Dos informes del Bank of America (BofA) circularon por la city. En uno de los documentos, el banco de Wall Street ratificó su apuesta por los activos argentinos y sobreponderó a la Argentina por sobre sus vecinos al calificarla como la de “mejores catalizadores” en la región. En el otro, titulado “Argentinopedia: Rápido y Furioso” la institución hizo un análisis profundo sobre la situación del país en una suerte de guía para los inversores y ofreció su proyección para el dólar, la inflación, el crecimiento, los bonos y las acciones.
Dólar, inflación, PBI, bonos y acciones: las proyecciones de un gigante de Wall Street para la economía argentina
Para el coloso financiero, Argentina se erige un destino de inversión prometedor en la región. Destaca su potencial de recuperación económica y las reformas estructurales que adelanta el Gobierno, pero advierte sobre algunos riesgos que podrían poner en jaque la sostenibilidad.
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Bofa resalta el papel del equilibrio fiscal y las "minidevaluaciones" en la lucha contra la inflación.
El extenso informe concluyó que Argentina se encuentra en un punto de inflexión clave para su economía. Y es que el Bank of America celebró las reformas estructurales implementadas por la administración de Javier Milei, pues considera que hasta ahora lograron estabilizar la macroeconomía y mejorar el panorama de inversión en el país.
Sin embargo, también adviertió que la sostenibilidad del crecimiento dependerá de la implementación de reestructuraciones adicionales, del acceso a financiamiento externo y de la capacidad del Gobierno para manejar los desafíos políticos y económicos.
Y es que Argentina configura “la mayor sobreponderación” de su portafolio de América Latina con exposición a través de bancos y energéticas. Esto, según consigna el documento, a pesar de la corrección de los mercados locales en lo que va de 2025, pues para la institución el país cuenta con los mayores catalizadores en la región: “Elecciones de medio término, desinflación, des-riesgo regulatorio y un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que podría ser la clave para levantar los controles de capital”.
Un ajuste sin precedentes y la proyección de inflación
El banco explica que el gobierno de Milei ejecutó una drástica reducción del gasto público con el que consiguió un ajuste fiscal del 5% del PBI y logró el déficit cero en 2024. “Este esfuerzo permitió reducir la inflación de niveles cercanos a una hiperinflación (25% mensual en diciembre de 2023) a un 2,2% mensual en enero de 2025”, advierte.
Y destaca que a pesar de los temores iniciales, la contracción económica fue menor a la esperada, con un repunte del PBI en la segunda mitad de 2024, impulsado por el sector financiero, la energía y la agroindustria.
Según las proyecciones de inflación del BofA el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a finales de 2025 será de 27,8% y para 2026 de 20,9%. El cálculo del banco resulta menos optimista que el del Relevamiento de Expectativas (REM) que realiza el Banco Central (BCRA) el cual estima una inflación del 23,2% para el año.
El informe señala que el apoyo político a las reformas y la acumulación de reservas internacionales serán claves para la recuperación económica en los próximos años. Por lo que ve como un obstáculo para dichos cambios que el “ciclo político sea corto”.
“La frecuencia de las elecciones en Argentina es vista como un obstáculo para la aprobación de reformas estructurales en el Congreso. Además, históricamente ha generado desvíos fiscales antes de los comicios, y en algunos casos, ajustes inmediatamente después”, sostiene el documento.
El BofA ve de manera positiva la estrategia del BCRA para reducir drásticamente la inflación con el equilibrio fiscal como ancla, una disminución de la base monetaria y un tipo de cambio con "minidevaluaciones". "Aunque el BCRA no establece un objetivo explícito de inflación, el gobierno dejó clara su intención de que la inflación se alinee con el ritmo del "crawling peg", que actualmente es del 1% mensual", señala el informe.
Sobre el dólar, el PBI y el cepo
En cuanto al PBI, el gigante de Wall Street espera un crecimiento del 4,5% para 2025, luego de la fuerte contracción de 2024. Para 2026 estima una expansión del 3,3%. En cuanto al tipo de cambio oficial, el banco lo proyecta en $1400 para el último trimestre del año en curso.
Según el REM, para diciembre de 2025 el conjunto de participantes pronosticó un tipo de cambio nominal de $1.201/USD, por lo que la proyección del BofA es un 17% más alta. No obstante, hay que destacar que otros bancos internacionales como HSBC lo estima en $1.270 y el J.P. Morgan en $1.300.
En ese punto, el BofA explica que Argentina necesita grandes entradas de capital bruto para financiar los pagos de la deuda pública externa. “Aunque los niveles no son altos, el 61% está denominado en dólares y es de corta duración (promedio de 5 a 3 años), lo que genera presión, en particular porque Argentina aún no tiene acceso fluido a los mercados internacionales”, advierte.
Y agrega que Milei busca un nuevo programa con el FMI (aunque el país debe cerca de u$s41.000 millones al Fondo. “Esperamos que se alcance en marzo. Prevemos un levantamiento completo de los controles de capital y la unificación del tipo de cambio para fines de 2025”, plantea.
A cerca de los bonos soberanos
El banco es claro al señalar que Argentina tuvo la mejor Tasa de Retorno Total (TRR) en 2024 entre los bonos soberanos en mercados emergentes. “Con un retorno del 100%, ya que la macroeconomía superó ampliamente las expectativas”. Esto significa que los inversores que compraron bonos de deuda externa argentina en 2024 obtuvieron mayores ganancias en comparación con aquellos que invirtieron en bonos de otros países emergentes.
En este punto el BofA deja claro que prefiere la deuda corporativa argentina por encima de la soberana. Esto se debe a que los emisores son “extremadamente experimentados” en manejar crisis y mantienen perfiles crediticios sólidos como bajo apalancamiento y adecuada liquide).
El informe menciona que las empresas argentinas rindieron un +26% en 2024, lo que superó al índice de alto rendimiento de mercados emergentes (EMHL). “Este desempeño se debe a la mejora macroeconómica bajo el gobierno de Milei, regulaciones más favorables y el crecimiento del sector energético”, sostiene.
Sin incluir a las provincias, el índice corporativo argentino habría obtenido un retorno del 15%, mientras que las provincias lograron un 73% (incluyendo las más pequeñas). Y ya que están en marcha grandes inversiones en petróleo y gas, el BofA prefiere las Obligaciones Negociables (ONs) que los títulos soberanos y plantea “nueve razones" que justifican su posición.
Corporativos vs. soberanos
- Historial superior: los bonos corporativos han mostrado un mejor desempeño a lo largo del tiempo.
- Mayor tasa de recuperación: tras un default, los bonos corporativos suelen recuperar más valor que los soberanos.
- Las empresas deben seguir operando: a diferencia del gobierno, las compañías trabajan activamente para reestructurar su deuda y seguir en el negocio.
- Menos emisores que hace 20 años: dos tercios de las empresas que emitían en 2005 ya no están en el mercado.
- Perfiles crediticios más sólidos: solo las compañías más fuertes siguen emitiendo internacionalmente.
- Ingresos en dólares y exportaciones: varias empresas generan ingresos en dólares o los tienen vinculados a la moneda estadounidense.
- Algunos emisores tienen respaldo offshore: pueden contar con garantías de casas matrices o accionistas extranjeros.
- La mayoría de las empresas son privadas: esto impulsa una gestión enfocada en la rentabilidad y fundamentos más sólidos.
- Accionistas locales con mayor experiencia: los inversores nacionales suelen gestionar mejor los mercados de capitales argentinos que los extranjeros.
Sobre el equity nacional
El BofA remarca que las acciones argentinas triplicaron su valor, lo que motiva las expectativas sobre una posible reclasificación a mercado emergente “en los próximos años”.
Sin embargo, el informe advierte que la sostenibilidad de esta recuperación dependerá de la consolidación fiscal y de la capacidad del país para restablecer su acceso a los mercados financieros internacionales.
El documento destaca el potencial de varios sectores estratégicos que podrían beneficiarse de las reformas en curso y ratifica la exposición del coloso financiero en sectores como el financiero y energético. Así destaca:
- Energía y recursos naturales: la producción de petróleo ha crecido un 50% desde 2019, con exportaciones energéticas que representan 12% del total, impulsadas por Vaca Muerta y una mayor inversión en infraestructura.
- Agroindustria: el sector sigue siendo un pilar fundamental de la economía argentina, con un contexto más favorable para la inversión y la exportación de productos agrícolas.
- Sector financiero: los bancos comenzaron a reactivar la oferta de crédito, impulsados por la digitalización y una mayor estabilidad macroeconómica, lo que podría fortalecer el consumo y la inversión inmobiliaria en los próximos años.
“Argentina tiene una capitalización de mercado ajustada por free float cercana a los u$s52 mil millones, con 101 empresas listadas en el mercado local. El país registra un volumen promedio diario de operaciones de u$s136 millones. El índice Merval es el más importante de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires”, le explica el BofA a sus inversores.
En el S&P Índice Merval, la liquidez se concentra principalmente en tres sectores: Financieras, Energía y Servicios Públicos, que representan el 80% del índice local. El sector líder, Financieros, equivale al 34% del índice.
“Argentina no es un mercado emergente debido a la limitada accesibilidad al mercado". La historia de Argentina en los índices de MSCI ha estado marcada por altibajos durante las últimas cuatro décadas. "El primer paso para recuperar el estatus de EM sería la eliminación del cepo, aunque también se deben abordar cuestiones relacionadas con la infraestructura del mercado y la estabilidad del marco institucional”, sostiene el documento.
Así, el BofA concluye que Argentina tiene la oportunidad de consolidar su transformación económica si mantiene el rumbo de las reformas y logra acceso a financiamiento externo. A pesar de los desafíos políticos y económicos, para el banco el país muestra señales alentadoras de recuperación y estabilidad, lo que lo convierte en un destino de inversión atractivo en la región. El documento citado es una guía que la institución ofreció a sus inversores para entender el momento de la Argentina y tomar decisiones inversores con un “background” de donde viene y hacía donde apunta.
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