Con la llegada de 2025, BlackRock se prepara para un año lleno de incertidumbres y fluctuaciones económicas, marcadas por una creciente volatilidad que podría seguir definiendo los mercados globales.
BlackRock mantiene el "apetito por el riesgo" en un escenario de volatilidad global
BlackRock mantiene su enfoque optimista en las acciones estadounidenses, impulsadas por el crecimiento sólido y las oportunidades tecnológicas.
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BlackRock mantiene su enfoque optimista en las acciones estadounidenses, impulsadas por el crecimiento sólido y las oportunidades tecnológicas.
Según su análisis, la volatilidad es una constante desde el comienzo del año, impulsada por una serie de factores que incluyen el cambio en las políticas fiscales de Estados Unidos, los altibajos en los rendimientos a largo plazo y las tensiones comerciales que involucran a potencias clave como China.
El equipo de análisis de BlackRock señala que los rendimientos a largo plazo comenzaron a dispararse debido a las crecientes preocupaciones fiscales, para luego experimentar una caída significativa como consecuencia de los temores sobre el crecimiento económico global. La promesa del Tesoro de Estados Unidos de reducir estos rendimientos ha sido vista como un intento de mitigar los efectos de la inflación, aunque no ha logrado frenar la volatilidad del mercado.
Los catalizadores que ve BlackRock
Uno de los principales catalizadores de esta incertidumbre ha sido el avance de la inteligencia artificial, particularmente con el progreso reportado por la startup china DeepSeek. Además, los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre productos chinos siguen siendo un tema central de discusión en los mercados, generando incertidumbre adicional.
BlackRock, al respecto, subraya que los aranceles serán una herramienta clave en la política económica estadounidense en el futuro cercano. Según los analistas de la firma, el 10% podría convertirse en una tasa base para generar ingresos, mientras que los aranceles del 25% se utilizarían más como una herramienta de negociación.
De acuerdo con el análisis de BlackRock, si los aranceles generales se incrementan hasta alcanzar el 10% y se imponen aranceles del 25% a países como Canadá y México, la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos podría acercarse a niveles que no se veían desde la década de 1930, lo que podría generar repercusiones significativas para la economía global. El impacto de estos aranceles dependerá de varios factores, como su nivel, el alcance de su implementación, su duración y las represalias de los países afectados.
En cuanto a las perspectivas del mercado estadounidense, BlackRock se muestra optimista, destacando la resiliencia de las acciones estadounidenses en 2025, a pesar de la escalada de las tensiones comerciales. La firma confía en que, siempre y cuando el crecimiento económico se mantenga en niveles adecuados y la inflación se controle, el mercado de acciones continuará demostrando fortaleza.
En particular, el crecimiento de las ganancias en el cuarto trimestre ha superado las expectativas, con las ganancias del S&P 500 (excluyendo las grandes tecnológicas, los “7 magníficos”) creciendo alrededor del 5% respecto al año pasado.
De cara al futuro, BlackRock mantiene su postura de sobreponderar las acciones estadounidenses, aunque advierte que cualquier cambio en la dinámica de las ganancias corporativas podría ser un detonante importante para reevaluar esta estrategia. Por otro lado, la firma sigue siendo cautelosa con los bonos del Tesoro de Estados Unidos, prediciendo que, a pesar de los esfuerzos del gobierno por reducir los rendimientos, los bonos a largo plazo continuarán viendo un aumento en sus rendimientos debido a los elevados déficits fiscales y la inflación persistente.
En los mercados emergentes, BlackRock adopta una postura más conservadora. La firma destaca que países como México, que tienen una mayor exposición a los efectos de los aranceles, podrían enfrentar mayores riesgos en sus economías locales, lo que afectaría negativamente los rendimientos de su deuda en moneda local. En consecuencia, BlackRock opta por una estrategia de subponderación en la deuda de mercados emergentes, donde la incertidumbre de las políticas comerciales podría generar más volatilidad, especialmente en los mercados de divisas.
En resumen, a pesar de las incertidumbres que rodean las políticas comerciales y fiscales globales, BlackRock mantiene su enfoque de inversión centrado en las acciones estadounidenses, respaldado por un crecimiento sólido y las oportunidades que la inteligencia artificial representa para el futuro. Sin embargo, la firma sigue siendo cauta en cuanto a los bonos a largo plazo y los mercados emergentes, donde las tensiones comerciales podrían generar más incertidumbre en el corto plazo.
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