17 de abril 2025 - 13:40

El BCE recorta las tasas por sexta vez al hilo y apunta a la guerra comercial como amenaza para el crecimiento

El BCE avanza con cautela en su ciclo de recortes, alentado por el progreso en la desinflación, pero condicionado por la creciente incertidumbre global y las tensiones comerciales.

El BCE revisó al alza su previsión de inflación al 2,3% y recortó la estimación de crecimiento económico al 0,9%.

El BCE revisó al alza su previsión de inflación al 2,3% y recortó la estimación de crecimiento económico al 0,9%.

El Banco Central Europeo (BCE) siguió el rumbo previsto y volvió a recortar sus tres tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales). Se trata del séptimo recorte en el actual ciclo de flexibilización monetaria y del sexto consecutivo, tras haber reducido el costo del dinero en todas sus reuniones desde septiembre.

En concreto, el Consejo de Gobierno decidió situar la tasa de facilidad de depósito (DFR) en el 2,25%, la de las operaciones principales de financiación (MRO) en el 2,40% y la de facilidad marginal de crédito (MLF) en el 2,65%. Estos cambios entrarán en vigor el 23 de abril de 2025.

El BCE señaló además que el proceso de desinflación sigue avanzando. Desde Fráncfort destacaron que la evolución de la inflación ha estado en línea con las proyecciones del propio organismo: tanto la inflación general como la subyacente descendieron en marzo, situándose en el 2,2% y el 2,4%, respectivamente, frente al 2,3% y 2,6% previos. También se ha observado una desaceleración notable en la inflación de los servicios.

Las palabras de Lagarde

Según explicó la entidad, "la mayoría de los indicadores de inflación subyacente apuntan a una estabilización sostenida en torno al objetivo del 2% del Consejo de Gobierno en el medio plazo". Además, el crecimiento salarial muestra signos de moderación, y las empresas están absorbiendo parte del impacto de los aumentos de sueldos, aún elevados, en sus márgenes de beneficios, lo que contribuye a contener la presión inflacionaria.

No puedo decir si hemos alcanzado el pico de la incertidumbre. Las negociaciones están en marcha y es difícil predecir qué puede pasar", afirma Lagarde. "Debemos estar preparados para lo impredecible, ser ágiles y depender de los datos".

Sin embargo, no todo el panorama es alentador. El BCE advirtió que la escalada de tensiones comerciales impulsadas por Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, representa un riesgo para la economía de la eurozona.

En su comunicado, la autoridad monetaria subrayó que, si bien la economía del bloque ha mostrado cierta capacidad de resistencia ante las perturbaciones globales, las perspectivas de crecimiento se han debilitado debido al agravamiento del contexto comercial internacional. De acuerdo con el BCE, el aumento de la incertidumbre podría minar la confianza de consumidores y empresas, y la reacción volátil de los mercados ante estas tensiones podría endurecer las condiciones financieras. Estos elementos, alertan, podrían afectar negativamente las perspectivas económicas del área del euro.

Cabe recordar que en su reunión de marzo, el BCE revisó al alza su previsión de inflación al 2,3% y recortó la estimación de crecimiento económico al 0,9%.

Por este motivo, el Consejo de Gobierno reafirmó su compromiso con la estabilidad de precios, y reiteró que seguirá trabajando para que la inflación se mantenga en el 2% a medio plazo. En un entorno marcado por una elevada incertidumbre, el BCE insistió en que adoptará un enfoque basado en los datos, evaluando la situación en cada reunión antes de ajustar su política monetaria.

// El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que la incertidumbre sobre las perspectivas de inflación en la zona euro siguen retrocediendo.
El BCE revisó al alza su previsión de inflación al 2,3% y recortó la estimación de crecimiento económico al 0,9%.

El BCE revisó al alza su previsión de inflación al 2,3% y recortó la estimación de crecimiento económico al 0,9%.

En ese sentido, dejó claro que cualquier decisión sobre los tipos de interés se basará en un análisis detallado de las proyecciones de inflación, los datos económicos y financieros más recientes, la evolución de la inflación subyacente y la fuerza con la que se transmite la política monetaria, sin comprometerse de antemano con una senda definida para los tipos.

Durante la reunión de marzo, el organismo ya había señalado que los últimos recortes de tipos habían permitido que la política monetaria adoptara un sesgo mucho menos restrictivo. El abaratamiento del crédito está empezando a impulsar el crecimiento de los préstamos a empresas y hogares. De hecho, en diciembre ya había eliminado la referencia a mantener los tipos en niveles “suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”.

Por último, sobre el programa de compras de activos (APP) y el plan de emergencia frente a la pandemia (PEPP), el BCE confirmó que ambos están reduciéndose de forma gradual y previsible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el capital de los bonos que vencen.

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