“En este país suceden muchas cosas en un año, cuando escribimos la obra era otro país que cuando la estrenamos”, dice Daniel Casablanca, quien junto a Diego Reinhold protagonizan “Argentina al diván”, escrita por Marcelo Cotton en versión libre de Casablanca, Reinhold y Guadalupe Bervih.
Tras un año de éxito, vuelve al teatro "Argentina al diván", con Diego Reinhold y Daniel Casablanca
La obra premiada como mejor espectáculo de humor, "Argentina al diván", brinda un recorrido por la experiencia argentina, con un diván como dudosa solución para el país.
La obra ganadora del ACE al mejor espectáculo de humor se repone el domingo a las 20.30 en el Chacarerean Teatre, luego de una primera temporada de funciones. Ofrecen un recorrido por la experiencia argentina, con un diván como dudosa solución para el país. Conversamos con Casablanca.
Periodista: Después de hacer la obra durante un año, ¿qué momentos son los más celebrados por el público?
Daniel Casablanca: Mientras íbamos ensayando el país cambiaba. Tiene muchas lecturas pero un lugar que aplauden mucho es el Nunca más, que sigue siendo como una bandera de la democracia más allá de las ideologías partidarias. El público siempre responde y aplaude cuando descubre datos argentinos en la terapia, la gente se ríe mucho, festeja y cuando sale está conmovida.
P.: ¿Por qué creés que funcionó tan bien? ¿Qué tiene la obra que gusta y genera boca en boca?
D.C.: Funciona porque genera identificación, es como hablar de tu familia, una señora que es la Argentina y es la abuela, tía, hermana, hijos de todos. Es nuestra idiosincrasia, nuestra forma de ser, reunirnos todos a hablar de nuestra madre es entretenido y más si es con humor. El humor es popular y nacional, el espectador compra porque se siente identificado e involucrado desde el primer momento.
P.: ¿Cómo impacta la realidad actual o como se ve reflejada en ese ser argentino que plantea la obra?
D.C.: El argentino medio a veces intenta escapar de las discusiones y evita la confrontación. Este espectáculo intenta escapar de la grieta y unirnos a todos en el mismo quilombo, hace una visión colectiva de la Argentina, donde estamos metidos todos y nadie queda fuera. El espectador lo agradece porque no descalifica ni clasifica tipos de argentinos, estamos todos en la misma. Eso está bueno para indagar, evaluar, para pensar en voz alta. Es bueno correrse de la grieta en este momento, a veces el pensamiento se tiñe de violencia y discusión y no nos permite llegar a conclusiones más fructíferas.
P.: ¿Cómo es estar en Buenos Aires en verano haciendo teatro?
D.C.: Hace años se convirtió en una buena plaza veraniega. Hace veinte años se decía que había que arrancar en abril después de que empezaron las clases y para ver teatro era Mar del Plata y Carlos Paz, luego llegó Buenos Aires para el verano. Hay mucho porteño que no se va de vacaciones o se fue o se irá y agradece ver espectáculos. Enero en Buenos Aires es muy buena opción para ir al teatro. Estrené “Toc Toc” en enero en Buenos Aires, si será bueno.
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