9 de octubre 2024 - 00:00

La estafa piramidal de San Pedro y los desafíos de las nuevas regulaciones a los criptoactivos

Mientras la Comisión Nacional de Valores avanza en nuevas regulaciones de los novedosos y complejos instrumentos financieros denominados criptoactivos, estafadores que habitan en todos los mercados se aprovechan de la codicia de la gente.

La plataforma Rainbow Exchange que aparentemente prometía elevadísimos rendimientos en dólares  y en la que  operan (o creen operar) miles de sampedrinos a través del misterioso Knight Consortium no se encuentra registrada ante la Comisión Nacional de Valores (CNV)
La plataforma Rainbow Exchange que aparentemente prometía elevadísimos rendimientos en dólares  y en la que  operan (o creen operar) miles de sampedrinos a través del misterioso Knight Consortium no se encuentra registrada ante la Comisión Nacional de Valores (CNV)

La plataforma Rainbow Exchange que aparentemente prometía elevadísimos rendimientos en dólares y en la que operan (o creen operar) miles de sampedrinos a través del misterioso Knight Consortium no se encuentra registrada ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), organismo encargado de llevar el registro de los proveedores de servicios de activos virtuales (PSAVs) autorizados a operar en nuestro país.

Bajo el actual marco normativo, si realmente esta plataforma ofrecía u ofrece activos virtuales al público tenía la obligación de cumplir con dicho registro.

Las estafas piramidales, basadas en ofrecer elevadísimos rendimientos que son pagados inicialmente con los aportes de nuevos inversores tienen un horizonte temporal que culmina abruptamente cuando esos nuevos flujos se ralentizan y se diseminan las sospechas de esquemas fraudulentos.

Desde el punto de vista del ahorrista es importante diferenciar dos tipos de riesgo sustancialmente distintos. Un riesgo que se asume al invertir en un determinado activo financiero muy volátil es que este caiga sustancialmente de precio. Otro riesgo muy distinto es que quien ofrece este producto esté cometiendo una estafa.

Estafas en el mundo financiero

Un principio básico a tener en cuenta en el mundo financiero es que cuanto mayor es la rentabilidad “prometida” mayor es el riesgo.

Cualquier promesa firme de asegurar rendimientos financieros muy elevados entra en el terreno de lo muy riesgoso y amerita sospechar la existencia de un posible fraude o estafa.

En el caso de Rainbow Exchange aparentemente los rendimientos prometidos en dólares no guardan ninguna relación con las alternativas que existen en los diversos mercados financieros.

Como referencias a considerar, un plazo fijo en dólares a 30 días en una institución financiera argentina puede pagar cerca de 1% anual. Las letras del tesoro de Estados Unidos, supuestamente el activo de renta fija más seguro del planeta paga 4,63 % anual a 90 días de plazo. En el otro extremo, algunos de los activos de renta fija más riesgosos del planeta, los bonos en dólares de Argentina (y de otros mercados como el de Ucrania o Sri Lanka) que tienen un vencimiento promedio de 3 años rinden cerca de 20% anual (si uno los compra hoy y no los vende hasta su vencimiento).

Aparentemente la plataforma que actúa en San Pedro ofrecía mensualmente rendimientos que no pueden obtenerse anualmente con las alternativas financieras más riesgosas vigentes.

Numerosas plataformas que operaban y operan criptos (y otros activos) en el mundo y en Argentina prometiendo elevados rendimientos en dólares han terminado quebrando, dejando un tendal de damnificados.

Algunos riesgos del universo financiero regulado

Obviamente hay distintos tipos de riesgo. En el sistema financiero argentino generalmente si el dinero está depositado en una entidad financiera supervisada por el Banco Central (BCRA), en una caja de ahorro o en un plazo fijo el riesgo (bajo) que asume el ahorrista es que esa entidad tenga dificultades para devolver esos depósitos, en cuyo caso existe un seguro que cubre en la actualidad hasta 25 millones de pesos por persona, cuenta y depósito.

Simplificando, y si el ahorrista busca obtener mayor rentabilidad (con el mayor riesgo asociado) puede recurrir a los agentes que operan en el mercado de capitales, regulados por la CNV, invirtiendo en productos denominados de renta fija, bonos públicos y privados; de renta variable, acciones; o productos denominados de inversión colectiva tales como fondos comunes de inversión que agrupan a varios activos financieros similares en un mismo instrumento. Invertir en estos activos acarrea riesgos de mercado como por ejemplo que el precio de ese instrumento baje, y que cuando el ahorrista necesite venderlo deba asumir una perdida.

Todas estas operatorias en el mundo financiero tradicional están fuertemente reguladas por el BCRA y por la CNV que son responsables ante los inversores de cualquier comportamiento que se aparte del marco normativo.

Algunos riesgos del universo financiero menos regulado. Criptoactivos

En el mundo financiero global, hace 15 años surgió con fuerza un nuevo universo de instrumentos financieros virtuales no tradicionales denominados criptoactivos. Su principal estandarte, el bitcoin, un activo criptográfico (esto es protegido por complejos algoritmos difíciles de descifrar) basado en una red con altos grados de descentralización llamada blockchain, fue creciendo en su grado de adopción a nivel mundial, dando lugar al desarrollo de un enorme y diverso ecosistema, donde operan en forma global cientos de exchanges (mercados) comprando y vendiendo miles de criptoactivos de diverso tipo.

Alrededor o a partir del bitcoin se creó un (cripto) sistema financiero paralelo que terminó replicando casi milimétricamente el funcionamiento (y las mañas) del sistema financiero tradicional al que supuestamente venía a mejorar.

La dificultad por parte de los Estados de supervisar estos criptoactivos que pueden negociarse en red desde cualquier lugar del planeta en forma anónima o cuasi anónima generó un desafío gigantesco para todos los reguladores financieros del planeta que se vieron sorprendidos y superados por estas nuevas tecnologías.

Desde el punto de vista de su funcionamiento la tecnología blockchain permitió que estos activos pudieran transferirse rápidamente en cualquier momento del día (24 x7) desde y hacia cualquier lugar del planeta. En este sentido, la aparición de criptoactivos (denominados estables) vinculados a monedas como el dólar (muy popular entre argentinos que buscan dolarizarse) puso además en jaque y evidencia la pesadez del sistema financiero tradicional a la hora de realizar transferencias internacionales.

Cripto en Argentina. La regulación que viene

La necesidad de protegerse ante la elevada inflación experimentada en las últimas décadas, los controles de capitales y la enorme calidad y cantidad de capital humano con que cuenta nuestro país hizo que millones de argentinos constituyeran a nuestro país como uno de los de mayor grado de desarrollo de productos y de adopción de criptoactivos a nivel mundial. Según Chainalysis Argentina ocupa el puesto 15 entre los países de mayor adopción de estos instrumentos.

Debido a la nueva normativa aprobada este año por el Congreso y empezada a reglamentar por la Comisión Nacional de Valores toda persona física o jurídica que quiera ofrecer activos virtuales al público debe registrarse ante ese organismo.

Mientras que el BCRA aun impide que las entidades financieras y los proveedores de pago con cuenta de pago ofrezcan activos virtuales, las autoridades de la CNV han señalado públicamente que próximamente avanzaran en la regulación de este mercado, poniendo en consulta nuevas normas que apuntan entre otros objetivos a proteger a los inversores.

Los desafíos que afronta la CNV para regular en esta materia, son enormes que van desde la opaca formación de precios de estos activos, el anonimato de los participantes, las dificultades de auditar tecnologías muy complejas, hasta la custodia de los criptoactivos que puede estar localizada en lejanos paraísos fiscales.

Asimismo, el nuevo marco normativo deberá tener en cuenta la proliferación de ciberdelitos vinculadas al universo cripto. En este sentido diversas fiscalías en el país, pese a sus escasos recursos, se están capacitando y han logrado hechos concretos en investigaciones, pudiendo destacarse la encabezada por Alejandro Musso en la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (UFEIC).

Los hechos ocurridos en San Pedro y otras localidades de Argentina en años recientes ponen en evidencia la relevancia de regular más cercanamente estos activos mientras debería avanzarse decididamente en la educación financiera de la población.

Carlos Weitz

Ex presidente de la Comisión Nacional de Valores. Profesor de Criptoactivos en Universidad de Buenos Aires

Dejá tu comentario

Te puede interesar