De qué se trata un proceso de "dolarización natural" como el que busca Javier Milei

El presidente declaró en una entrevista que el proceso de dolarización se dará de "naturalmente" en Argentina durante su Gobierno. La gran pregunta es cómo espera que suceda.

Javier Milei habló sobre su proyecto dolarizador. 

El presidente Javier Milei habló este viernes, tras la aprobación de las ley Bases en Diputados, sobre el inicio de una nueva etapa en el Gobierno, que estará marcada por un giro en el programa monetario y, en ese marco, aseguró que "la dolarización se va a dar naturalmente" en Argentina. Y varios analistas de la City explican qué quiso decir con esa frase.

Tal como se puede interpretar en una primera lectura, lo que implica esta frase es que el Gobierno no va a instaurar al dólar como moneda de uso. "Se refiere a que no va a ser algo impuesto, sino que la propia gente va a demandar y va a instalar a la moneda como instrumento de pago y transaccionalidad", comienza el economista de EcoGo Lucio Garay Méndez.

Sucede que el economista y director de Libertad y Progreso, Aldo Abram, explica que, "en algunos países, cuando se dolarizó se le dijo a la gente que tenían seis meses o más, por ejemplo, para juntar toda la moneda nacional que tuvieran y cambiarla por dólares a un determinado tipo de cambio". En esos casos, a veces, se dejó las monedas locales coexistiendo con los dólares billete para que sirviera de cambio porque esas piezas son muy difíciles de trasladar.

Una competencia de monedas con destino en el dólar

Abram detalla que la idea de Milei es un día dejar de emitir pesos y que la gente pueda usar moneda local o dólares indistintamente. "La idea es que haya poca circulación de pesos y se supone que, si vamos a ser un país normal, con menos inflación vamos a tener menos moneda para transaccionar y la gente va a utilizar los dólares que tiene guardados. Entones, lo que quede en pesos sería un porcentaje menor en porcentaje que el billete verde respecto del total que se transacciona", dice Abram.

No obstante, para él existe el riesgo de que se de una disparidad de precio entre peso y dólar en ese modelo de competencia de monedas y a él le preocupa esa posibilidad. Así, la forma que a él parece más adecuada es "dar la posibilidad de cambiar dólares por pesos a todos los que quieran y que ambos coexistan y se establezca a un tipo de cambio fijo".

Cabe mencionar, por otro lado, que, hoy, tenemos una economía que, en gran parte, está dolarizada y hay nuevos sectores que están yendo en ese sentido. "Por ejemplo, los sectores tecnológicos tienen ya salarios dolarizados y, a su vez, va a haber otros sectores que, como parte de un proceso de supervivencia, también van hacia allí, como el alimenticio, que se rige mucho por el billete verde", dice el economista Federico Glustein.

Un programa para fortalecer al dólar

Lo cierto es que el Gobierno ya eligió su plan. "Si el Gobierno sigue con el esquema 'blend' para la liquidación de exportaciones y el crawling al 2%, perjudica los flujos y los stocks cambiarios, indirectamente afecta negativamente la demanda de pesos y por ende, influye sobre una hipotética futura dolarización", detalla Garay Méndez.

Así, si bien está más que claro que la baja demanda de pesos no es un problema que haya surgido en este Gobierno, apunta que "el rumbo actual de la tasa de interés, la inflación y la dinámica del dólar generan inconsistencias que hay que resolver en el corto plazo, sino se van a generar problemas en la economía".

En ese marco, es muy evidente que se consolida, de a poco el rumbo hacia una competencia de monedas en la que la dolarización aparece como "natural", según Milei porque, tal como menciona Glustein, "el peso, desde ya, tiene menos terreno ganado, porque es una moneda que siempre sufrió devaluaciones y que es más inflacionaria que el dólar, en tanto que esta última es transoperable, está aceptada a nivel global y tiene menos historial de inflación, entre otros atributos".

Apuesta de Milei: la gente "naturalmente" se dolarizará

"Interpreto que se refiere a dejar de emitir y que la oferta de pesos tenga que aparecer por desprendimientos de dólares de la gente", menciona el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez.

En igual sentido, el economista Christian Buteler, afirma que "lo que quiso decir el presidente al hablar de una dolarización natural es que va a proponer la libre elección de las monedas y que la gente va a comenzar cada vez más a transaccionar en dólares, en detrimento del peso".

Esto se dará, tal como plantea el economista Pedro Gaite, de FIDE, en un contexto en el que "el peso y el dólar competirán libremente, ambas con condición de moneda de curso legal, y los argentinos elegirán al dólar como moneda porque el presidente cree que es la moneda más fuerte y con el tiempo se impondrá como dominante".

La competencia de monedas plantea un coexistencia del peso y el dólar, ambas de curso legal.

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Es decir que lo que dijo Milei es que la dolarización se va a dar porque la gente va a empezar a elegir transaccionar con esa moneda y no con el peso. Esto resolvería un elemento clave que menciona Gaite, que "para avanzar en la dolarización se requiere que ingrese un flujo de dólares para que pueda funcionar la economía". En la lógica de pensamiento del Gobierno es que la gente va a querer gastar sus billetes verdes.

Ahora, una incógnita que queda flotando es qué pasará si los argentinos se resisten a usar el dólar de manera transaccional y quieren seguir viéndolo como refugio de ahorro hacia adelante. "Esperan que la gente pueda traer su dinero del exterior y lo vuelque a la economía, pero es probable que muchos no quieran gastar sus tenencias en moneda extranjera", admite Gaite.

Y es que la variable de la imprevisibilidad y del qué puede pasar ante un eventual cambio de gobierno es un tema que está presente en nuestro ADN. Eso puede alentar una resistencia a "soltar" los dólares por parte de gran parte de la población, pero lo cierto es que, si no se emiten más pesos, en algún momento, quizás no haya más opción y así, aunque con alguna demora en arrancar, el plan dolarizador avance igual. "El incentivo para que la gente vuelque sus dólares va a ser, más que nada, la necesidad en este caso", señala Gaite.