Donald Trump anunció su intención de impulsar el nivel de producción de petróleo y gas de EEUU y deshacer la agenda climática del expresidente Joe Biden, lo que traería volatilidad al mercado energético con algunos efectos sobre las cuentas financieras de las empresas argentinas del sector Oil&Gas.
Efecto Donald Trump: el mercado mide cómo afectará la política energética de EEUU a las acciones argentinas de Oil&Gas
Aunque la política energética de Trump podría generar volatilidad en el mercado del petróleo y gas, lo que impactaría en las empresas argentinas del sector, las proyecciones a largo plazo para las compañías más consolidadas se mantienen optimistas.
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Y es que Trump avanzó con la reanudación de permisos para exportaciones de gas natural licuado (GNL), lo que podría intensificar la competencia en mercados clave como Europa y Asia. Argentina, que apenas comienza a posicionarse como un jugador fuerte del sector, podría enfrentar dificultades para competir contra EEUU, cuya infraestructura es más avanzada y tiene menores costos de producción.
No obstante, los analistas son claros a la hora de señalar que una política agresiva por parte de EEUU -si bien llevaría su tiempo en efectivamente traducirse en mayores volúmenes- agregaría presión al frente Oil&Gas y tal vez podría llevar al crudo Brent más cerca de los u$s65 que de los u$s70. Aunque hay que recordar que el petróleo argentino de los próximos seis meses está casi todo vendido, lo que reduce la exposición a grandes correcciones en el arranque de 2025.
"Drill, baby, Drill"
Ignacio Sniechowski, head of research Grupo Invertir en Bolsa (IEB), explica en declaraciones a Ámbito que, el giro en la política energética de EEUU hacia una mayor explotación y exportación de combustibles fósiles podría aumentar la presión sobre la oferta global de crudo, lo que se traduce en un impacto en los precios internacionales.
Y destaca que, si bien el consenso indica un precio para el Brent de entre u$s65 y u$s70 por barril, una política agresiva de EEUU podría acercar los valores más hacia el rango inferior debido al potencial incremento en la producción. “Este efecto se vería amplificado por el aumento de la producción en países emergentes, incluido Argentina, y los menores recortes de la OPEC+, mientras que la demanda global se revisa a la baja por el menor crecimiento de China”, analiza Sniechowski.
En tanto, Matías Cattaruzzi, Sr. Equity Research Analyst de Adcap Grupo Financiero, sostiene que el inicio del segundo mandato de Trump dominaría el panorama geopolítico y económico. “Buscará reconfigurar los mercados energéticos en un orden mundial fracturado. La estrategia va a priorizar el dominio energético de EEUU y utilizará el petróleo y el gas como herramientas geopolíticas”, advierte.
Y es que Trump, para su política energética interna pretende la desregulación y la reversión de iniciativas climáticas de la gestión anterior, lo que abre la posibilidad de que también se permita la continuidad de plantas generadoras con combustible fósil para que “no cesen sus operaciones prematuramente”. A su vez, expandir su capacidad de exportación de GNL e incentivos para el crecimiento del sector “upstream”, a pesar de desafíos como altos costos de servicios, lo que "podría generar presión bajista en los precios”, dice en línea con Sniechowski.
El factor geopolítico: a tener en cuenta a la hora de invertir
Cattaruzzi también advierte que desde el ámbito geopolítico persisten factores que podrían influir en el precio del crudo. Por un lado, la intensificación de sanciones a las exportaciones de hidrocarburos de Rusia e Irán “podría restringir la oferta y ejercer presión alcista sobre los precios”. Y, al mismo tiempo, el uso de las exportaciones energéticas como herramienta diplomática, en particular en la competencia con el gas ruso hacia Europa, puede generar tensiones entre EEUU y la Unión Europea UE).
Además, la posibilidad de que la Casa Blanca imponga un arancel del 25% a bienes canadienses, que incluyen el crudo, con una probabilidad estimada del 40%, tendría implicancias para el comercio bilateral. “Por otro lado, el retiro de compromisos multilaterales sobre el cambio climático añade presiones bajistas al mercado y complica los esfuerzos globales liderados por las Conferencias de las Partes (COP) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para enfrentar el cambio climático. Estas dinámicas evidencian la interacción compleja entre política energética y mercados globales”, advierte el estratega.
Declaración energética en EEUU: cómo impacta en las empresas argentinas
Mariano Ricciardi, CEO de BDI Consultora, comenta que el mercado está a la espera de los 100 decretos que se anunciaron para el primer día de gobierno, en particular en lo relacionado con las políticas comerciales de energía con Canadá y las posibles restricciones y aranceles que podrían influir en el precio del petróleo, “ya sea al alza o a la baja”. Y plantea que, en un escenario de caída del precio del crudo, “las empresas que operan en Vaca Muerta podrían verse afectadas de manera diferenciada según su tamaño y estructura financiera.
Por un lado, destaca y rescata a las grandes empresas de Vaca Muerta, que cuentan con una gran espalda financiera para enfrentar posibles vientos en contra. Pero, por otro lado, menciona las compañías más pequeñas que operan en la cuenca, “las cuales tienen estructuras financieras más vulnerables y aceleraron la colocación de deuda en los últimos meses vía obligaciones negociables (ONs)”, con lo que un fuerte viento en contra las podría dejar cerca del default.
Ricciardi comenta que esas empresas "más pequeñas", sin dudas, enfrentarían un mayor estrés financiero si una caída en el precio del petróleo se prolonga en el tiempo. Sin embargo, si la baja es circunstancial y no supera los seis meses, “es poco probable que afecte significativamente a los proyectos de largo plazo que caracterizan esta industria”.
El golpe en la cotización de sus acciones
Para Sniechowski, por ejemplo, Vista Energy (VIST), como petrolera enfocada exclusivamente en el segmento "upstream", es más sensible a las fluctuaciones de los precios internacionales que YPF (YPFD), una compañía integrada que puede compensar menores márgenes en "upstream" con sus operaciones "midstream" y "downstream".
En cuanto a Pampa Energía (PAMP), el estratega desliza que el impacto actual de los cambios en el precio del crudo es limitado, “ya que su producción de petróleo es mínima en comparación con su enfoque en gas, generación de energía y otros negocios”, advierte. Sin embargo, a partir de 2026, su producción de shale-oil en Rincón de Aranda podría ganar relevancia.
En general, un aumento significativo en la oferta de crudo sería perjudicial para el sector Oil&Gas argentino, lo que obligaría a las empresas a incrementar volúmenes y optimizar costos, convirtiendo en un factor clave el “avanzar en la capacidad de evacuación de la producción, aunque este último desafío es complejo”, concluye Sniechowski.
La proyección para las empresas argentinas
Cattaruzzi en tanto, remarca que en el corto plazo, “no se espera un impacto significativo para Argentina ni para sus empresas exportadoras”, ya que aumentar en cantidades importantes la producción y en poco tiempo, como busca hacerlo Trump "es complicado".
Sin embargo, “la incertidumbre genera volatilidad para las firmas exportadoras, pero los inversores pueden mitigar ese efecto diversificando hacia empresas con ingresos más estables, como Pampa Energía, enfocada en gas regulado, o YPF, que cuenta con operaciones integradas en refinación y venta de combustible. “Estas actividades actúan como un amortiguador frente a las fluctuaciones internacionales”.
A largo plazo, podría haber una leve presión bajista en los precios del petróleo, pero tanto YPF como Vista Energy mantienen sólidas perspectivas de crecimiento. “Se proyecta un aumento del 38% en la producción total de Vista para 2025 y del 34% en la producción de crudo shale para YPF. Además, una reducción en el riesgo país podría impulsar el valor de sus acciones”, analiza el estratega de Adcap.
Así las cosas, y a pesar de la presión bajista que podría generar la política energética estadounidense y algunos factores geopolíticos, las proyecciones para las grandes empresas argentinas del sector Oil & Gas se mantienen positivas. Si bien la caída en los precios del petróleo podría generar volatilidad en el corto plazo, las compañías más consolidadas del sector están muy bien posicionadas para afrontar este escenario gracias a su diversificación de ingresos y fuertes perspectivas de crecimiento.
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