4 de diciembre 2024 - 12:30

Desapareció en 1792 y nunca se supo más nada: el robo del Diamante Azul, la joya de la Corona francesa

Conocé la historia de uno de los robos más impactantes de Francia.

Este diamante de la Corona Francesa nunca apareció.

Este diamante de la Corona Francesa nunca apareció.

A lo largo de la historia se han registrado robos de todo tipo, algunos destacado por el ingenio de los ladrones, que parece que lo sacaron de una película, y otros destacados por motines que nunca aparecieron. Uno de ellos es el caso del robo del Diamante Azul, una joya de la Corona francesa.

Este hecho ocurrió en 1792 y fue catalogado como uno de los robos más importantes, no solo por su valor económico, sino por su valor histórico. Lo que llama de la atención de este caso es que no hubo ningún tipo de amenaza de por medio y al pasar de mano en mano, nunca se pudo recuperar la joya. Conocé los detalles.

hopeport.jpg

El Diamante Azul, la joya de la Corona Francesa que no se volvió a ver

El Diamante Azul, también conocido como Bleu de France (Azul de Francia), adornó la insignia de la Orden del Toison de Oro del rey Luis XV. Esta gema fue adquirida de un aventurero y comerciante francés por 220.000 libras –el equivalente a 150 kilogramos de oro puro. Rápidamente se añadió al llamado "Gabinete de curiosidades" del castillo de Saint-Germain-en-Laye.

Años más tarde, esta joya fue robada por parte de un antiguo ayuda de camara del rey, Thierry Ville-d’Avray. Fue detenido y encarcelado en la prisión de l’Abbaye, donde murió poco después, mientras las joyas eran reintegradas al Garde-Meuble. Allí se guardaron hasta que, el 11 de septiembre de 1792, unos desconocidos robaron el tesoro real.

Los ladrones pudieron robar varias noches consecutivas sin que nadie se entere. Se adueñaron de nueve mil joyas, entre ellas, la espada cubierta de brillantes de Luis XVI, la chapelle del cardenal Richelieu y gemas como el diamante Sancy, de 55 quilates, o el Regent, de 140, además del esplendido Diamante Azul.

Los responsables fueron arrestados poco después y pronto se recupero una parte del botín, pero aún faltaba el diamante. Esta gema permaneció en poder de un cadete llamado Guillot. Huido a Inglaterra, fue encarcelado cuando intentaba vender la joya en 1796. A partir de ese momento no se supo nada mas del diamante.

museo

Las sospechas de un diamante

En 1812, apareció en poder de un negociante un diamante azul de 45,5 quilates y forma oval, cuyo origen nadie podía establecer. La pieza fue comprada de inmediato por el banquero y coleccionista Thomas Hope, quien dio su nombre al "nuevo" diamante.

Esta permaneció en la familia hasta que entró en quiebra y tuvieron que subastarla. En 1901, fue adquirida por el diamantista estadounidense Simon Frankel, quien la llevo consigo a Nueva York.

Fue subastado de nuevo en varias ocasiones y terminó en manos del coleccionista neoyorquino Harry Winston, quien lo donó en 1958 al Museo de Historia Natural de la Smithsonian Institution de Washington, donde permanece en la actualidad.

Dejá tu comentario

Te puede interesar