Miguel Mateos cumple años: la historia de "Tirá para arriba", el hit de Zas

Lanzada en 1984, la canción del disco Tengo que parar marcó el rumbo de la esperanza en una Argentina que recién comenzaba a sanar la herida de la dictadura.

El origen de "Tirá para arriba", el hit de Miguel Mateos con Zas.

Un 26 de enero de 1954 nacía Miguel Mateos una de las grandes figuras de la música argentina. El artista creó el famoso grupo Zas en 1979, tras dejar el conservatorio, y compusó años más tarde una de las canciones más memorables de la historia del país.

"Tirá para arriba" apareció en el disco Tengo que parar (1984), que sentó las bases de un nuevo lenguaje dentro del rock argentino. En el marco del comienzo de la democracia, el tema daba una mirada optimista hacia el futuro, que se deja marcada en el estribillo: “Tirá para arriba, tira / Si no ves la salida / No importa, mi amor / No importa, vos tirá”.

Asimismo, la letra también criticaba la reciente dictadura (“Alguien tira para abajo, yo me trato de zafar / Alguien que grita “es de los nuestros” / Alguien que lo va a buscar”) y hasta el panorama político internacional (“Tengo a un ruso y a un yanqui dentro de mi habitación / Que se juegan mis zapatos y mi foto de graduación / En un Atari”).

MIGUEL MATEOS: PRIMERA FILA

Cómo se compuso "Tirá para arriba", la histórica canción de Zas

Tengo que parar estaba prácticamente terminado, cuando Oscar López le sugirió a Mateos que agregara una canción más: “Una balada al estilo de las de Elton John”, recordó Mateos, quien agregó: “Fui a la sala de Liniers donde ensayábamos y me puse a componer en un viejo piano vertical Bruckner que había heredado de mi madre. Me salió un inicio muy cercano a la música clásica, porque yo tengo una formación de conservatorio".

Aunque la letra no llegó en el momento, Mateos sí construyó la pegajosa melodía: "En el demo canté en un cocoliche que simulaba ser inglés, solo para tener la melodía bien definida. Se lo mandé a López y muy pronto decidimos grabarlo. Ese disco lo hicimos en los estudios Panda. Después de grabar dos o tres tomas iniciales con el piano, empezamos a tratar de imaginarnos cómo orquestarlo con la participación de toda la banda. Y al día siguiente terminamos sumando batería, bajo, guitarra y algún sintetizador”.

Por otra parte, el músico destaca que la canción no sólo reflejaba la actualidad argentina, sino también las de otros países latinoamericanos. “La estructura está pensada para que tenga un crescendo: empieza en tonos menores y tiene un estribillo en tonos mayores, que son más efusivos. La letra salió de un tirón. Es un tema que ha resistido muy bien el paso del tiempo... Creo que, al margen de reflejar muy bien la situación en la que vivíamos cuando la hice -Malvinas, la Guerra Fría-, tiene una magia muy particular que la mantiene viva”, explicó.