Dos ladrones con armadura, decenas de policías y un tiroteo de más de 40 minutos: así fue el robo frustrado a un importante banco de Estados Unidos

Conocé la historia del enfrentamiento que cambió para siempre la seguridad en Estados Unidos.

Los asaltantes de North Hollywood resistieron más de 44 minutos de tiroteo gracias a sus chalecos antibalas y armamento superior, lo que obligó a la policía a modernizar su equipamiento.

Dos ladrones con armaduras caseras y fuertemente armados llevaron a cabo uno de los tiroteos más violentos en la historia policial de Estados Unidos. El incidente ocurrió cuando intentaron robar una sucursal del Bank of America, lo que derivó en un enfrentamiento de 44 minutos con la policía. El saldo fue de mas de 20 heridos.

Conocido como el "Tiroteo de North Hollywood", el suceso fue transmitido en vivo, revelando la vulnerabilidad de las fuerzas de seguridad frente a delincuentes altamente equipados. Este hecho marcó un punto de inflexión en las tácticas y el armamento de la policía estadounidense.

Cómo fue el intento de robo al banco de Los Ángeles

El 28 de febrero de 1997, Larry Philips y Emil Mtsreanu ingresaron fuertemente armados y con chalecos anti balas a una sucursal del Bank of America en Laurel Canyon Boulevard, Los Angeles. Los ladrones, que ya habían realizado varios robos previamente, planeaban llevarse 750 mil dólares, pero solo lograron sustraer 300 mil antes de que la policía rodeara el banco. A pesar de su intención de evitar un enfrentamiento, ambos estaban preparados para una batalla.

Al salir del banco, fueron recibidos por decenas de patrulleros, lo que resultó en un tiroteo prolongado, con los dos criminales usando armas automáticas y disparando ráfagas contra los oficiales y un helicóptero.

El momento del tiroteo de North Hollywood

Cuando Philips y Mtsreanu se vieron rodeados por la policía, comenzaron a disparar sin control. Philips, protegido por una armadura que cubría la mayor parte de su cuerpo, fue el primero en abrir fuego, hiriendo a varios agentes. Por su parte, Mtsreanu, ya herido, intentó huir en su auto, pero la policía logró detenerlo a pocas cuadras, inutilizando el vehículo con disparos.

El tiroteo fue transmitido en vivo, mostrando cómo dos hombres, armados y protegidos, resistieron a las fuerzas de seguridad durante 44 minutos. Finalmente, Philips, tras ser herido varias veces, se quitó la vida. Mtsreanu, gravemente herido, murió desangrado después de ser capturado por el equipo SWAT.

Qué pasó con los delincuentes

Philips y Mtsreanu encontraron su trágico fin durante el famoso enfrentamiento de North Hollywood. Armados hasta los dientes y protegidos con chalecos de kevlar que cubrían casi todo su cuerpo, lograron resistir múltiples disparos durante casi una hora. Philips, a pesar de las heridas, continuó disparando hasta el último momento, antes de tomar la decisión de suicidarse tras ser rodeado por la policía. Mtsreanu, por su parte, fue herido de gravedad en las piernas, lo que lo obligó a rendirse. Aunque levantó las manos en señal de entrega, murió poco después por la pérdida masiva de sangre, ya que la atención médica no llegó a tiempo.

Este suceso no solo marcó un antes y un después en la historia criminal de Estados Unidos, sino que también dejó un profundo impacto en la sociedad y las fuerzas de seguridad. La brutalidad del enfrentamiento, que fue transmitido en vivo y seguido por millones de espectadores, reveló la incapacidad de la policía para enfrentar a delincuentes fuertemente armados y protegidos. En ese momento, los oficiales solo contaban con pistolas y escopetas, armas que resultaron ineficaces contra las potentes armas automáticas y las armaduras de los ladrones.

Como resultado directo de este evento, la policía de Los Ángeles y otras fuerzas de seguridad en el país revisaron y modernizaron su armamento y estrategias. Se autorizó el uso de armas más potentes, como rifles de asalto, y se mejoró el entrenamiento táctico para enfrentar situaciones de alta peligrosidad. Además, se impulsaron cambios en los protocolos de respuesta ante incidentes con delincuentes fuertemente armados, buscando evitar que una situación como esta volviera a repetirse.

El legado del tiroteo no solo quedó grabado en la memoria colectiva y en las políticas de seguridad, sino también en la cultura popular, siendo retratado en películas, documentales y canciones. La historia del asalto y el enfrentamiento se convirtió en un recordatorio de los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad en la lucha contra el crimen organizado y la importancia de estar preparados para cualquier eventualidad.