En 1836, en Tucumán, una mujer de familia patricia y federal considera la posibilidad de casarse con un coronel unitario para salvarlo del fusilamiento al que está sentenciado, y que no es aquel al que ella desea como marido. Una trama emocional y política recorre “Agustina Paz” (Emecé) la nueva novela de Emilio Jurado Naón, Licenciado y profesor en Letras que ha publicado libros de poemas, cuentos, y escribe el ciclo novelístico “Los Roca y los yo”, del cual esta obra forma parte. Dialogamos con él.
La mujer que se casó para redimir a un condenado a muerte
Diálogo con Emilio Jurado Naón, autor de "Agustina Paz", la madre de Julio Argentino Roca, que salvó del fusilamiento a un unitario sentenciado al pedir su mano
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Periodista: ¿Qué lo impulsó a recuperar un hecho desconocido en la vida de la madre de Julio Argentino Roca?
Emilio Jurado Naón: El punto de partida fue una anécdota histórica, que remite a un tópico literario preexistente, sobre un condenado a muerte que es salvado del patíbulo por una mujer que pide su mano, nudo que me resultaba interesante narrativamente. A partir de esa situación, teniendo a Agustina Paz en el centro, comienzan a aparecer y caracterizarse el resto de los personajes y se van dando a conocer las causas que llevan a una serie de fusilamientos, quiénes se enfrentaban, y cuántos eran los fundamentales implicados. Resulta insólito que, en esa época, en medio de guerras, habituales enfrentamientos e inestabilidad, una joven mujer del patriciado decida con quién y por qué se va a casar. Me interesaba que Agustina fuera, además, un personaje político.
P.: ¿Político porque va a salvar a los opositores?
E.J.N.: Político no en el sentido partidario, aunque ella estaba interesada en los conflictos políticos y militares que se daban en su provincia, era de una familia de políticos, de Marcos Paz, tenía noción de cómo se manejaban las cosas. Pero no era en ese sentido que lo dije sino porque tenía una mente política, estratégica, para alcanzar sus objetivos. Logra que la permitan salir sola, recorrer el cuartel donde están encerrados los sentenciados, pasarse un día entero fuera de su casa.
P.: ¿Fue un desafío contar desde una mujer?
E.J.N.: Me pareció interesante darle voz a un personaje menor de la historia argentina, de forma clave a través de una de sus hijos. Ese que estando embarazada le dijo a su marido: si nace en julio le ponemos Julio por la Independencia y argentino por la patria. Esa voz fue provocativa. Mostrando a una mujer curiosa, irónica, calculadora, manipuladora para conseguir de los otros lo que quiere. Siempre busco, al encarar un nuevo texto, hallar un obstáculo, un procedimiento distinto, y este núcleo narrativo recorrido por una mujer de otra época me resultaba desafiante. Una época donde en una provincia ocurre una invasión unitaria que fracasa.
P.: ¿Qué intentaban?
E.J.N.: Derrocar a Heredia, el gobernador federal. Los unitarios invasores capturados eran dirigidos por el ex gobernador Javier López, su sobrino Ángel, y el coronel José Segundo Roca. Agustina, de solo verlo, quedó fascinada con Ángel López, algo que había ocurrido con muchas otras mujeres. Sabe que Ángel está condenado y quiere salvarle la vida para casarse con él. Ha leído cómo debe actuar y arma una estratagema para lograrlo, pero cuando llega al cuartel con ese propósito, ya lo fusilaron. Para justificar su presencia se le ocurre la posibilidad de salvar al otro convicto de traición: José Segundo Roca, que yace estaqueado en un gallinero.
P.: ¿Es una novela romántica, histórica o el retrato de una dama?
E.J.N.: Es una novela romántica, absolutamente. En un sentido contemporáneo y coloquial porque hay un romance, aunque totalmente antirromántico. No hay amor entre los que se casan sino compromiso y complicidad. Es romántica porque como en el género del romanticismo del siglo XIX -sin ir más lejos “Amalia” de Mármol- tiene como protagonista a una mujer, sus intereses y sentimientos. En ese sentido la novela es un homenaje, una conversación con esa tradición.
P.: ¿Qué lo llevó a incluir una repetida referencia a Mama Antula, la primera santa argentina?
E.J.N.: Es una pariente, un antepasado, de Agustina. Antula es María Antonia de Paz y Figueroa. En el siglo XVIII Mama Antula empezó su peregrinación y continuó con ella. Era integrante laico de la orden jesuítica porque las mujeres no podían formar parte institucionalmente, pero ella caminaba y caminaba por las provincias del norte y hacia milagros. En febrero pasado Francisco la canonizó, y es un personaje de la argentinidad antes de la Argentina. Esos anacronismos, confusiones, contradicciones, solapamientos de la nacionalidad me gustan mucho, los uso siempre.
P.: ¿Qué tiene que ver “Agustina Paz” con su novela anterior “Los Pincén”?
E.J.N.: Son episodios de un mismo proyecto que se llama “Los Roca y los yo”, yo como pronombre de la primera persona. Ya publiqué el libro de cuentos “Tópicos de los dos viajeros”, los poemas de “Zanja grande”, las novelas “Los Pincén” y “Agustina Paz”, siempre en torno a la figura de Julio Argentino Roca, la generación del 80, la actualidad respecto a esos momentos y esos personajes históricos.
P.: ¿Por qué su tan fuerte interés por Roca?
E.J.N.: Es una figura que condensa muchas tensiones de la historia y la política nacional que aún perviven. Es una figura que, como muy pocas en nuestra historia, sigue moviendo pasiones en la actualidad. El siglo XIX siempre me atrajo literariamente. La distancia que permite resulta ideal para hacer ficción.
P.: ¿Qué está escribiendo ahora?
E.J.N.: Cuentos para una antología que tiene que ver con la historia argentina que se llevaría como título “Qué hubiera pasado sí…?”. Cada autor participante debe imaginar que fue lo que ocurrió en un episodio histórico en la medida en que un hecho clave se hubiera dado de manera distinta. En mi caso la trama tiene que ver con el conflicto con Chile durante la presidencia de Roca, la guerra que se desencadena al no se lograse establecer un acuerdo de paz, que en la realidad se logró a último momento. Este relato vino a interrumpir el proceso de escritura de una novela que se llama “Ciudad autónoma”, un proyecto narrativo que se desarrolla en la Capital Federal en la actualidad.
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