El CEO de Tesla (TSLA.O), Elon Musk, anunció en las últimas horas que reducirá significativamente el tiempo que dedica a colaborar con el gobierno de Donald Trump a partir del próximo mes, y se enfocará más en la gestión de sus múltiples empresas.
Elon Musk reducirá su rol en el gobierno de EEUU ante la presión de los inversores y la caída de Tesla
La decisión del multimillonario de reducir su participación en el gobierno refleja la creciente presión del mercado para que retome el control de Tesla en un contexto de ventas en baja y tensiones geopolíticas.
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Musk se aleja del gobierno de Trump para enfocarse en la crisis de Tesla.
La decisión llega en un contexto de crecientes críticas por su participación en el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) —donde ha liderado iniciativas para recortar empleos federales—, lo que ha desatado protestas constantes y actos de vandalismo en concesionarios de Tesla. Inversores han expresado su preocupación por el escaso tiempo que Musk dedica a Tesla, cuyas ventas se han desplomado.
“El arduo trabajo necesario para poner en marcha al equipo DOGE y colaborar con el gobierno en la reorganización financiera está prácticamente terminado”, dijo Musk en una llamada con analistas. Sin embargo, aclaró que todavía planea dedicar cerca del 40% de su tiempo al proyecto DOGE.
Las acciones de Tesla, que ya habían subido un 4% tras el cierre del mercado justo antes de la llamada de resultados, se dispararon hasta un 5,5% tras sus declaraciones. No obstante, la acción ha perdido casi la mitad de su valor desde su pico en diciembre.
Cómo le fue a Tesla en su cita con el mercado
Al cierre del martes, Tesla reportó ganancias en su negocio principal de autos superiores a las expectativas mínimas, y afirmó que mantiene su plan de lanzar un vehículo asequible.
Sin embargo, la compañía advirtió que tendrá que reevaluar su proyección de crecimiento en tres meses debido a la dificultad de medir el impacto de los cambios en las políticas comerciales globales sobre las cadenas de suministro automotrices y energéticas. Tesla señaló que el “cambio en el sentimiento político” podría afectar significativamente la demanda en el corto plazo.
Las tensiones arancelarias agregan más incertidumbre. Tesla suspendió algunas importaciones de componentes desde China tras el aumento de aranceles estadounidenses al 145%, según informó Reuters. En respuesta, China impuso sus propios aranceles, y Tesla detuvo los pedidos de sus modelos S y X en ese país.
Musk, quien se mostró a favor de aranceles más bajos, reconoció que Tesla no es inmune a la “demanda macro de autos”, y señaló que la incertidumbre económica hace que la gente dude antes de hacer compras importantes. “Sin los problemas macroeconómicos, no vemos una reducción en la demanda”, afirmó. Pero advirtió que los aranceles podrían tener un impacto desproporcionado en el negocio energético de Tesla.
Aunque el margen del primer trimestre superó las expectativas gracias a una reducción de costos, los ingresos automotrices cayeron un 20% y las ganancias netas se desplomaron un 71%, ambas por debajo de lo estimado por Wall Street. Musk reconoció las críticas hacia la empresa, pero restó importancia al posible daño a la marca por la caída de ventas del primer trimestre.
Sus publicaciones recientes en la red social X sugieren que está retomando el control de sus empresas, tras meses concentrado en sus esfuerzos por reducir el gasto gubernamental. Ahora, su tiempo fuera de DOGE se dividirá entre Tesla y sus otras compañías: SpaceX, xAI y Neuralink.
Lo que analiza el mercado
“Creo que más atención de Musk en Tesla es positivo para la acción, pero para ver un movimiento real necesitaríamos un titular como ‘Musk dejará DOGE para enfocarse en Tesla’”, opinó Shawn Campbell, asesor e inversor de Camelthorn Investments.
Tesla reiteró su plan de lanzar un auto económico —considerado clave para su crecimiento futuro— en la primera mitad de 2025, utilizando plataformas y líneas de ensamblaje existentes, luego de abandonar el desarrollo de un modelo completamente nuevo.
“El lanzamiento sigue en pie para la primera mitad del año”, afirmó Lars Moravy, vicepresidente de ingeniería. “La producción puede arrancar más lento de lo esperado, pero no hay ningún obstáculo para comenzar dentro del plazo anunciado”.
Reuters informó la semana pasada que los planes de Tesla para un auto asequible incluirían una versión simplificada del SUV eléctrico Model Y fabricado en EE.UU., aunque su lanzamiento se retrasaría unos meses.
Tesla también dijo que el lanzamiento de su flota de robotaxis en Austin, Texas, sigue programado para junio. La empresa busca aprobación regulatoria, pero persisten preocupaciones sobre la seguridad y los riesgos legales de desplegar tecnología autónoma no probada en vías públicas.
Consultado sobre cuándo aumentará la producción de robotaxis, Musk respondió que espera ver millones de Teslas operando de forma totalmente autónoma para la segunda mitad de 2026.
El margen bruto automotriz del primer trimestre, excluyendo créditos regulatorios, cayó a 12,5% desde el 13,6% del cuarto trimestre, según cálculos de Reuters, aunque superó las expectativas del 11,8% recogidas por 21 analistas de Visible Alpha.
Tesla reportó ingresos de 19.340 millones de dólares en el primer trimestre, por debajo de los 21.110 millones estimados por LSEG.
La empresa ya había informado este mes que sus entregas de vehículos cayeron un 13% en el primer trimestre. Los analistas anticipan una segunda caída anual consecutiva en las entregas de Tesla para 2025, a pesar de incentivos como carga gratuita y funciones de conducción autónoma total para impulsar las ventas.
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