23 de abril 2025 - 00:00

Diálogos de Wall Street: ¿adónde llevan los vientos que soplan de la Casa Blanca?

Después de paralizar el comercio con su prédica de suba de aranceles, el presidente Trump embiste contra la Fed de Powell y amenaza con despedirlo. ¿Adónde nos llevan los vientos que soplan de la Casa Blanca, Gekko?

Trump sigue fabricando complicaciones. Lo analiza el experto que se hace llamar Gordon Gekko.

Trump sigue fabricando complicaciones. Lo analiza el experto que se hace llamar Gordon Gekko.

Periodista: El presidente Trump no se toma descanso. No acumula grandes éxitos. En rigor, ninguno; pero tampoco se amilana. Como si con la guerra comercial no hubiera provocado un caos suficiente, ahora encabeza una cruzada para voltear a Jerome Powell. ¿Hasta dónde llegará?

Gordon Gekko: Hasta dónde lo dejen avanzar. Con los aranceles recíprocos (o, antes, con los que les aplicó a sus socios comerciales, México y Canadá), no prosperó y debió poner rápido la marcha atrás. Por completo. Volvió a fojas cero. Hasta el día de hoy. Pero eso sí, el “show” debe continuar. Si choca contra una pared, instala un tema nuevo. No cede nunca el centro de la escena.

P.: A un costo enorme.

G.G.: Tal cual. “No pain, no gain”, dice. Sin costo, sin sacrificio, no hay ganancia. Esa es la justificación. El problema es que impulsa una agenda cargada de costos ruinosos que promete beneficios que están fuera de su alcance. Que por ende no podrá entregar. “Nos estamos enriqueciendo con los aranceles”, sostiene a viva voz como si los pagaran los extranjeros y no la población. Es una desgracia, porque el daño es terrible y se produce sin necesidad.

P.: ¿Cuánto tiempo le llevará a la población darse cuenta?

G.G.: La popularidad de Trump cae en picada, pero porque se derrumba entre los demócratas y los independientes. Su base de votantes todavía lo apoya, aunque comienza a percibir también el deterioro veloz de la actividad, y al mismo tiempo a esperar una inflación más alta.

P.: La Fed de Powell es el nuevo chivo expiatorio. Trump le reclama una baja de tasas ya, a los gritos. Si insiste debe ser porque le sirve políticamente.

G.G.: La suba de aranceles ha creado un problema. Muy serio, sobre todo, después del Día de la Liberación, el 2 de abril. Trump no tiene una solución a mano, quizás piensa que con tiempo esta es la manera de recuperar el empleo industrial en los EEUU. Pero, por las dudas, ya tiene un culpable del parate económico que ve venir.

P.: Jerome Powell que no le hace caso, que se resiste a bajar las tasas, y que no quiere ver que es el momento oportuno para prevenir una recesión.

G.G.: Y que además juega a la política. Porque bien que la redujo deprisa cuando el presidente era Biden y Kamala Harris peleaba la campaña electoral.

P.: ¿Qué es lo que pretende Trump? ¿Cree que así la Fed va a bajar las tasas? Más bien, así se lo impide. Porque si las llegara a recortar estaría destruyendo su reputación. Sería peor el remedio que la enfermedad.

G.G.: Trump no lo ignora. Sabe que Powell ya fijó su posición. Y que no se moverá de ahí.

P.: En el Club Económico fue muy claro. La decisión es ver y esperar hasta que haya más claridad. Dijo también que la economía está en pleno empleo, que los aranceles subieron muchísimo más que lo anticipado, y que la Fed no tiene antecedentes como para saber con precisión cuáles serán sus efectos concretos.

G.G.: Esto es un duelo al sol. Previsible, porque es una “remake” de lo que vimos en el primer período presidencial. Pero, esta vez, de resultado impredecible.

P.: Powell dice que la ley respalda su continuidad al timón de la Fed hasta abril de 2026. Y después podría permanecer como Gobernador de la Junta. Aunque está claro que ahí sí se alejaría voluntariamente. ¿Cree que no es así?

G.G.: La composición de la Corte Suprema cambió. Y emitió fallos recientes que alientan la idea que tiene Trump de que está en sus facultades removerlo y que la Justicia no revocará su determinación.

P.: Por más que la Fed sea una agencia independiente.

G.G.: Eso quedó claro después de estas sentencias. La independencia no es un escudo suficiente. Lo que Powell sostiene es que como la Constitución le da al Congreso el control de las finanzas y la tributación, y no al Ejecutivo, expresamente, es el Congreso (que aprobó su designación) y no Trump quien puede cesarlo en sus funciones.

P.: ¿Cree que el presidente querrá despedirlo igual?

G.G.: Pienso que sí, y que la operación ya comenzó.

P.: Trump se daría un gusto, pero las consecuencias serían tremendas.

G.G.: Sería el tiro de gracia a la situación endeble en la que estamos parados hoy. El mero forcejeo y la incertidumbre serán muy dañinos.

P.: Un ticket directo al mercado bear, a la recesión que Trump quiere evitar y a una mayor fuga de capitales, que es la innovación que introdujo el presidente con sus políticas. ¿Exagero? ¿O me estoy olvidando de algo?

G.G.: No va a ser sencillo conducir la política monetaria así, en estas condiciones. Aunque pienso que la Fed podrá hacerlo, básicamente dándole prioridad a mantener ancladas las expectativas de inflación. Va a ser difícil salvar todo lo otro, lo que usted mencionó, porque ya está muy abollado. Y creo que así vamos a una crisis política, tarde o temprano. Pero la Fed debe velar para que la suba de la inflación sea percibida solo como un alza transitoria y no permanente. Con Powell al mando o sin él. Esa debiera ser su contribución para impedir la doble Nelson de un conato de estanflación. Y problemas de crédito que pudieran ser más serios.

P.: La Fed no puede bajar las tasas así. Y los futuros descuentan un recorte en junio y cuatro, en total, en lo que resta del año.

G.G.: El propio mapa de puntos oficial consigna dos rebajas. Pero la realidad impondrá sus condiciones. Habrá que desescalar la política comercial, y desmontar aranceles, para que las tasas puedan bajar. Y habrá que olvidarse de la rebaja de impuestos que propicia el gobierno en el Congreso. ¿Cómo va a financiarse un déficit fiscal creciente si el gobierno forcejea por el control de la política monetaria y los mercados ya huyen del dólar y los bonos del Tesoro? No nos olvidemos, entre septiembre y diciembre, la Fed bajó las tasas cortas un punto completo y los bonos largos treparon ese punto más 0,20% adicional. El problema no es Powell ni la Fed. Ellos pueden ser parte de la solución, pero solo si la Casa Blanca deja de seguir fabricando complicaciones.

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