11 de enero 2024 - 20:58

La cultura, en alerta: para el Gobierno es "un gasto y no una inversión"

El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, defendió en el plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados el ajuste en el sector. “Es casta o libertad”, dijo.

Leonardo Cifelli, secretario de Cultura expuso en Diputados. 

Leonardo Cifelli, secretario de Cultura expuso en Diputados. 

Antes que aclarar, el discurso del secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, en el plenario de de Comisiones de la Cámara de Diputados (en el que hizo suya la muletilla del gobierno “No hay plata”, y agregó “es casta o libertad”), arrojó más dudas en el atribulado campo de la cultura argentina, que vive en la zozobra desde el pasado 10 de diciembre.

Para el funcionario, la cultura es un gasto y no una inversión. “Nos encontramos con gasto público, no con inversión”, sostuvo textualmente en referencia a organismos autárquicos que generan sus recursos de diversas modos, salvo el de recurrir al erario público. “Vamos a reducir el aparato estatal”, agregó. “Vamos a centralizar tareas y funciones, modificar la estructura para reasignar programas que van a depender de forma directa del presupuesto nacional y de la administración central”, dijo.

En tal sentido, y a diferencia de lo que pide el proyecto de ley ómnibus (esto es, la disolución del Fondo Nacional de las Artes -FNA- y del Instituto Nacional de Teatro -INT-), el funcionario sorprendió a la Cámara baja al decir que ambas instituciones “pasarán a ser programas activos bajo la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación. Cada uno de ellos conservará su fin: la promoción y el desarrollo de las actividades artísticas”.

En tanto, “el INCAA requiere de modificaciones urgentes. El presupuesto debe destinarse mayoritariamente a subsidios. Estos serán de hasta un 50% del proyecto; la otra parte deberá ser sustentada por el aspirante. El Fondo de Fomento deberá destinar al menos 50% de su presupuesto a la producción y exhibición de películas nacionales. Los proyectos que no se concreten, deberán devolver el dinero del subsidio, teniendo el sistema de cotización UVA que corresponda”. Y completó: “Los argentinos merecen tener mayor conocimiento de qué se hace con sus recursos. Para eso, se requiere mayor control. Lo que estamos proponiendo es lo que se debería hacer: centralizar la gestión cultural en donde tiene que estar, el organismo cultural del Estado, la Secretaría de Cultura”.

Las reacciones de de este jueves oscilaron entre quienes redoblaron su indignación, como el cineasta Adolfo Aristarain que hizo declaraciones incendiarias contra el Gobierno, y aquellos que, naturalmente, no entienden qué quiere decir que el FNA y el INT sean desde ahora “programas activos bajo la órbita de Cultura”.

El Secretario tendrá que dar más explicaciones, aunque hubo quienes celebraran cautamente que, al menos, no colgaría sobre ambos organismos el cartel de CERRADO. A diferencia de Javier Torre, que dio un portazo indignado cuando Cifelli lo desnombró como titular del FNA (después de que aquel diera un reportaje a un diario hablando como funcionario), Mariano Stolkiner, también nombrado de hecho titular del INT, permanece cauto.

“Entiendo que a lo que hace referencia Cifelli es a que el INT dejará de ser un organismo descentralizado. Saber que seguiría funcionando podría entenderse como algo positivo, en todo caso lo que faltaría conocer es bajo qué condiciones y con qué presupuesto”, dijo Stolkiner a Ámbito. “Yo no estoy oficializado”, añadió, “lo que hablé en su momento con Cifelli fue que no estaba con disponibilidad para asumir hasta tanto no se garantizara la vigencia de la ley 24.800 o, en su defecto, apareciera una alternativa que sirviera a la continuidad y financiación para el organismo".

"Cifelli me dijo que trabajaría en eso y quedé a la espera, como también a disposición para encontrar esa posibilidad. Desde entonces no volví a tener novedades", agregó. En relación a los dichos de Cifeli sobre la financiación y fomento del Incaa al 50%, Stolkiner indicó: "No se cómo viene funcionando en el INCAA, pero en el caso del INT siempre que un proyecto que hubiera recibido un aporte no llegara a su concreción, el dinero debe ser devuelto. El INT sólo financia hasta un 75% de los montos totales de un proyecto, eso es por ley, aunque en la práctica el dinero que reciben los diferentes proyectos no llegan a cubrir, ya de por si, ni algo cercano al 50% de su financiación. Lo de aportar a la exportación me parece muy bien, aunque en cierta medida ya es función del INT hacerlo. Quizás no de un modo directo, pero cómo devenir de la promoción y fomento de la actividad es que mucha gente va sentado sus bases para exportar nuestro teatro al mundo, cosa en la que Argentina es potencia. De todas formas, insisto, habría tratar de entender más que el qué, el cómo, o sea, conocer el proyecto, recién ahí podría darte una opinión más formada".

ARTEI, la Asociación Argentina del Teatro Independiente (que se fundó en 1998, el mismo año en que se promulgó la hoy vapuleada Ley del Teatro 24.800) dijo en un comunicado: “Derogar la Ley Nacional del Teatro representa una afrenta a la trayectoria teatral argentina reconocida mundialmente. Reemplazar el Instituto Nacional del Teatro por vagas promesas de convertirlo en ‘programa’ contradice su federalismo y su transparencia de siempre. Si esa vaga promesa se concretara, sería un programa absolutamente discrecional, dependiente del gobierno de turno y de los impuestos generales, de los que ahora no depende. Reiteramos el llamado a legisladores y legisladoras a que no aprueben este retroceso cultural de más de 25 años”.

La opinión de distintos referentes de la cultura

De manera independiente, otros representantes de la cultura nacional dieron su opinión a este diario: “Numerosos ex directores del Fondo de las Artes se han sumado para manifestar su rechazo a que se vulnere la institución, y hay que destacar que son personalidades que ejercieron ese cargo en distintos períodos, con ideologías contrastantes, pero que igual convivieron en armonía y contribuyeron al sostenimiento de la tarea de forma admirable. Yo creo en el valor de la palabra, y Javier Torre fue designado de palabra, aunque faltara la firma. Y fue convocado por su gran prestigio y todo lo que hizo de bien en el Centro Cultural San Martín. En el ámbito de la cultura nos angustia también carecer de un interlocutor, ¿con qué diputados, senadores se puede hablar, que mantengan su palabra?”, dijo el director de cine, Oscar Barney Finn.

Por su parte, el guionista y dramaturgo, Javier Daulte, indicó: “Esto sorprende. Sorprende que digan que el Instituto del Teatro sea parte de la Secretaría porque siempre dependió de ella. No sé cuál será el tecnicismo actual. Que el Instituto siga existiendo uno lo entendería como una buena noticia; no sé si habrá influido la reacción que tuvo el sector ante la noticia de su disolución, pero lo que hay que esperar es que el secretario defina qué piensan hacer, cómo funcionará, en fin, todo. Antes de eso no se puede opinar nada.

En tanto, el actor Osmar Núñez, criticó al secretario de Cultura al destacar: "que hable de la cultura como ‘gasto’ supone una postura política con la que no estoy de acuerdo”.

Por último, Carlos Belloso fue más aguerrido: “Esto es como lo de los jubilados, discrecional. No sé si van a dar partidas a los que ellos quieren, no sé si habrá concursos, si conocen la problemática del teatro independiente o de cualquier otra manifestación de la cultura. Si es discrecional se lo darán a un pariente, a un amigo, porque les gustó la obra”.

Carolina Liponetzky y Marcelo Zapata

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