Sin duda, desde hace décadas, la carta anual a los inversores del fondo Berkshire Hathaway, del emblemático Warren Buffett, es casi una cita y lectura obligada no solo en Wall Street sino en el resto de los mercados del mundo. Todos buscan señales y datos. Pero ahora más que nunca, porque el famoso inversor cumple 60 años al mando del fondo y había expectativa de pistas sobre todo por la hoja de ruta para la era post Buffett, como así también de oportunidades de inversión, recompras y dividendos, la posición de efectivo, el papel de los gestores de inversiones. En esa búsqueda del Santo Grial, los analistas hicieron foco en la montaña de liquidez con la que cerró el último balance, dado que Buffett no reveló sus intenciones en la carta. Por eso, la gente de MarketWatch recurrió a uno de los gestores más veteranos y seguidor del Presidente de Berkshire Hathaway, Bill Smead, fundador y presidente de Smead Capital Management, para interpretar la misiva del llamado Oráculo de Omaha. ¿Qué dijo?
Mercados en alerta: ¿Warren Buffett anticipa una gran caída?
Todos esperaban la tradicional carta anual del Oráculo de Omaha para sacar datos y pistas sobre los próximos movimientos del famoso fondo. Sin embargo, hubo pocas señales, pero entrelíneas. Un veterano observador de Berkshire Hathaway sacó una importante conclusión.
Warren Buffett no ve "nada convincente" en términos de oportunidades de compra.
Si bien Buffett no mostró sus cartas, él parece estar esperando una gran caída en las acciones antes de desplegar su enorme y creciente reserva de efectivo, sostuvo Smead. En la carta, Buffett ofreció poco que fuera útil en cuanto a orientación, pero lo que sí indicó fue que no ve "nada convincente" en términos de oportunidades de compra, que Berkshire continúa aumentando su reserva de efectivo y que Buffett está preparado para "oscilaciones salvajes" en los valores de las acciones, amplió el fundador y presidente de Smead Capital Management, a William Watts de MarketWatch. “Lea entre líneas… y no estará interesado en comprar hasta que tengamos una caída brusca”, dijo Smead, quien ha estado prestando mucha atención a Buffett y Berkshire Hathaway durante cuatro décadas. Y con una "oscilación brusca", Smead no se refiere a una corrección común y corriente. Cree que Buffett se está preparando para un mercado bajista similar a las caídas que siguieron al estallido de la burbuja puntocom en 2000, cuando el S&P 500 cayó un 49,1% desde su pico hasta su mínimo, o las caídas durante los mercados bajistas de 2007-2009 o finales de los años 1960 y principios de los ‘70.
Berkshire siempre preferiría poseer empresas, antes que el efectivo
Watts señala que en su carta, Buffett tomó nota de que los comentaristas han hecho mucho hincapié en la creciente pila de efectivo y equivalentes de efectivo de Berkshire, que aumentó aún más por encima de los u$s300.000 millones a fines del año fiscal 2024. Buffett insistió en que Berkshire siempre preferiría poseer empresas, ya sea controlándolas en gran medida o directamente o comprando acciones de grandes empresas, antes que el efectivo.
“A pesar de lo que algunos analistas consideran actualmente como una posición de efectivo extraordinaria en Berkshire, la gran mayoría de su dinero sigue estando en acciones. Esa preferencia no cambiará”, escribió Buffett. Al mismo tiempo, Berkshire fue un vendedor neto de u$s134.000 millones en acciones en 2024; y Buffett ha lamentado anteriormente la dificultad de encontrar oportunidades atractivas, agregó Watts.
Por su parte, Smead ha sostenido que los inversores deberían prepararse para un “mercado de valores de Noé”. En otras palabras, va a caer una lluvia intensa y prolongada. En una nota reciente, sostuvo que los inversores deberían construir una cartera de acciones ordinarias “que flote cuando el mercado bajista de varios años cree una cascada de ventas entre las magníficas acciones de crecimiento y los propietarios pasivos del S&P 500”. Smead sostiene que la mayor amenaza es la inflación. Los inversores aplaudieron las acciones hasta alcanzar otra ronda de máximos históricos tras la victoria electoral de Donald Trump, y compararon el momento con la victoria de Ronald Reagan en 1980 y el consiguiente inicio de un mercado alcista de varios años. El problema, dijo Smead, es que la inflación galopante se extinguió pronto tras la victoria de Reagan, mientras que ahora parece que están aumentando las presiones inflacionarias. “Suponemos que la inflación no va a bajar. Pregúntenle a los trabajadores portuarios o a los operarios de Boeing qué significa un contrato sindical a largo plazo que aumenta sus ingresos en un 8,5% anual compuesto”, argumentó Smead en su reciente nota.
Advirtió Buffet sobre la "locura fiscal" y el "descontrol de la moneda"
En su carta, Buffett advirtió contra la “locura fiscal”, que puede evaporar el valor del papel moneda. “En algunos países, esta práctica temeraria se ha vuelto habitual y, en la corta historia de nuestro país, Estados Unidos ha estado cerca del borde. Los bonos con cupón fijo no brindan protección contra el descontrol de la moneda”, dijo Buffett. Smead explicó que no tomó eso como una advertencia explícita sobre la inflación. “Lo poco que dijo (en la carta) que era directo era tan sutil que uno tendría que ser un experto en sutilezas para descubrirlo”, le dijo a MarketWatch. Smead resumió el mensaje de Buffett en lo siguiente: "Hagan lo que yo hago, no lo que yo digo. Acumulen efectivo y no se muestren demasiado ansiosos por comprar".
En esa línea, Nir Kaissar, fundador de Unison Advisors escribió en Bloomberg que el tesoro de u$s325.000 millones en efectivo de Buffett es una señal de alerta temprana, y que el Oráculo de Omaha no pretende ser un experto en cronometrar el mercado, pero sabe cuándo las acciones están caras. Si bien los analistas destacaron de la carta la incorporación de Domino's Pizza a la cartera de Berkshire y una mayor reducción de su participación en Apple, para Kaissar, todos esos movimientos se han visto eclipsados por el acopio de efectivo de u$s325.000 millones de Berkshire, casi el doble del saldo de efectivo de la compañía al final del año, y la mayor cantidad que Buffett haya acumulado jamás. También se produce en un momento en que el indicador de valoración favorito de Buffett -una relación entre el valor del mercado de valores en relación con el tamaño de la economía estadounidense- está en un nivel récord.
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