green o Ricky Nelson.