21 de febrero 2025 - 07:23

Bonos en dólares: con el riesgo país arriba de los 700 puntos, ¿qué señales espera el mercado para que recuperen atractivo?

Los inversores están a la espera de un catalizador que lleve el riesgo país abajo de los 500 puntos y a los bonos a rendir en niveles más normales. A pesar de la volatilidad que marca el arranque de 2025, la deuda soberana argentina aún está en línea con los títulos de mayor riesgo.

La perspectiva sobre los bonos soberanos argentinos depende de factores internos y externos.

La perspectiva sobre los bonos soberanos argentinos depende de factores internos y externos.

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Los bonos soberanos en dólares atraviesan un periodo de alta volatilidad y lateralización. Sin embargo, existen catalizadores que podrían generar un cambio positivo en su derrotero, como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la extensión de la disciplina fiscal y por supuesto, la normalización del mercado cambiario. No obstante, la incertidumbre política y económica, sumada a los riesgos imprevistos, como el caso $LIBRA, mantiene a los inversores en vilo.

Y es que aunque los activos argentinos lograron sortear el impacto del escándalo por el "criptogate", enfrentan un reto clave: mantener el interés de los inversores. Dado el panorama actual, la posibilidad de un nuevo ciclo alcista en bonos hard dólar y acciones locales parece cada vez más remota. Según estimaciones privadas, la deuda soberana en moneda dura -tras un 2024 excepcional- recortó en promedio cerca de 10% con extremos del 15% en el arranque de 2025.

El riesgo país por encima de los 700 puntos, aunque no genera señales de alerta, refleja que los inversores perciben incertidumbre a corto plazo, en rigor con relación a la política monetaria y cambiaria. Esta situación explica por qué los bonos argentinos siguen alejados de los de naciones con acceso al mercado, como El Salvador, cuyo diferencial alcanza los 380 puntos básicos.

Como bien explica Alejo Rivas, estratega de Balanz Capital en diálogo con Ámbito, el riesgo país está en un nivel intermedio entre los países con mayor riesgo y los que tienen acceso a mercados. El analista sostiene que, con 720 puntos básicos, la Argentina está lejos de créditos como los de Ecuador y Bolivia, con spreads mayores a los 1.300 y 2.000 puntos, respectivamente. “Esto se debe a que los inversores ven estabilidad en el programa económico, reforzada por la entereza política que logró sostener el Gobierno durante la parte más álgida del ajuste fiscal”, dice Rivas.

Los catalizadores para los bonos argentinos

Sin embargo, Rivas es claro y advierte que: “El mercado aún percibe riesgos de corto plazo, en particular en la política monetaria y cambiaria, lo que mantiene a los bonos argentinos rezagados frente a países con acceso a mercado”.

Un punto en el que coinciden todos los analistas consultados por este medio es que los catalizadores más próximos para que la deuda soberana retome el camino alcista son: un acuerdo con el FMI que incluya financiamiento neto y el desmantelamiento progresivo del cepo, junto con una consolidación política en las elecciones de medio término. Esto podría reducir la brecha argentina con la de algunos mercados comparables y mejorar la confianza de los inversores.

En esa misma línea se expresa el asesor de inversiones, Gastón Lentini, quien comparte, en diálogo con este medio, que la lateralización de los bonos nominados en dólares responde, en primer lugar, a una “corrección saludable tras lo ocurrido en 2024".

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El estratega agrega que, si bien las cuentas públicas están en proceso de ordenamiento, esto no significa que ya estén equilibradas, “y esa diferencia se refleja en los precios”. Lentini desliza que "resta ver si el viaje de Javier Milei a EEUU logra destrabar la llegada de fondos frescos”.

Sin embargo, para el reconocido asesor, más allá del factor desembolso, la prioridad en Argentina debería ser la eliminación del cepo, ya que solo así los capitales extranjeros podrán recuperar la confianza en el país. “Argentina es mucho más que su Presidente: por más compromiso que demuestre Javier Milei, los inversores necesitan seguridad jurídica antes de apostar por nuestro territorio”, asegura.

Sergio González, Head de Asset Management en Cohen, coincide en parte con Lentini sobre los catalizadores del mercado, pero suma un matiz optimista al señalar posibles noticias favorables en el horizonte. Entre ellas, destaca la recomposición de reservas del Banco Central (BCRA) como un factor clave. En el plano externo, menciona que una eventual reducción de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) de EEUU podría generar un impacto positivo en los bonos.

En cuanto a los riesgos, González no pasa por alto la imprevisibilidad del contexto argentino, reflejada en situaciones como el escándalo de $LIBRA, que son aspectos que alimentan la incertidumbre. "Aunque existen riesgos imprevistos (cisnes negros), también podrían ocurrir eventos positivos, como avances en el Congreso, que mejoren la institucionalización y los negocios en Argentina", opina.

Todo parece estar condicionado al acuerdo con el FMI

Mariano Ricciardi, CEO de BDI Consultora, ratifica que, el principal factor que podría reducir el riesgo país a niveles más acordes con economías comparables es un acuerdo con el FMI. “En una primera etapa, esto permitiría quebrar la barrera de los 500 puntos y luego acercarse a los 400”. En este escenario, los bonos del tramo medio-largo de la curva, como los vencimientos 2035 y 2038, presentan el mayor potencial de “upside”, dice.

Ricciardi asegura que un análisis de sensibilidad muestra que, a medida que los rendimientos se normalicen en un rango del 8 al 10%, los globales 2035 (GD35), 2038 (GD38) e incluso el 2041 (GD41) serían los más beneficiados en términos de "upside".

Actualmente, estos títulos operan con rendimientos en torno al 12-13%, lo que sugiere un margen significativo de apreciación en caso de una compresión de tasas. Y como bien explican desde Delphos Investment la deuda soberana rinde todavía en línea con los créditos de mayor riesgo, aun cuando el entorno internacional ha evolucionado mejor de lo previsto.

En términos prácticos, los inversores perciben un alto riesgo en la economía argentina, por lo que exigen mayores rendimientos para compensarlo. En este escenario, el broker considera que la curva soberana mantiene atractivo en estos niveles, con margen para una compresión adicional hacia los mínimos de riesgo país de 560 puntos, registrados previo al pago de cupones el pasado 9 de enero.

Sin embargo, la sociedad de bolsa remarca que para que la convergencia avance hacia niveles inferiores de riesgo país, será necesario que se consoliden drivers estructurales, como “una salida del cepo en el marco de un nuevo programa con el FMI o una victoria contundente en los comicios de medio término”, pues advierte que hasta que alguno de estos factores se materialice, es difícil que la deuda argentina alcance la valuación de los mejores créditos B-.

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Así, señala que desde mediados de 2024, el tramo largo de la curva es el de mejor desempeño, ya que supera a los bonos de menor duración. Esta tendencia continuó en 2025, con el tramo corto más afectado, pues acumula una caída del 6% YTD, mientras que el Global 20235 (GD35) retrocedió 3,5%.

La curva, que había logrado desinvertirse hacia fines de 2024, volvió a mostrar pendiente negativa, con un spread de -1 p.p. entre el Global 2035 y el 2030. En un escenario optimista de corto plazo, donde los bonos retornen a máximos recientes, los de menor duración podrían capturar mayor valor relativo, concluye Delphos.

Así las cosas, la perspectiva sobre los bonos soberanos argentinos depende de la confianza en la evolución de la situación económica del país. Para aquellos que creen que las elecciones y el contexto político seguirán su curso sin mayores contratiempos, este periodo de volatilidad podría ser una oportunidad de entrada.

Por el contrario, quienes piensan que el contexto podría empeorar, por ejemplo, con una escalada del escándalo de $LIBRA, deberían considerar alternativas. Aunque las noticias positivas, como el superávit o la baja de la inflación, ya ocurrieron, los precios aún no han reflejado en su totalidad estos eventos.

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