El CEO de Intel, Pat Gelsinger, se retiró con efecto inmediato el 1° de diciembre y dejó su puesto en el consejo de administración de la gigante de los chips Intel (INTC), luego de una administración tumultuosa. Gelsinger lideró esfuerzos agresivos para recuperar a la problemática fabricante de chips de EEUU durante más de tres años. Esto tuvo un correlato volátil en el Cedear de la firma que cotiza en la plaza porteña.
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Pat Gelsinger, CEO de Intel, se retiró tras una gestión de más de tres años marcada por desafíos financieros, pérdida de confianza del consejo y una estrategia de expansión costosa que dejó al gigante tecnológico en busca de un nuevo liderazgo.
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Las acciones de Intel comenzaron la jornada con un alza de más del 3%. Sin embargo, los papeles cerraron la rueda con una pérdida del 0,5% en Wall Street, que se tradujo en una caída del 2,5% en el Cedear.
Según la prensa, el consejo de administración perdió confianza en Gelsinger y consideró necesario un cambio antes de 2025. La decisión fue tomada por un pequeño grupo dentro de Intel, y el equipo directivo fue informado apenas el domingo por la tarde. No está claro si Intel continuará con la costosa estrategia de Gelsinger de fabricar chips para otras compañías, según la misma fuente.
El reemplazo de Gelsinger
Intel nombró a David Zinsner, director financiero, y a Michelle Johnston, CEO de Intel Products, como co-CEOs interinos. La compañía señaló que su consejo de administración ha formado un comité de búsqueda que trabajará “de manera diligente y expedita para encontrar un sucesor permanente para Gelsinger”.
“Si bien hemos logrado avances significativos en recuperar la competitividad en la fabricación y desarrollar capacidades para ser una fundición de clase mundial, sabemos que aún queda mucho por hacer y estamos comprometidos a restaurar la confianza de los inversionistas”, afirmó Frank Year, presidente de Intel, en un comunicado.
Gelsinger trabajó previamente 30 años en Intel antes de dejar la compañía en 2009. Regresó en 2021 como director ejecutivo, sucediendo a Bob Swan.
Prometió devolver a Intel una mentalidad "groviana", en referencia al ex-CEO Andy Grove, quien lideró un espectacular giro en la década de 1980 cuando Intel enfrentaba desafíos para mantener su dominio en el mercado de chips de memoria debido a la competencia japonesa. Bajo Grove, la compañía realizó un cambio dramático hacia la fabricación de CPUs, convirtiéndose en el principal fabricante de este tipo de chips.
La estrategia de Gelsinger incluyó mejoras agresivas en los procesos de fabricación y un giro hacia la fabricación de chips para terceros. Sin embargo, el costoso negocio de fundición no ha logrado hasta ahora fortalecer la confianza en la empresa. Recientemente, Intel se ha convertido en un objetivo potencial de adquisición.
Las acciones de Intel han caído más del 50% en lo que va del año, y recientemente fue reemplazada por Nvidia en el Dow Jones (DJIA). Mientras tanto, el S&P 500 (^GSPC) ha subido un 26%.
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