23 de septiembre 2024 - 15:03

Bonos en dólares: cómo aprovechar la volatilidad del mercado en el marco del blanqueo

En la recta final de la primera etapa del blanqueo, cabe recordar que los bonos soberanos en dólares ofrecen oportunidades atractivas tanto a corto como a largo plazo. ¿Cómo aprovechar los rendimientos?

Blanqueo y bonos abren oportunidades para inversores.

Blanqueo y bonos abren oportunidades para inversores.

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En ese contexto de regularización de activos, los bonos nominados en dólares presentan una buena performance y una oportunidad atractiva para los blanqueadores más avezados. Los títulos soberanos “más líquidos” treparon la semana pasada, con el Bonar 2030 a la cabeza (+3,3%), el Global 2030 (+1,8%), el Global 2035 (+4,6%) y el Bonar 2038 (+6,1%).

De acuerdo con los spreads por legislación, la relación entre el GD35/AL35 está en cero. Esto sugiere abandonar posición en ley local y comprar legislación Nueva York. Lo mismo pasa con el spread entre el AL38 y el GD38, que está en mínimos de 3%, lo que también es un indicador para salir de ley argentina.

El bróker Allaria sostiene en su último informe de renta fija dos escenarios para los bonos soberanos en dólares para junio de 2025:

  • Positivo: en el primer semestre, se aprobaron en el Congreso reformas financieras y se mantuvo la política de cero emisión monetaria para financiar al Tesoro. Entre agosto y diciembre, el Gobierno debe reducir la inflación, achicar la brecha cambiaria y aumentar las reservas netas en u$s10.000 millones. “Esto le permitiría acceder a los mercados internacionales para refinanciar vencimientos a partir de julio de 2025”, analiza el reporte.
  • Negativo: sin embargo, intentar cerrar rápidamente la brecha cambiaria sin medidas de control puede generar más inflación y restricciones cambiarias. En este escenario, el país no accede a los mercados internacionales y, debido a los vencimientos crecientes, “se lleva a cabo un canje de bonos con un recorte del 30% del capital y un plazo de pago ampliado a 10 años”, advierte, por otro lado.

Asimismo, la consultora observa que, en un escenario base, aunque no se logra el acceso a los mercados en junio de 2025, “se realiza un canje preventivo sin recorte de capital ni default”, con un incremento del cupón en un 1% y una extensión de los plazos de pago.

Blanqueo: oportunidades en los "hard dollar"

Por su parte, en un documento enviado a clientes, el asesor de inversiones Gastón Lentini realiza un análisis detallado de los Globales GD29, GD30, GD35 y GD38.

La recomendación del experto es “diversificar la cartera a través de la suma de bonos cortos y otros más largos para, de esta forma, recuperar parte de la inversión de manera más rápida y obtener, a su vez, ganancias mayores por rentas más altas y posibles subas de los precios en la cotización de los bonos largos”.

Y es que las Obligaciones Negociables se presentan como una opción más conservadora a la hora de invertir los dólares blanqueados. Sin embargo, el régimen de blanqueo disparó la demanda de estos instrumentos, lo que llevó a la compresión de sus tasas, comprometiendo el rendimiento en dólares. “Se le llama 'comprimir tasas' al proceso por el cual la suba de precios en bonos hace que los mismos rindan menos”, aclara Lentini.

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Precios de los Globales a septiembre: Fuente: Allaria.

Precios de los Globales a septiembre: Fuente: Allaria.

De esta manera, quienes están buscando un mayor rendimiento y asumen un mayor riesgo, deberían barajar la posibilidad de sumar bonos en moneda dura (siempre ley extranjera) a su portafolio de inversión. Y es que, como bien explica Lentini, “un instrumento que paga un 20% anual en dólares no es algo que se vea todos los días, por lo tanto, el interés elevado nos indica el nivel de riesgo involucrado”.

En este caso, se trata de un riesgo alto y es importante tener en cuenta que puede haber mucha volatilidad. Lo positivo es que, si todo sale bien, los beneficios podrían ser muy atractivos y “quien no necesite el dinero en los próximos años puede estar subido a una gran oportunidad”, indica el documento.

Un riesgo diferencial en los bonos

El equipo de research de Lentini hace una salvedad clave a la hora de elegir: “Los bonos soberanos presentan un riesgo diferencial según la legislación que los respalda. Los Bonares (como el AL30) se rigen por la jurisdicción argentina, mientras que los Globales (como el GD30) están bajo jurisdicción estadounidense”, la que es considerada más segura por el mercado.

Y dado que los spreads entre ambos bonos están en mínimos, como se mencionó anteriormente, se sugiere optar por los de ley extranjera para mayor seguridad.

Ganancias, flujo de fondos y estrategias de inversión

Cabe recordar que en renta fija, las ganancias provienen del flujo de fondos hasta el vencimiento. Sin embargo, cuando los bonos cotizan por debajo de su paridad, se puede obtener un beneficio adicional al venderlos a un precio más alto.

Con los bonos analizados (GD29, GD30, GD35 y GD38), los inversores tienen dos estrategias: esperar las rentas y amortizaciones, o aprovechar una subida en el precio para vender. Como son bonos de ley extranjera, los pagos se realizan en dólares cable (CCL) y dan mayor seguridad al tener el dinero fuera del país. Asimismo, facilitan futuras inversiones en el exterior, sostiene el documento.

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En tanto, los bonos GD29, GD30, GD35 y GD38 destacan por su volumen de operación y rendimiento. El GD29, con vencimiento en 2029, es el más corto y rinde un 22% anual. Cotiza a u$s63,50 con una paridad del 63%. Además de las rentas, amortiza capital desde el inicio, lo que lo hace atractivo.

Por ejemplo, una inversión de u$s100.000 en este bono generaría u$s49.000 en pagos hasta 2026 y hay que dejar u$s51.000 invertidos. Para 2028, se recibiría el 100% del capital inicial (u$s114.000), más u$s47.000 adicionales hasta 2029.

Estrategias de inversión: bono por bono, cuánto gano

Así, estos son las estrategias y rendimientos bono por bono:

  • El GD30: vence en julio del año 2030, actualmente cotiza a u$s56,80 cada 100 nominales y se encuentra a 59% de paridad. Este bono también ya comenzó a amortizar capital y es el que mayor liquidez tiene actualmente. Si se invierten u$s100.000 de este bono y se espera hasta el 9/1/26, el inversor recibirá u$s43.000. “En verde vemos que vamos a recibir el 100% de lo invertido en 2028, es decir que si esperamos al 9/1/2028 cobraremos u$s102.300 y además nos quedarían por cobrar unos u$s70.000 extra hasta 2030”.
  • GD35: este título vence en 2035 y actualmente está cotizando en u$s46,20 cada 100 nominales. Su paridad es del 46% con lo cual ante una normalización de las tasas subiría de precio más que el GD30. El GD35 nos devuelve capital (amortiza) recién en el año 2030, pero paga cupones de interés más altos. Recién a mediados de 2031 se recuperará lo invertido y hasta 2026 se recibirá algo más de u$s13.000.
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  • GD38: vence en 2038, por lo que es mucho más largo que los anteriores, cotiza en u$s50,50 cada 100 nominales y se encuentra a una paridad del 50%. A diferencia del GD35, este bono comienza a amortizar capital antes, en julio de 2027, por lo que tiene un endulzante que lo hace diferencial. El inversor recuperará la inversión en 2030. A su vez, si decide mantenerlo únicamente hasta el año 2026, el título devolverá a través de rentas u$s14.800. Este bono es el que paga rentas más altas.

“Si el bono lograra rendir un 12%, desde el 18% que rinde actualmente, su cotización subiría un 33% en dólares. Tendría menor suba que el GD35, pero mayor al GD30, con un plus de qué paga las rentas más altas y amortiza antes que el GD35, achicando el riesgo del dinero que dejamos expuesto en el mercado”, indica el documento.

Así, y tras detallar los flujos de fondos, fechas de recuperación de capital y rendimientos hasta 2026, no se puede ofrecer una única recomendación para todos los inversores.

Si se busca obtener grandes retornos rápidamente antes de 2026, el GD29 es la mejor opción, ya que pagará casi u$s50.000 en cupones y amortizaciones, seguido por el GD30 con u$s44.000. Los bonos a más largo plazo, como el GD35 y GD38, aunque solo pagan rentas sin amortización inicial, ofrecen más dólares totales a largo plazo: u$s304.000 (GD35) y u$s280.000 (GD38).

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