"Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida", reveló Freddie Mercury ante los rumores y especulaciones que había sobre el estado de su salud. El líder y vocalista de Queen, creador de himnos como "Bohemian Rhapsody", "We Are The Champions" y "We Will Rock You", falleció el 24 de noviembre de 1991, tan solo tres días después de dar su sorpresivo anuncio.
Los últimos días de Freddie Mercury: revelación y batalla contra el SIDA
El líder de Queen dejó un legado imborrable en la música, que se vio oscurecido por el repentino y triste desenlace de su vida.
-
Netflix: una striper y una exitosa empresaria se cruzan en esta exitosa serie
-
Netflix: la serie romántica española que tiene figuras de primer nivel y que te atrapará en ocho capítulos
Una de las voces más reconocidas de la historia perdía fuerza a medida que los días pasaban, y encima sufría una enfermedad que en esa época no tenía cura, era tabú y de la cual había total desconocimiento, ya que solo se asociaba a los vínculos homosexuales.
El final de Freddie Mercury, un ícono de la música
Si bien en 1987 recibió la noticia de su padecimiento, Mercury no dejó de trabajar, aunque sí se fue alejando lentamente de los escenarios. De todas formas, según explicó Brian May, guitarrista de Queen, el cantante en ningún momento se mostró triste ante el grupo. "Nunca lo vi llorar", sentenció en una entrevista. De hecho, durante esos años Mercury alentó a sus compañeros de banda a seguir grabando, y les dijo que, ya que le quedaba poco tiempo de vida, debían producir la mayor cantidad de material posible.
El último disco de Queen se grabó durante esta época, de lo que Brian May recuerda: “Hicimos ‘Made In Heaven’, con las pistas que Freddie nos dejó para trabajar y se convirtió en un verdadero trabajo de amor porque nos dejó algunas piezas muy bonitas. Fue muy poco dramático sobre ello. Él decía ‘Hagámoslo, sigamos haciendo cosas’. Freddie siempre fue inspirador. Si estuviera aquí ahora, estaríamos haciendo lo que siempre hacemos”.
De a poco la luz de Freddie se fue apagando, y a finales de noviembre de 1991 decidió compartir la noticia al mundo. "Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso porque prácticamente no doy entrevistas. Esta política continuará", expresó.
A sus 45 años, Freddie Mercury murió en su cama de su mansión en Kensington, conocida como Garden Lodge, donde pasó sus últimos días.
- Temas
- Freddie Mercury
- Música
- Queen
Dejá tu comentario