El Banco Central atraviesa una inusual racha de compras de divisas para esta época del año, que entusiasma a la city. Apoyado sobre el resultado del blanqueo y el auge del financiamiento en moneda extranjera al sector privado, el BCRA logró hacerse de unos u$s3.300 millones desde mediados de septiembre. Sin embargo, esa buena performance no tuvo un correlato en espejo en la recuperación de las reservas netas, que siguen en terreno muy negativo. Aun así, ese factor por ahora no parece empañar la euforia del mercado, que ahora espera que el flujo de dólares llegue por la vía del endeudamiento.
Dólar: pese a la extensa racha de compras del BCRA, las reservas netas aún son negativas en unos u$s6.000 millones
Desde mediados de septiembre, el Central pudo hacerse de unos u$s3.300 millones, pero menos de la mitad fue a parar a sus tenencias netas. Aun así, la euforia domina el mercado, que ahora espera que el flujo de divisas llegue por la vía de la deuda.
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Este miércoles, la autoridad monetaria compró u$s50 millones e hilvanó su 36° rueda consecutiva con saldo positivo en el mercado oficial de cambios. De esta manera, acumuló compras por u$s3.365 millones desde mediados de septiembre. El resultado era completamente inesperado antes de ese momento ya que esta época del año es la más desafiante en términos estacionales por el menor flujo de divisas del agro que suele suceder cuando termina la cosecha gruesa.
El factor que modificó la tendencia, luego del cimbronazo financiero de la primera parte del tercer trimestre, fue el blanqueo de capitales. La primera etapa de la regularización de activos dejó un saldo de u$s20.631 millones, solo en efectivo. Ese resultado contribuyó a revertir las expectativas de los inversores y ayudó al BCRA a construir un puente de divisas para atravesar estos meses. ¿Cómo? Parte del incremento de los depósitos en dólares fue reciclado a través del otorgamiento de préstamos bancarios en moneda extranjera a empresas (más de u$s900 millones entre octubre y noviembre) y estimuló un boom de emisión de obligaciones negociables en dólares (más de u$s3.000 millones en el mismo lapso).
Por cuestiones regulatorias, los préstamos bancarios en moneda extranjera deben liquidarse en el mercado oficial. En el caso de las obligaciones negociables, la mayor parte también se liquida porque eso les otorga a las empresas acceso al dólar mayorista para repagar no solamente el capital sino también los intereses correspondientes al financiamiento obtenido. Todo eso aumentó la oferta de divisas y le permitió al BCRA encadenar esta racha compradora.
Además del blanqueo, el incentivo del Gobierno al “carry trade” también jugó un papel importante. Con tasas en pesos que superan el ritmo de devaluación que marca la tablita de Luis Caputo y deja jugosas ganancias en dólares, las compañías que acceden a financiamiento en moneda extranjera aprovecharon para apalancar su ingreso a la bicicleta financiera.
Dólar: las reservas netas siguen en rojo
Sin embargo, esa racha compradora no tuvo una traducción equivalente en las reservas netas. Según cálculos de Portfolio Personal Inversiones (PPI), las tenencias internacionales netas del BCRA repuntaron desde los u$s7.914 millones negativos a mediados de septiembre hasta los u$s6.538 millones negativos al cierre de la semana pasada. Esto implica una suba de u$s1.376 millones, menos de la mitad de las divisas compradas en ese lapso. Otros analistas calculan el rojo actual de las reservas en torno a los u$s6.000 millones.
PPI aclaró que esas estimaciones se realizaron en base a la metodología del FMI. En tanto, si no se descontaran de las reservas brutas los vencimientos de Bopreal a 12 meses (deuda que emitió el propio BCRA) y los depósitos que el Tesoro tiene en el Central, las netas serían negativas en u$s4.720 millones.
¿Por qué no todo lo que compró la autoridad monetaria quedó en sus reservas netas? PPI señaló algunos factores: “Hay que considerar que, desde entonces (mediados de septiembre), se aseguró el pago de cupones de enero de la deuda en dólares de u$s1.528 millones y se le pagó intereses trimestrales al FMI por u$s821 millones”.
La euforia impera en el mercado
Pese al rojo de las reservas netas, que fue una de las principales fuentes de preocupación hace solo algunos meses, el mercado hoy sigue de fiesta. En los últimos días, el riesgo país perforó los 750 puntos básicos, la brecha entre el dólar MEP y el oficial quebró el piso del 10% y el índice Merval (medido al CCL) superó el pico nominal de enero de 2018.
Ocurre que esa buena performance financiera, sumada al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, incrementó las expectativas de que la garantía de los pagos de deuda externa que vienen después de los de enero (esos ya están asegurados y, en total, en 2025 vencen cerca de u$s20.000 millones) provenga por la vía de la deuda. Es decir, por un eventual acuerdo con el FMI que incluya dólares frescos, por un repo con bancos internacionales, por préstamos de otros organismos internacionales o, ya más adelante, por un regreso a los mercados internacionales.
Mientras tanto, el equipo económico buscará capitalizar el puente de divisas que construyó para que el BCRA extienda su racha compradora. “Están dadas las condiciones para que se prolongue el ‘veranito’ del Gobierno. Una brecha tan baja y un diferencial tasa-crawl positivo genera las condiciones para que la racha compradora del BCRA se extienda, ya que incentiva a hacer ‘carry’ a exportadores (adelantan liquidación) y a importadores (postergan pagos). Asimismo, hay espacio para que el stock de préstamos crezca, lo que se traduciría en una mayor oferta en el mercado oficial”, consideró PPI.
En ese marco y a pesar de la euforia de la city, hay algunas luces amarillas que permanecen encendidas, como contó Ámbito. La principal duda pasa por el nivel del tipo de cambio real: hoy está apreciado a niveles que, durante las últimas dos décadas, solo se vieron durante un puñado de meses de 2015 y a fines de 2023. Pero hay otros factores que podrían presionar en el frente externo: la devaluación de las monedas emergentes incrementa el encarecimiento de Argentina en dólares y la caída del precio de los commodities amenaza con reducir el flujo de agrodólares en 2025. La política proteccionista prometida por Trump podría exacerbar ambas tendencias.
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