Últimamente, los robos en el país están cada vez mas creativos e insólitos. Los casos de delincuencia siguen creciendo y las estrategias se renuevan con los avances de la policía para prevenir y leer los movimientos de las bandas de antes de que ataquen.
Armas, personas amenazadas y un millón de pesos: el insólito robo al Congreso de la Nación que terminó con dos prófugos por más de 20 años
El robo al Congreso de la Nación fue un antes y un después en los operativos de seguridad para organismos públicos.
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Sin embargo, hay casos que trascendieron a la historia por su novedad y por las grandes cantidades de dinero que se robaron en el crimen. El robo al Congreso de la Nación fue uno de ellos, con un botín de más de un millón de pesos y una dramática secuencia teñida de tintes políticos.
El contexto político del robo al Congreso de la Nación
El robo al Congreso de la Nación Argentina ocurrió el 10 de febrero del año 2000, en un contexto político y económico muy particular. En ese momento, el país estaba bajo la presidencia de Fernando De la Rúa, quien había asumido el cargo apenas dos meses antes, tras una década de gobierno de Carlos Menem. La economía argentina estaba en una situación delicada, con una recesión en curso y una tasa de desempleo creciente. Además, el país mantenía la Ley de Convertibilidad, donde un peso argentino equivalía a un dólar estadounidense, lo que generaba tensiones económicas adicionales.
Cómo fue el robo al Congreso en el año 2000
El día del robo, mientras De la Rúa y el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, discutían medidas para combatir la inseguridad, cuatro hombres armados ingresaron al Tesoro del Congreso. Vestidos de traje y corbata, lograron pasar sin problemas por los controles de seguridad, que no funcionaban adecuadamente. Una vez dentro, redujeron a ocho personas, incluyendo a dos diputados, y obligaron al tesorero a abrir la caja fuerte. Se llevaron aproximadamente un millón de dólares, destinados a los sueldos del personal del Congreso.
Los delincuentes detrás del robo eran liderados por Ángel Manzanelli, un experto en robos de alto perfil. La planificación del asalto fue meticulosa y aprovechó las deficiencias en el sistema de seguridad del Congreso. A pesar de la magnitud del robo, no se disparó un solo tiro.
Qué pasó con los delincuentes del robo al Congreso
Meses después, uno de los autores fue capturado y condenado, pero sus cómplices y el dinero robado nunca fueron encontrados. La investigación reveló la posible complicidad de empleados del Congreso, lo que añadió una capa de complejidad y controversia al caso.
El robo al Congreso no solo fue un golpe económico, sino también un símbolo de la inseguridad y la corrupción que afectaban al país en ese momento. La audacia del asalto y la incapacidad de recuperar el dinero o capturar a todos los responsables dejaron una marca en la memoria colectiva de los argentinos.
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