Tras la conmoción con la miniserie Adolescencia, se abrieron interrogantes sobre la relación entre las pequeñas juventudes y el bullying en el mundo digital. Especialistas señalan a Ámbito la importancia del diálogo con los más chicos en casa, la "desconexión digital" y la necesidad de una capacitación docente en materia del uso de las redes sociales, entre otros.
Bullying digital: el debate tras la serie Adolescencia y posibles respuestas
Resurgió el debate por el uso digital en la infancia y el bullying. Especialistas señalan la importancia del diálogo con la escuela, la interiorización parental y otorgar herramientas para detectar los focos problemáticos.
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La trama narra la historia de Jamie Miller, un niño de 13 años de una familia clase media de un pequeño pueblo de Inglaterra, que le quita la vida a una compañera de su secundario. Él había sufrido bullying digital y se mencionan a las redes sociales Snapchat e Instagram. Este hecho crudísimo da vuelta a toda la comunidad y entre los "por qué" aparece el entorno familiar.
Sobre la inmersión de niños, niñas y adolescentes (NNyA) en las redes sociales, la directora de la organización Red por la Infancia Paula Watcher afirmó a este medio que los adultos "no saben ni siquiera cómo abordar este tema" y sobre los más chicos señaló que "creen que los padres estamos preparados, que porque el chico está en casa 'está seguro'. Pero desconocemos a los peligros que se enfrentan cuando están en este mundo digital".
Adolescence: si los NNyA "están en casa", ¿están a salvo de los Bullying?
Watcher reveló que "la Argentina tiene una de las edades más bajas de adopción del celular, con una media de 8 años" y que el tiempo que los niños pasan en línea afecta, entre otros aspectos, sus habilidades sociales y la comunicación en familia, como sucedió en la reciente producción de Netflix. El fundador y Director de la ONG Hablemos de Bullying Pablo Mainer adhiere a esta última, al afirmar que se debe a "la manera en que se gestiona" la tecnología en sus hogares.
El uso de celular interfiere en las rutinas del hogar y "las familias que promueven el diálogo y el intercambio emocional, logran equilibrar el uso de la tecnología", sumó Mainer. Otro dato revelador que ofreció Watcher a este medio es que existe un número considerable de niños que "no solicitan ayuda de personas adultas -familia o docentes- cuando tienen un problema en internet" ya que "consideran que no son una fuente de ayuda".
Pantallas versus familia
El director de la ONG habló de una forma de gestión parental a lo “todo o nada”, que por un lado los padres "se desentienden" o "pasan a lo prohibitivo donde eso tampoco es efectivo". En tanto, Watcher sostiene que "los adultos desconocen los peligros en línea y creen que porque están físicamente en el hogar los niños están a salvo y que no necesitan brindarles pautas para navegar seguros en línea". Como salida, ambos profesionales ofrecen dos alternativas:
Mainer propone establecer "zonas libres de tecnología", es decir espacios o momentos en los que "los dispositivos se apagan para priorizar la interacción personal" entre todos los miembros familiares.
Watcher sostiene que el primer paso es fomentar el diálogo, presentarse como personas seguras a las cuales pueden recurrir ante cualquier problema, sin juicios o retos.
Adolescence: el rol de la escuela y el hogar
En su informe "Situaciones de violencia en los hogares: detección y prevención desde las escuelas", la organización Argentinxs por la Educación registró que un 53% de niños a consultados a nivel nacional sobre situaciones de violencia y/o abuso contó que habla de estos temas con alguien de la escuela -sea docente, psicopedagogo o un coordinador-.
La analista de datos de Argentinxs Leyre Sáenz Guillén afirmó que existe una "correlación positiva" entre alumnos y docentes cuando se ponen estas problemáticas sobre el pupitre: "Cuanto más se habla, más los chicos piden información de cómo cuidarse del maltrato y cuándo pedir ayuda a una persona de confianza". Algunas señales que demuestra un NNyA víctima de acoso responden a cambios de conducta, aislamiento o ansiedad.
Sobre la violencia vivida en el colegio, Mainer apunta que se trata de "un problema que necesita un abordaje sistémico" ya que "no alcanza solo con sancionar o intervenir". Así, junto a Watcher ambos especialistas sugieren medidas desde los colegios en base a tres aspectos fundamentales:
- La capacitación docente en el uso de redes sociales, dinámicas de ciberacoso, herramientas para advertir "señales de alerta" y de intervención;
- Darle a los estudiantes protagonismo en la participación de proyectos que "promuevan la convivencia y la resolución pacífica de conflictos":
- Involucrar a las familias, "con charlas sobre el uso responsable de la tecnología y la importancia de un diálogo abierto en casa".
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