26 de junio 2024 - 17:13

Oro: gigante de Wall Street lo ve en u$s3.000 en los próximos 12 a 18 meses

A medida que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés y el aumento de la deuda genere incertidumbre económica, el Bank of America pronostica una nueva escalada del precio del metal a esos récords.

Coinciden los analistas en las potencialidades del oro para seguir escalando.

Coinciden los analistas en las potencialidades del oro para seguir escalando.

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El precio del oro ha tenido un comportamiento notable en lo que va de año acumulando una suba de casi 17% desde los 1.970 dólares la onza de principios de año a los más de u$s2.300 actuales. En ese marco, los cambios geopolíticos que se están produciendo hacen que la incertidumbre reinante mantenga la atención de los inversores sobre el metal precioso.

En medio del debate sobre su futuro recorrido desde el Bank of America (BofA) pronosticaron que el oro podría alcanzar los u$s3.000 en los próximos 12 a 18 meses donde las expectativas de cambios en las políticas monetarias de los principales bancos centrales, el lento descenso y control de la inflación y la continua demanda como activo refugio, ante la actual incertidumbre geopolítica, serían algunas de las causas que explicarían su alza.

“Creemos que el oro puede alcanzar los 3.000 dólares la onza en los próximos 12-18 meses, aunque los flujos actuales no justifican ese nivel de precio por ahora. Lograr esto requeriría que la demanda no comercial aumente desde los niveles actuales, lo cual a su vez necesitaría una reducción de la tasa de la Fed. Un flujo hacia ETFs respaldados físicamente y un aumento en los volúmenes de compensación de la LBMA (London Bullion Market Association) serían una primera señal alentadora. Las compras continuas de los bancos centrales también son importantes, y un impulso para reducir la proporción de dólares en los portafolios de divisas probablemente provocará más compras de oro por parte de los bancos centrales”, señala el BofA en su último informe.

Explican que las compras no comerciales de oro aumentaron alrededor de un 3% en el primer trimestre del año, lo suficiente para justificar un precio promedio del oro de u$s2.200 la onza hasta la fecha, pero si siguen subiendo, el oro podría alcanzar los u$s3.000. Además, el hecho de que los bancos centrales manifiesten que planean seguir aumentando sus reservas de oro es otro factor a tener en cuenta, porque estas compras pueden atraer el interés de los inversores privados.

Pero el BofA no está solo del lado de los optimistas del oro ya que también los estrategas de Schroders ven una recuperación del metal a la vista. Así lo afirma James Luke, gestor de fondos especializado en materias primas: "la fragilidad geopolítica y fiscal -tendencias directamente vinculadas a las vertientes demográfica y de desglobalización- se combinan hoy para forjar un camino hacia un impulso mundial sostenido y múltiple de los suministros de oro".

Oro: múltiples razones avalan la suba

"En nuestra opinión, esto podría desencadenar uno de los mercados alcistas más fuertes desde que el presidente Nixon cerró la puerta al oro en noviembre de 1971, poniendo fin a la convertibilidad del dólar estadounidense en oro", apuesta Luke. Al respecto, también apunta que el endurecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China, y las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022, han impulsado las compras récord de oro por parte de los bancos centrales como activo monetario de reserva, algo que desde una perspectiva a largo plazo refleja bien la evolución de la dinámica geopolítica y monetaria/fiscal mundial.

Sobre todo, señala Luke, porque las más de 1.000 toneladas de oro (20% de la demanda mundial) compradas por los bancos centrales en 2022 y 2023, un ritmo que continuó en el primer trimestre de 2024, es potencialmente sísmico y hace que parezca totalmente plausible que la tensa dinámica actual entre los países desarrollados y los emergentes, combinada con la fragilidad fiscal que se cierne no solo sobre la moneda que emite EE.UU., sino sobre todo el bloque económico desarrollado, pueda desencadenar un movimiento sostenido hacia el oro.

"Dicho sin rodeos, el mercado del oro no es lo bastante grande como para absorber un movimiento tan sostenido sin que suban mucho los precios, sobre todo si otros actores mundiales también intentan entrar más o menos al mismo tiempo", señala el gestor.

Destaca además que en la suba de los precios del oro tendrá mucho que ver también el crecimiento de la demanda de los inversores chinos a medida que se desvanece el brillo del sector inmobiliario, pero también la demanda de los inversores occidentales. "El oro seguirá siendo una cobertura relevante frente a la credibilidad fiscal de los bancos centrales y de los países soberanos en general, que los inversores occidentales utilizarán", concluye.

Un dato a tener en cuenta por parte de los inversores es que, según Luke, no es exagerado decir que el sector de la minería del oro podría subir un 50% y seguir pareciendo barato, con una capitalización de mercado total de u$s300.000 millones, el sector de la renta variable aurífera ha sido básicamente ignorado, pero creen que eso va a cambiar. “Si alguna vez ha llegado el momento de incluir la renta variable de oro en una asignación plurianual de metales preciosos, creemos que es ahora”, explica.

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