28 de junio 2024 - 15:40

Alerta mercados: la crisis del yen se cobró su primera víctima

El gobierno nipón despidió a su principal funcionario en materia de divisas, mientras el yen se desintegra y se avecina otra ronda de intervenciones.

El yen cayó a niveles de 1986.

El yen cayó a niveles de 1986.

Por primera vez en casi dos generaciones la paridad entre el dólar y el yen superó las 161 unidades por cada divisa estadounidense. La crisis de la moneda japonesa no tardó en cobrarse su primera víctima: el Gobierno de Japón acaba de designar a Atsushi Mimura en lugar de Masato Kanda como principal funcionario monetario.

El actual jefe de la oficina internacional del Ministerio de Finanzas ocupará el cargo de viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales a partir del próximo 31 de julio en reemplazo de Kanda tras la caída del yen a niveles de 1986.

Kanda ha sido la figura principal en el manejo de las catastróficas intervenciones del gobierno en el mercado cambiario, que tenían como objetivo detener la caída del yen frente al dólar, pero a pesar de gastar una cifra récord de más de 60.000 millones de dólares para detener el derrumbe del yen, la divisa nipona está ahora en su nivel más bajo desde el célebre Acuerdo del Plaza de los ’80.

Si bien parecería que ya no sería suficiente ninguna intervención para detener aún más la caída del yen, la indignación entre la población por la creciente inflación en Japón, en gran parte debido a la caída de la moneda, finalmente está siendo atendida ahora que el Gobierno enfrenta elecciones en unos meses y así busca chivos expiatorios.

Vale señalar que el banco central nipón (BoJ) podría intervenir subiendo las tasas de interés a niveles del 4% anual o más, pero esto provocaría un colapso de todo el mercado de bonos japonés.

De todos modos los expertos esperan otra ronda de intervenciones en los próximos días, que haga que la paridad vuelva a situarse en torno a los 150 yenes por dólar, antes de que el dólar siga fortaleciéndose y Japón pierda el control de sus mercados de divisas y bonos.

Según la agencia Kyodo, Mimura, de 57 años, se incorporó al Ministerio de Finanzas en 1989 y ha desempeñado desde entonces puestos clave relacionados con asuntos internacionales, incluido el de director general de la Oficina Internacional desde 2021.

El ministro de Finanzas de Japón, Shunichi Suzuki, advirtió que el país tomaría medidas apropiadas contra la volatilidad excesiva, reconociendo que estaba profundamente preocupado por el impacto negativo que los bruscos y unilaterales movimientos cambiarios tendrían en la economía doméstica.

Crisis del yen: intervención récord

Vale recordar que el Ministerio de Finanzas de Japón venía de confirmar que entre el 30 de mayo y el 26 de junio no había intervenido en el mercado de divisas, después de que entre el 26 de abril y el 29 de mayo hubiera destinado la cifra récord de 9,788 billones de yenes (60.000 millones de dólares) a operaciones en defensa de la cotización de la moneda japonesa.

Esa fue la primera intervención del Ministerio de Finanzas de Japón en el mercado de divisas desde que saliera en defensa del yen en octubre de 2022, cuando destinó 6,349 billones de yenes (39.000 millones de dólares).

Justo la semana pasada el Departamento del Tesoro de EEUU decidió añadir a Japón a su lista de vigilancia sobre aquellos socios comerciales que merecen mucha atención por sus prácticas monetarias y políticas macroeconómicas, sumándose así a China, Malasia, Singapur, Taiwán, Vietnam y Alemania.

Lo que está claro es que el yen está en una verdadera encrucijada. No solo por la depreciación sin freno que está experimentando frente al dólar sino también porque los próximos datos macro que se van a conocer tanto en Japón como en EEUU podrían ser determinantes para su evolución. El dilema al que se enfrenta el Gobierno, en cualquier caso, es que tienen que tener cuidado si quiere estabilizar al yen sin dañar la economía, lo que en última instancia determinará el futuro de la divisa en los mercados globales.

Ocurre que, por un lado, los datos de inflación de EEUU podrían influir aún más en las perspectivas de las tasas de interés de la Fed y meterle más presión al yen frente al dólar, pero por otro lado si la inflación japonesa sale mejor de lo esperado eso podría fortalecer los rendimientos y respaldar a la divisa japonesa. Si se acercan las perspectivas de que la Fed baja la tasa eso haría ceder al dólar y aliviar la necesidad de intervención japonesa. De lo contrario podría ser la gota que rebalse el vaso y provocar una nueva intervención como la que se produjo en mayo.

La sombra de una nueva intervención monetaria lleva días cerniéndose sobre Japón pero para el BoJ la clave es cómo hacer subir el yen de manera sostenible, dado que las intervenciones anteriores e incluso una suba récord de tasas no ayudó a la divisa nipona. Claro que, a medida que el yen sigue perdiendo terreno, aumenta la posibilidad de una intervención de Japón lo que mantiene cautelosos a los inversores.

No obstante, esa no es la única opción que tienen las autoridades de Japón para intentar recuperar la estabilidad del yen ya que los operadores esperan que el BoJ anuncie una reducción en las compras de bonos en julio, aunque no descartan una nueva suba de tasas, lo que debería provocar cierta fortaleza en el yen a corto plazo.

Si el BoJ opta por subir la tasa, sería una medida audaz, destinada a estabilizar el yen, controlar la inflación y reducir la dependencia de compras masivas de bonos, dándole un giro a la política monetaria. La idea, de un enfoque más agresivo, sería equilibrar la necesidad de estabilidad económica para evitar perturbaciones en los mercados financieros.

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