El Banco Central de Brasil vendió este jueves 3.000 millones de dólares en una subasta al contado, prolongando una serie de intervenciones en el mercado de divisas en medio de una salida de billetes verdes de la mayor economía de América Latina.
El Banco Central de Brasil vendió u$s3.000 millones y el real repuntó
Mientras el gobierno de Lula Da Silva analiza alternativas para frenar la incertidumbre, el Banco Central logró un impacto positivo en el mercado de cambios.
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El Banco Central de Brasil vendió u$s8.000 millones para frenar la caída del real
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Tras la subasta, anunciada a última hora del lunes en vísperas del feriado de Navidad, el real brasileño se aprecia un 0,5% frente al dólar.
La fuerte devaluación del real brasileño
El real brasileño sufrió una significativa devaluación del 24% frente al dólar, a pesar de los esfuerzos del Banco Central, que destinó más de u$s15.000 millones este año para intentar estabilizar la moneda. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta.
Aunque el gobierno de Lula Da Silva implementó medidas como una reforma tributaria y otras estrategias económicas con miras a mejorar la situación en 2025 y 2026, los resultados no han sido los esperados. La reforma tributaria diseñada para simplificar el sistema impositivo mediante la sustitución de varios tributos por un impuesto único al valor agregado, generó incertidumbre en el mercado. Esto se debe, en parte, a que centralizaría la recaudación en el gobierno federal y sería gestionada por un consejo ampliado, lo que generó preocupación sobre su impacto en el actual sistema tributario.
Como consecuencia, el real siguió fluctuando, alcanzando un máximo de 6,30 por dólar. Por otra parte, se le suma la especulación que continúa afectando tanto el mercado de valores como el comportamiento de la moneda, y que las medidas adoptadas hasta ahora no han logrado frenar la devaluación. Esto ya se está reflejando en el costo de los productos importados, con aumentos de entre el 14% y el 24% en algunos artículos de supermercado. Además, el proceso inflacionario está comenzando a impactar cada vez más en la economía brasileña.
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