La rebeldía y la contracultura, conceptos tan difíciles de adoptar en Gran Bretaña durante la década del 70'. Sin embargo, un joven que para la época lo era todo -músico, diseñador, productor, mánager y empresario- logró articular esa furia juvenil y darle forma para convertirla en un movimiento.
La historia de Malcolm McLaren, mánager de los Sex Pistols y padrino del punk
Un día como hoy pero de 1946 nacía la figura que le daría forma al movimiento punk. A continuación, su vida y su legado.
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Malcolm Robert Andrew Edwards, mejor conocido como Malcolm McLaren, nació el 22 de enero de 1946, en Stoke Newington, al norte de Londres. Abandonado por su padre a los dos años y criado por su abuela, fue educado en la comodidad del hogar. Luego, comenzó en 1960 su vida universitaria; pasó por el Central Saint Martins y posteriormente por Harrow Art School, institución donde comenzó a absorber conceptos artísticos provenientes de Francia.
En ese mismo lugar conoció a Vivienne Westwood, su futura pareja. Tras ser expulsado por mala conducta de South East Essex College, abrió con Westwood una tienda de ropa en Kings Road, Chelsea, al suroeste de Londres. ¿El objetivo? “Rescatar la moda de la mercantilización por parte del establishment ”, en palabras de McLaren.
El local de moda no solo funcionaba para vender prendas, sino para codearse con la escena musical del momento. El primer caso fueron los New York Dolls, a quienes les prestó ropa y les creó un logo para promocionar su música. Sin embargo, los cambios de formación dentro de la banda y la distancia entre Nueva York y Londres provocaron que McLaren encarase sus ambiciones por otro lado.
Ingenio, controversia e irreverencia: la vida punk
La tienda pasó a llamarse SEX, y comenzaron a pasar dos nombres claves en esta historia: Paul Cook y Steve Jones. A McLaren se le iluminaron los ojos cuando vio el potencial de la banda que integraban los chicos que visitaban el local. Sugirió algunos cambios; el bajista debía ser Glen Matlock, quien le aportaría agresividad y fuerza a los temas; luego encontró, de la mismísima nada, a John Lydon, una bestia incontrolable, pero con una presencia hipnótica en el escenario.
Lydon, quien cambió su nombre con fines artísticos a Johnny Rotten, fue la pieza final de un engranaje explosivo, llamado Sex Pistols. McLaren se convirtió en un mánager astuto y cínico, con un poder de seducción impresionante, que servía para salvar a los Pistols de apuros. Para ser más concreto, robaban equipos de música, luego los destruían en el escenario, alentaban las piñas y los escupitajos, y eran políticamente incorrectos.
Los Pistols fueron la bandera del movimiento punk, una ola musical y cultural que pregonaba la rebeldía, el descontrol y una actitud confrontativa ante el establishment, los medios tradicionales y la política del momento. Fueron esperanza en un mundo desesperanzado, y una luz potente e incómoda, que brillaba entre la pobreza londinense. Además, McLaren y Westwood confeccionaron el look y la imagen del punk, con vestimenta desarreglada, cortes apretados y mensajes obscenos en las remeras.
El éxito fue tan abrupto como fugaz. En 1978 todo se estaba yendo por la borda; Matlock abandonó la banda y fue reemplazado por Sid Vicious, una figura violenta, agresiva y arrolladora, que murió en 1979. Rotten anunció el final de la banda en el 78' y describió a McLaren como “el hombre más malvado de la tierra“. Malcolm, por su parte, ignoraba las acusaciones de tratar a la gente como “proyectos de arte o animales para ganar efectivo”.
Unos años después, lo demandaron por mala gestión y regalías, a lo que él respondió con que quería disolver a la banda. Luego, McLaren filmó un falso documental para limpiar su imagen, llamado The Great Rock’n’Roll Swindle, aunque no tuvo éxito. Pasó a ser reclutado como consultor de Adam and the Ants en 1979, cuando la incipiente banda estrenaba su álbum debut. Sin embargo, McLaren no creía en el talento de su frontman, Adam Ant, por lo que les sugirió al resto armar un grupo nuevo llamado Bow Wow Wow, bajo su dirección y liderado por Annabella Lwin, una chica de 13 años que conoció en una tintorería.
En 1981, se vio envuelto en una nueva controversia, cuando hizo posar a Lwin, de 14 años en ese entonces, desnuda para la tapa del disco See Jungle! See Jungle! Go Join Your Gang Yeah. City All Over, Go Ape Crazy, editado en 1981. La banda se disolvió tres años después, y McLaren pasó a asesorar otros grupos, como Slits y Jimmy the Hoover.
Fue luego de estas experiencias que el mánager pasó a ser músico. En 1983 publicó Duck Rock, disco inspirado en sus influencias sudamericanas y africanas, mezcladas con su espíritu rockero. El proyecto recibió buenas críticas y dejó dos éxitos como “Buffalo Gals” y “Double Dutch”, ambos en el top 10 de las listas del Reino Unido. Un año más tarde lanzó "Madame Butterfly", sencillo de electrónica y ópera que alcanzó la fama mundial, al que le siguió Waltz Darling, un disco con influencias funk. Incluso llegó a componer una canción para la película Kill Bill Vol 2 (2004) de Quentin Tarantino.
En el año 2000 fue candidato para ser alcalde en Londres, sostenido económicamente por algunas compañías discográficas. De todas formas, su controversial campaña -incluía la habilitación de venta de alcohol en librerías- lo dejó sin boleta disponible. Sus últimos años los pasó entre Nueva York y París, abocado a la producción musical y a la moda. En octubre del 2009 fue diagnosticado con mesotelioma peritoneal y falleció a causa de la enfermedad el 8 de abril del 2010 en Suiza.
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