La causa que investiga a Candela Salazar, influencer de 27 años acusada de liderar una estafa piramidal en Córdoba con supuestas inversiones en criptomonedas, esta semana sumó un nuevo detenido por orden de la fiscal Lourdes Quagliatti.
Detuvieron al presunto cómplice de la influencer acusada de estafar a sus seguidores con cifras millonarias
Candela Salazar, la supuesta líder de la organización de estafas, está presa desde diciembre. Esta semana se sumó un nuevo detenido por orden de la fiscal Lourdes Quagliatti.
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Influencer acusada de estafar con criptomonedas.
Se trata de Agustín Barrera, también de 27, partícipe en varios de los engaños que le adjudican a la influencer. Fue detenido este miércoles por efectivos policiales del Departamento de Delitos Económicos después de un allanamiento en una casa del barrio Granja de Funes, ubicada en el extremo noroeste de la ciudad de Córdoba.
La imputación de Barrera es la misma que la de Salazar: estafas reiteradas. Salazar habría engañado a por lo menos 11 personas. En varios de esos casos, Barrera tuvo una gran participación la percepción de dinero y en la elaboración y la comunicación del engaño a los clientes.
Barrera no figuraba en la investigación, pero al recibirse nuevas denuncias comenzó a aparecer su nombre. A partir de ahí, la fiscal ordenó la detención. La fiscal lo indagará la próxima semana.
Con el joven detenido esta semana, son tres las personas vinculadas formalmente a esta causa: Salazar, Barrera y Gionco, también de 27 años, quien enfrenta la misma imputación de “estafas reiteradas”. Sin embargo, Gionco no fue detenido porque su participación se limita al rol de partícipe necesario.
La estafa de la influencer
Con 10 mil seguidores en su cuenta de Instagram, Candela ofrecía un curso de marketing digital donde prometía convertir en exitosos especialistas digitales a sus clientes y viajar por el mundo con apenas unas horas de trabajo al día.
El costo del curso se podía financiar: 497 dólares en una cuota.
De acuerdo con la investigación, Gionco se encargaba de captar clientes en un gimnasio de la ciudad. Una vez persuadidos, los clientes se reunían con la influencer para pagarle el curso.
Las primeras víctimas explicaron que a finales de 2023 y en los primeros meses de 2024 comenzaron a producirse incumplimientos que los llevaron a reclamar, y que casualmente, ella se encontraba de viaje y no podía devolverles el dinero.
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