Tanto los inversores optimistas como los más cautos coinciden en algo: Tesla atraviesa un momento crítico. El reporte de resultados del primer trimestre, que la compañía presentará este martes tras el cierre de Wall Street, podría marcar un punto de inflexión. No solo se espera claridad sobre el presente de las ventas, sino también señales concretas sobre el futuro de la empresa, con foco en el desarrollo de un vehículo eléctrico más económico y el esperado lanzamiento de los robotaxis.
Tesla presentará resultados en un clima de incertidumbre: qué espera Wall Street para las Siete Magníficas
En medio de un año crítico para Tesla, el mercado espera que Elon Musk recupere el foco en la compañía y ofrezca señales concretas de futuro para disipar la incertidumbre y frenar el deterioro de la marca.
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Gigantes tecnológicos bajo presión: resultados entre aranceles, caídas y recortes publicitarios.
En la previa, el mercado ya muestra su nerviosismo. Las acciones de Tesla caen cerca de un 6% antes de la apertura del mercado y acumulan una baja de más del 40% en lo que va del año, muy por encima del retroceso del 10% del S&P 500. La presión sobre el CEO Elon Musk también crece, especialmente tras conocerse que las entregas del primer trimestre estuvieron por debajo de lo esperado, incluso después de que las estimaciones de Wall Street ya habían sido recortadas.
Más allá del foco en las cifras, el mercado quiere respuestas. Se espera que Musk detalle cómo y cuándo lanzará el Tesla económico y los robotaxis, dos productos que podrían reimpulsar la marca tras un año difícil. Pero la desconfianza es evidente. Will Rhind, CEO de GraniteShares, advirtió que si el nuevo modelo termina siendo apenas una versión simplificada del Model Y, la decepción será inmediata. “Elon debe cumplir con los tiempos y con el producto”, subrayó.
Los riesgos no son solo internos. Aunque Tesla podría verse menos afectada que otras automotrices por las nuevas tarifas gracias a sus fábricas en EEUU, el encarecimiento para el consumidor final es una amenaza latente. “Aun si Tesla resiste mejor, una caída generalizada de la demanda es posible”, advirtió Rhind.
En medio de esta tormenta, cualquier señal de que Musk podría alejarse de sus aspiraciones políticas y volver a concentrarse en Tesla genera alivio. El breve rebote del 5% en las acciones el pasado 2 de abril se explicó, precisamente, por rumores sobre su salida de DOGE. Pero la pregunta sigue abierta: ¿cuánto daño a la marca ya es irreversible?
Las grandes preguntas que enfrenta Big Tech antes de los resultados trimestrales
Conforme las megacorporaciones tecnológicas presentan sus resultados del primer trimestre, una palabra toma fuerza y domina el panorama: incertidumbre.
La estrategia arancelaria cambiante del Donald Trump generó caos en los mercados durante abril, con cinco jornadas particularmente volátiles en el Nasdaq, en un contexto en el que los inversores intentan anticipar cómo impactará esta nueva fase de proteccionismo en las ganancias de empresas profundamente globalizadas.
El aumento de aranceles no solo eleva los costos operativos: amenaza con recortar el gasto publicitario ante presupuestos más ajustados, y podría provocar una desaceleración del consumo debido al encarecimiento de productos y al posible aumento del desempleo. El rechazo empresarial es casi unánime, visible en la pérdida de billones de dólares en capitalización bursátil en pocos días y en el pronunciamiento de figuras antes cercanas al expresidente, como Elon Musk.
Más allá del perjuicio directo a los negocios, la principal queja de las empresas es la falta de previsibilidad. La dificultad para anticipar decisiones clave —como dónde fabricar, a qué proveedores recurrir o qué productos promocionar— complica la planificación de las grandes tecnológicas.
El 9 de abril, tras varios días de turbulencia bursátil, Trump redujo algunos aranceles al 10% durante 90 días, aunque elevó los destinados a China al 145%. Se especuló luego con exenciones para celulares, computadoras y chips, aunque las señales de la Casa Blanca fueron contradictorias. Apple, particularmente expuesta, podría enfrentar impactos severos si las exenciones no se sostienen.
Con este telón de fondo, Tesla inaugurará este martes la temporada de balances. Le seguirán Alphabet el jueves, y la próxima semana, Meta, Microsoft, Amazon y Apple. Nvidia lo hará a fines de mayo. Hasta el jueves pasado, el Nasdaq acumulaba una caída del 16% en el año, con abril aportando seis puntos negativos. El primer trimestre fue el peor en casi tres años para el índice.
Tesla: distracción, aranceles y caída de márgenes
La automotriz de Musk no atraviesa un buen momento: sus acciones caen un 40% en el año y la compañía registró su peor trimestre desde 2022. A la presión arancelaria se suma la creciente distracción de su CEO, más enfocado en debates políticos y en su respaldo a Trump que en el negocio principal.
Tesla depende de componentes clave importados de México y China. Ya ha solicitado exenciones para traer equipos desde Asia. En la última presentación de resultados, el CFO Vaibhav Taneja advirtió que los aranceles impactarían en la rentabilidad. Los analistas prevén un crecimiento de ingresos de menos del 1% para el trimestre.
La compañía informó 337.000 entregas en el primer trimestre, un 13% menos interanual. Para impulsar la demanda, recurrió a descuentos, lo que comprimió aún más los márgenes. Piper Sandler recortó su precio objetivo alegando que el margen bruto está en mínimos de varios años.
Alphabet: publicidad en riesgo y presión sobre la nube
Google enfrenta un mercado publicitario cada vez más incierto. Piper Sandler estima que el crecimiento global de ese rubro podría caer un 18% para 2025. Grandes anunciantes como Temu y Shein ya recortaron su gasto, afectando tanto a Alphabet como a Meta.
El negocio en la nube también preocupa. Alphabet planea invertir $75.000 millones este año en infraestructura de inteligencia artificial, gran parte de la cual debe importarse. Mizuho advierte que un 25% de los clientes ya ha reducido su inversión en nube, y esa cifra podría duplicarse si los aranceles avanzan.
Meta: exposición directa a China y al gasto discrecional
Aunque su hardware es menor en volumen, Meta está más expuesta que Alphabet al gasto publicitario discrecional, uno de los primeros recortes en tiempos de incertidumbre económica. En 2024, sus ingresos desde China alcanzaron los $18.350 millones, un 11% del total. Temu y Shein representan una porción significativa de esa cifra, lo que la deja vulnerable.
El aumento de costos en infraestructura también afecta. Meta proyecta gastar entre $60.000 y $65.000 millones en 2025 en centros de datos para IA, la mayoría de ellos montados con equipamiento importado.
Microsoft: el software como refugio parcial
Aunque Microsoft fabrica PCs y consolas, su fortaleza está en el software y servicios empresariales. Sin embargo, incluso este segmento empieza a mostrar señales de estrés. Los ciclos de ventas se alargan y los clientes podrían aplazar decisiones de compra ante la volatilidad.
La compañía planea invertir más de $80.000 millones este año fiscal en centros de datos para IA, una apuesta que depende de insumos internacionales. Evercore ISI considera que Microsoft, junto con Salesforce, es de las mejor posicionadas para adaptarse ajustando gastos y protegiendo márgenes.
Amazon: modelo en tensión y presión sobre precios
Con más del 60% de sus ventas provenientes de terceros que importan productos de China, Amazon es extremadamente sensible a los aranceles. La empresa ya canceló pedidos a proveedores asiáticos y algunos vendedores están aumentando precios.
Andy Jassy anticipó que se intentará mantener precios bajos, pero que no todos los vendedores podrán absorber los nuevos costos. En un contexto de comercio global desordenado, Barclays considera que Amazon puede salir fortalecida, como ocurrió durante la pandemia.
Sin embargo, su unidad publicitaria también corre riesgo, así como Amazon Web Services, cuyo funcionamiento depende de chips avanzados y hardware especializado, ambos afectados por el nuevo régimen comercial.
Apple: la más expuesta, en busca de salidas
Casi el 75% de los ingresos de Apple dependen de dispositivos fabricados en Asia. Aunque las exenciones provisorias trajeron alivio, el giro discursivo del propio Trump volvió a encender alarmas. Las acciones de Apple cayeron un 8% en marzo y otro 11% en abril.
La empresa ha intentado diversificar su producción, incrementando su presencia en India y Vietnam. Incluso ya se han realizado envíos desde India a EE. UU. para evitar aranceles. Tim Cook mantiene una estrategia de acercamiento al expresidente, pero los inversores reclaman respuestas concretas.
Nvidia
Las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia son fundamentales para el desarrollo de infraestructura de inteligencia artificial en toda la industria tecnológica. Aunque los semiconductores cuentan con una exención arancelaria, muchos de los servidores de IA que han impulsado el reciente auge se han enviado a Estados Unidos como computadoras casi completamente ensambladas, lo que los expone al riesgo de aranceles.
Dado que un servidor de IA puede costar más de u$s50.000, incluso un arancel pequeño podría tener un fuerte impacto en los costos. Y el aumento de casi diez veces en el precio de las acciones de Nvidia en los últimos dos años ya incorpora la expectativa de que las ventas y los márgenes seguirán creciendo.
Los inversores querrán escuchar del CEO Jensen Huang detalles sobre su relación con Trump, dado el peso potencial de esa dinámica.
La semana pasada, Nvidia anunció que produciría sus “supercomputadoras de IA” en Texas, pocos días después de que Huang se reuniera con Trump en su club Mar-a-Lago en Florida. Nvidia también informó que comprará y ensamblará servicios de producción de chips de compañías en Arizona. La empresa aseguró que “producirá” infraestructura de IA por un valor de medio billón de dólares en los próximos cuatro años.
La Casa Blanca elogió la medida y dijo en un comunicado de prensa que Nvidia lideraba un “auge de chips fabricados en Estados Unidos”. Los planes de producción de Nvidia en EEUU dependerán en gran medida de que la empresa obtenga excepciones para muchas de las piezas que necesita para construir estas computadoras.
La preocupación de Nvidia con el gobierno no se limita a los aranceles. La compañía también informó la semana pasada que asumirá un cargo trimestral de unos u$s55.500 millones vinculado a la exportación de sus GPU H20 a China y otros destinos.
Durante la administración de Joe Biden, EEUU restringió las exportaciones de chips de inteligencia artificial y luego actualizó la normativa para impedir la venta de procesadores de IA más avanzados. El H20 es un chip de IA diseñado para el mercado chino cumpliendo con las restricciones de exportación de EEUU, y generó ingresos estimados de entre u$s512.000 y u$s515.000 millones en 2024.
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