22 de abril 2025 - 08:56

Oro sin techo: tocó los u$s3.500 y acumula una escalada del 30% en lo que va del año

En un escenario marcado por la incertidumbre económica y política, el metal precioso consolida su posición como activo refugio por excelencia.

El oro también suele beneficiarse de tasas bajas. 

El oro también suele beneficiarse de tasas bajas. 

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El oro sigue brillando con fuerza en los mercados globales. Este lunes rompió un nuevo récord histórico al superar los u$s3.400 por onza, y este martes cruzó el umbral psicológico de los u$s3.500, acumulando una impresionante suba del 30% en lo que va de 2025. En un escenario marcado por la incertidumbre económica y política, el metal precioso consolida su posición como activo refugio por excelencia.

Las claves detrás del alza del oro

Según Linh Tran, analista de mercados de XS.com, el alza del oro está impulsada por tres factores principales: la creciente tensión geopolítica, la indefinición de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y la escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero hay más elementos en juego.

Uno de ellos es la debilidad del dólar. En los últimos tres meses, el índice DXY —que mide el desempeño del dólar frente a una cesta de monedas— cayó más del 10%, marcando mínimos no vistos desde principios de 2022. Esta depreciación favorece al oro, ya que lo vuelve más accesible para inversores que operan en otras divisas. Por caso, el euro alcanzó su nivel más alto frente al dólar desde noviembre de 2021.

La demanda sostenida por parte de bancos centrales y los flujos constantes hacia los ETFs respaldados por oro también alimentan la suba.

“En un entorno de baja liquidez, los activos de riesgo quedan expuestos. La percepción de liquidez entre los gestores es la más baja desde la crisis bancaria de 2023, y las asignaciones a renta variable se desplomaron más de 50 puntos en dos meses. Eso tiene un impacto directo”, señala Javier Molina, analista de eToro.

Tensión comercial sigue generando impacto

Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la agenda económica volvió a estar dominada por los aranceles. Las medidas anunciadas, modificadas o congeladas han generado una gran volatilidad. El llamado "Día de la Liberación", el pasado 2 de abril, marcó un punto de inflexión con la imposición de aranceles recíprocos a decenas de países.

Aunque algunas medidas fueron suspendidas para abrir espacios de negociación, el choque con China sigue intensificándose. Ambos países elevaron mutuamente sus tarifas hasta un punto crítico. Según Beijing, el comercio bilateral está "virtualmente roto", y advierten que no tolerarán acuerdos comerciales entre otros países y EE.UU. que perjudiquen los intereses chinos.

Además, China presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra EEUU y nombró a un nuevo negociador comercial, Li Chenggang, exembajador ante la OMC.

En este contexto, Molina advierte que la volatilidad ha pasado de ser una narrativa de mercado a convertirse en una fuente concreta de disrupción económica. “Hoy, el mercado no está posicionado para reaccionar al alza, incluso si llegan buenas noticias. Está bloqueado”, afirma.

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Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la agenda económica volvió a estar dominada por los aranceles.

Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la agenda económica volvió a estar dominada por los aranceles.

La Fed, entre la presión política y la estanflación

La política monetaria estadounidense es otro foco de atención. En los últimos días, Trump intensificó sus críticas contra Jerome Powell, presidente de la Fed, al exigir que baje las tasas de interés “de inmediato”. Incluso trascendió que la Casa Blanca evalúa su destitución antes del fin de su mandato en 2026.

El exgobernador Kevin Warsh surge como posible reemplazo, aunque habría recomendado no avanzar con el desplazamiento de Powell. Por su parte, el actual titular de la Fed se mostró firme: aseguró que su puesto está protegido por ley y reafirmó la independencia del organismo frente a las presiones políticas.

“Podrán decir lo que quieran, pero haremos nuestro trabajo sin interferencias”, sostuvo Powell en una reciente intervención en Chicago.

La Fed se encuentra en una posición incómoda: teme que la economía estadounidense entre en estanflación, una combinación de estancamiento, alta inflación y desempleo. En ese escenario, Powell advirtió que los objetivos de crecimiento e inflación podrían entrar en conflicto.

El mercado, sin embargo, ya descuenta entre tres y cuatro recortes de tasas este año, aunque los primeros movimientos podrían retrasarse. En ese marco, el oro suele beneficiarse de tasas más bajas, dado que reducen su costo de oportunidad.

Tran lo resume así: “Si se confirman las señales dovish y no hay grandes sobresaltos políticos o económicos, el oro tiene margen para seguir escalando hacia nuevos niveles psicológicos en el corto plazo”.

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