“Nada más parecido a la vida que el boxeo. ¿Quién en la vida no ha recibido una trompada y quedó sentado en la lona? ¿Quién no se tuvo que levantar? ¿A quién no le costó levantarse?”, se pregunta Luciano Castro en la entrevista con Ámbito respecto de su debut en el unipersonal “Caer (y levantarse)”.
Luciano Castro debuta en el unipersonal: "¿Quién en la vida no cayó y tuvo que volver a levantarse?"
“Caer (y levantarse)” es un unipersonal dirigido por Mey Scápola, escrito por Patricio Abadi y Nacho Ciatti y se estrena en Chauvin Mar del Plata el 28 de diciembre. Se trata de un viaje íntimo y biográfico a través del ascenso y caída de un boxeador talentoso.
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Se trata de una obra dirigida por Mey Scápola, escrita por Patricio Abadi y Nacho Ciatti y se estrena en Chauvin Mar del Plata el 28 de diciembre. Es un viaje íntimo y biográfico a través del ascenso y caída de un boxeador talentoso que sin embargo debe emprender una dura batalla contra sus demonios. Castro encarna a Junior, un boxeador detenido en una cárcel de la costa argentina quien en vísperas del veredicto, confiesa los claroscuros de su vida.
El éxito, ocaso, paternidad, amor, mandatos, resiliencia son solo algunos de los temas que aborda la obra, entre la emotividad y el humor. Conversamos con Castro.
Periodista: ¿Cómo apareció la idea en vos junto con Mey Scápola?
Luciano Castro: La idea en realidad aparece a través de Mey Scápola que viene un día a visitarme, como tantos, a la playa. Ahí, hablando de trabajo me dice cuándo iba a hacer algo mío y cuándo me iba a animar a hacer un unipersonal. Yo le dije básicamente que si ella estaba conmigo, que es una gran directora en el género, yo lo hacía. Esperando que me diga que no y me dijo que si. Y acá estamos. Después aparecieron Nacho Ciatti, Pato Abadi y armamos este hermoso espectáculo.
P.: ¿Cómo mutó del germen de la idea a la obra? ¿Cómo eligieron a los autores?
L.C.: Empezamos con Mey a pensar, le compartí información mía. De mis cosas vividas en el boxeo, de mi infancia y después apareció Ignacio Ciatti, que es muy amigo de Mey, comenzó a grabarme, desgravarme y llegó Pato Abadi, quien se sumó para la escritura. Nació este unipersonal.
P.: ¿Qué significa el boxeo en tu vida?
L.C.: Esto no es una autobiografía, que eso quede claro, lo único que hice fue contar algunos momentos míos para que después los autores escribieran el cuento, la obra de teatro. El boxeo es gran parte de mi vida. Como todo lo que uno mama desde chico, no lo elegís directamente. Cuando me quise dar cuenta, como en cualquier casa ven futbol, yo lo único que hablaba y miraba era boxeo. Mi padre y mi abuelo, sólo hablaban y miraban era boxeo. Los sábados o domingos cuando todos iban a ver un partido de fútbol, yo iba a ver boxeo. Es una elección como puede ser la natación. Es algo muy importante de mi vida y además creo mucho en la filosofía y la doctrina que le da el boxeo a todo aquel que lo practica. Lo mismo para la vida.
P.: ¿Qué recorrido hace la obra por los boxeadores, son sólo argentinos?
L.C.: Sí, sólo los grandes, grandísimos boxeadores argentinos están en la obra. Uno puntualmente que es el ídolo de Junior (el personaje del unipersonal) que tiene su ídolo; pero después se nombra a toda nuestra gloria del boxeo y son parte en todo momento, no se esquiva a ninguno. Al contrario, nutren a la obra.
P.: Hubo auge de obras sobre boxeadores el año pasado y ahora se suma la tuya, ¿a qué lo atribuís? ¿Cómo es el vínculo de la sociedad con el boxeo?
L.C.: Lo más concreto, si hay una analogía, es la vida y el boxeo. Es tal para cual. De hecho la obra se llama “Caer (y levantarse)”, no sé quién no se ha caído en la vida y no se ha tenido que levantar. El que no lo ha pasado es un afortunado. De hecho Junior es padre, Junior tiene madre, Junior tiene hermanas. Nada que no le pase a cualquiera que esté sentado viendo la obra. Acá no se buscó algo pretencioso, se buscó algo que genere empatía en la gente. Nada más parecido a la vida que el boxeo. ¿Quién en la vida no ha recibido una trompada y quedó sentado de culo en la lona? ¿Quién no se tuvo que levantar? ¿A quién no le costó levantarse? Sabemos también que muchos no se han levantado así que, no hay más concreto.
P.: ¿Cómo ves el teatro y la cultura hoy?
L.C.: Me parece que el arte y la cultura son eternos, son infinitos. Pueden pasar momentos mejores o momentos peores pero nunca van a desaparecer. No se puede sacar ni el arte ni la cultura, son cosas que la gente necesita así que eso yo ni lo discuto. Estoy seguro que es así y después estoy también seguro de que será un gran verano. Va a haber muchas buenas propuestas en Mar del Plata, entre ellas la nuestra, y eso también me gusta. Que haya un buen circuito de teatro, potencia que la gente vaya y vea, que tenga ganas de ver y escuche. El arte y la cultura para siempre y por siempre, tiene que ver con algo sano inclusive. Así que no hay discusión con eso.
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