16 de enero 2025 - 16:48

Trump 2.0 y su impacto en Argentina: oportunidades y riesgos para los mercados emergentes

Argentina enfrenta el desafío de aprovechar sus ventajas competitivas en sectores clave, como la energía de Vaca Muerta, mientras gestiona las tensiones derivadas de su relación comercial con EEUU y su posición dentro del FMI.

En una eventual afinidad entre Trump y el Gobierno argentino, los riesgos asociados a la volatilidad cambiaria y las presiones inflacionarias en EEUU no deben subestimarse.

En una eventual afinidad entre Trump y el Gobierno argentino, los riesgos asociados a la volatilidad cambiaria y las presiones inflacionarias en EEUU no deben subestimarse.

El próximo lunes 20 de enero, Donald Trump asumirá la presidencia de EEUU por segunda vez y se convertirá en el 47º mandatario. Este evento genera preocupaciones en los mercados emergentes, como el argentino, debido a la incertidumbre que rodea sus políticas internas y externas, cuyas directrices tardarán en definirse. Aunque ya comienzan a perfilarse algunas líneas generales, el ruido constante en su gobierno podría dificultar la evaluación precisa de las posibles repercusiones en las economías en desarrollo.

Y es que es plausible que aranceles más altos y las políticas del "Make America great again" generen alguna presión alcista sobre la inflación, lo que luego podría derivar en un menor ritmo de recorte de las tasas de interés. En los días inmediatos después de la victoria de Trump, como se esperaba, el dólar estadounidense se fortaleció, lo que se reflejó, a su vez, en un debilitamiento de las monedas de los emergentes.

Cabe recordar que, durante su primer mandato, Trump adoptó una postura proteccionista, en particular, a través de la guerra comercial con China y su enfoque hacia acuerdos comerciales más unilaterales. Una segunda presidencia podría significar la continuación de estas políticas (recargadas), lo que generaría volatilidad en los mercados emergentes debido a las incertidumbres en torno a las tarifas y las cadenas de suministro globales. Los países dependientes de exportaciones a EEUU, como México y Brasil, podrían sufrir grandes dificultades.

Mercados emergentes fuera de China

Es importante recordar que se espera que Trump sea fiscalmente más expansivo, lo que incluye recortes de impuestos y gasto orientado a la reindustrialización, lo que debería impulsar el crecimiento de EEUU. Y, por lo general, un crecimiento más rápido de ese país tiende a traccionar el global a través del canal de exportaciones para otros países. También es cierto que los aranceles más altos podrían amortiguar esta tendencia, pero debería ser positivo para la mayoría de los demás países.

Mario Aguilar, estratega de carteras senior en Janus Henderson comenta en diálogo con Ámbito que los déficits por cuenta corriente podrían desempeñar un papel clave, debido a su impacto significativo en las divisas, lo que, a su vez, afecta los rendimientos denominados en esas monedas.

"Esto es relevante cuando las inversiones dependen de bienes importados en dólares estadounidenses", analiza Aguilar. Dado que estas dinámicas están muy vinculadas al dólar y a las políticas de EEUU, la incertidumbre en torno a las decisiones de Trump "agrega un elemento de imprevisibilidad al panorama económico", sostiene.

Por su parte, Pedro Moreyra, director de Guardian Capital, comenta en declaraciones a este medio y, en línea con Aguilar, que la principal incertidumbre del asunto se encuentra en las políticas proteccionistas de Trump y el efecto que sus aranceles podrían tener, tanto en EEUU como en los mercados globales.

Sucede que un aumento en los aranceles frente a China podría elevar los precios de productos importados, lo que derivaría en un alza en la inflación estadounidense. Esto podría reactivar expectativas de incrementos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

"Esto último podría tener un impacto adverso en la deuda soberana mundial, incluida la de Argentina. En ese escenario, se podría dar un 'fly to quality' y que los fondos salgan de emergentes nuevamente y vayan a bonos del Tesoro", advierte Moreyra.

Cómo queda la Argentina ante Trump 2.0

Estados Unidos es el principal inversor de la Argentina, con u$s30.000 millones y una participación que supera el 18% del total. También es el tercer socio comercial, detrás de Brasil y China, con un intercambio de u$s12.000 millones, una balanza que estructuralmente es deficitaria para el país, según menciona un informe que dio a conocer en las últimas horas ABECEB ante la asunción de Trump.

El documento menciona que el principal complejo exportador hacia EEUU es el de Oil & Gas, junto con la industria química. "Los productos destacados incluyen petróleo crudo, nafta y productos químicos orgánicos e inorgánicos, que en conjunto representan el 36% de las exportaciones totales, por un valor de u$s2.084,7 millones acumulado a noviembre de 2024", menciona.

"Las exportaciones de petróleo crudo de Argentina a EEUU están impulsadas por el crecimiento de Vaca Muerta. Este desarrollo ha sido clave para fortalecer la posición de Argentina como proveedor de energía en el mercado estadounidense", menciona el estudio, que pone de manifiesto la importante relación comercial entre ambos países.

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Inversión extranjera directa proveniente desde EEUU. Fuente: ABECEB.

Inversión extranjera directa proveniente desde EEUU. Fuente: ABECEB.

A esto se suma, como bien explica Aguilar, que la política jugará un papel clave en este escenario. "A medida que las políticas de Javier Milei modelen una nueva Argentina, es probable que otros países comiencen a adoptar enfoques similares, lo que podría beneficiar a la región al fomentar la creación de un mercado más amplio para materias primas y productos terminados", sostiene. No obstante, es probable que este impacto tarde al menos cinco años en materializarse.

Para Aguilar, la energía se perfila como un sector prometedor, especialmente en países que aún no han desarrollado nuevos yacimientos de petróleo o gas, lo que demandará importantes inversiones en el futuro. Además, tecnologías como el biogás, la energía solar e incluso la eólica podrían desempeñar un papel crucial en el desarrollo energético a medio y largo plazo, promoviendo un crecimiento sostenible en la región.

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Principales productos exportados. Fuente: ABECEB.

Principales productos exportados. Fuente: ABECEB.

Para Aguilar, la demografía juega a favor de América Latina, en contraste con regiones como Europa, China o Japón. "Argentina podría consolidarse como un destino atractivo si mantiene su camino de transformación, aunque gran parte de sus activos ya fueron subastados", analiza.

En tanto, Moreyra señala que Trump se mantiene como el candidato que ofrece mayores desregulaciones para la industria financiera y que se muestra más "friendly" con el sector energético tradicional, lo cual podría ser positivo para el potencial energético que tiene Argentina, que "se ubica como uno de los grandes drivers para el fortalecimiento local".

Así, desde Guardian Capital, ponderan papeles como Pampa Energía (PAM), YPF, Vista Oil&Gas (VIST) que tendrán un gran potencial, más allá de las grandes subas que anotaron a lo largo de los últimos tres años.

¿Qué tan posible es un acuerdo con el FMI de la mano de Trump?

Moreyra recuerda que es clave recordar que Estados Unidos cuenta con una participación importante en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y "la afinidad entre Trump y Milei podría ser clave para el armado de un plan con el acreedor, lo cual sería beneficioso para las expectativas macro del país".

Sin embargo, advierte que la respuesta de nuestro país "depende más de Argentina en sí misma que del contexto mundial y la consecuencia, en gran medida, será por la propia situación macroeconómica local". Y recuerda que esto último se pudo apreciar en las últimas semanas de 2024, cuando, ante la volatilidad de los mercados globales, el mercado argentino se mantuvo firme debido a los sólidos drivers macroeconómicos propios".

Moreyra y Aguilar recomiendan que, ante este panorama, los inversores deberían actuar con cautela y evaluar si su estrategia está orientada al corto plazo, para eso de aprovechar las oportunidades en exportadores y empresas con acceso a monedas fuertes, o si optan por inversiones a largo plazo vinculadas a infraestructura o una eventual recuperación económica, que podría llegar tras un período de importantes dificultades.

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