El FIBA se puso hot: teatro en el telo

En el marco del FIBA se presenta el proyecto “Telos”, creado por Jorge Eiro y Zoilo Garcés, con tres obras teatrales pensadas para ser vistas en un telo en pleno funcionamiento en Flores. Con actuaciones de Mariano Saborido y Abián Vainstein, entre otros.

Mariano Saborido y Milva Leonardi en “La fantasía”, de Juanse Rausch. Foto:  Laura Mastroscello. 

Hace 18 años la muestra “Soho telo” ofreció instalaciones de más de veinte artistas plásticos para despedir a un telo emblemático que fue demolido para construir una torre en Palermo. Un año más tarde en Madrid nació Microteatro, que se realizó por primera vez en un prostíbulo de Malasaña. En las 13 habitaciones del lugar se alojaron 13 grupos independientes con la consigna de crear una obra teatral de menos de 10 minutos para un público de menos de 10 personas por sala.

En el marco del FIBA (Festival internacional de teatro de Buenos Aires) se presenta el proyecto “Telos”, creado por Jorge Eiro y Zoilo Garcés, con tres obras teatrales pensadas para ser vistas en un telo en pleno funcionamiento, en Ramón Falcón y Quirno. En el primer piso trascurren las obras teatrales y circulación de público y artistas mientras en el segundo continúa la actividad habitual de entrada y salida de seres amatorios y transitorios.

Los espectadores entran por el estacionamiento donde aguardan a ser llamado a las diferentes experiencias site specific, esto es, teatro creado para ser mostrado en ese espacio específico. Desopilante la creación de Juanse Rausch, “La fantasía”, con actuaciones de Mariano Saborido y Milva Leonardi, quienes encarnan a dos mucamas que organizan una visita guiada por las habitaciones de un albergue transitorio cuando se encuentran con el público presente en el pasillo. Como si estas mujeres convirtieran el telo en un museo, sacan carcajadas con sus historias personales y como empleadas históricas del lugar, conocedoras de todos los secretos mejor guardados mientras tienden las sábanas, levantan los preservativos usados, tiran desinfectante y hasta entonan canciones vintage que recuperan del arcón de los recuerdos. El final a todo canto en el estacionamiento tiene una sorpresa inesperada. Duración: 35 minutos.

Otra de las performances es “Hacer olas, rodar piedras”, creada e interpretada por Celia Argüello, Andrés Molina y Federice Moreno Vieyra, quienes ofrecen una suerte de danza bajo las sábanas que deviene en toda clase de figuras, desde ovnis a criaturas sexuales. Entre música y luces, la forma de paso a toda clase de interpretaciones. Duración: 35 minutos.

La tercera es una obra más tradicional que transcurre en la habitación del telo en cuestión y se llama “Papito”, creada por Felicitas Kamien, con actuaciones de Abián Vainstein y Chen Serna. Cuenta la historia de dos hombres con gran diferencia de edad que entran al hotel alojamiento y paulatinamente develan sus secretos, circunstancias y el vínculo que los une. Con reiterados giros en la historia, logran divertir, conmover y sorprender. Es para mayores de 18 años y dura 1 hora. Las tres vuelven a presentarse mañana y pasado en el marco del FIBA, en una de las propuestas más novedosas que ofrece el festival.