Durante 30 años se hizo pasar por el príncipe de Arabia Saudita y robó más de u$s8 millones: la historia de Anthony Gignac

La historia del impostor que durante tres décadas se hizo pasar por "futuro sultán" y, así, engañar inversionistas y robar más de 8 millones de dólares.

Anthony Gignac utilizaba la falsa identidad de Khalid Bin Al-Saud y robó más de 8 millones de dólares. 

Anthony Gignac utilizaba la falsa identidad de Khalid Bin Al-Saud y robó más de 8 millones de dólares. 


Anthony Gignac lideró un sofisticado plan de fraude: se hizo pasar por el príncipe de Arabia Saudita y robó más de 8 millones de dólares. Sostuvo por más de 30 años esta falsa identidad como miembro de la realeza para manipular, engañar y estafar a decenas de inversores y organizaciones alrededor del mundo.

Pero su vida delictiva llena de autos de lujo, joyas exclusivas y millones de dólares en la cuenta bancaria, en 2019 llegó a su fin. Conocé la historia de Anthony Gignac, conocido como Khalid Bin Al-Saud, el "futuro sultán".

¿Quién es Anthony Gignac o "Khalid Bin Al-Saud"?

Anthony Gignac nació en Colombia y fue adoptado por una familia de Michigan, Estados Unidos, cuando tenía siete años. El primer registro de utilizar una falsa identidad, fue a sus doce años, al afirmar ser el hijo de un príncipe saudí, y así, convenció al vendedor de una concesionaria de autos de lo que lo dejara probar un vehículo.

Desde los 17, comenzó a usar la imagen de un miembro de la realeza saudí o de Oriente Medio para estafar a compañías de tarjetas de crédito, bancos, comerciantes e inversores. Llevándolo a ser arrestado 11 veces. En 1991, LA Times lo apodó el "Príncipe del Fraude" tras haber sido descubierto acumulando facturas de hotel y limusinas, prometiendo ser cubiertas por miembros de la familia real. Su sentencia fue de dos años de cárcel.

Y en mayo de 2015, empezó a utilizar el nombre de Khalid Bin Al-Saud. Para sostener su mentira e identidad de "sultán", compró placas y papeles diplomáticos falsos para él y sus guardaespaldas, se vestía con ropa tradicional saudí, usaba anillos y relojes exclusivos, coleccionaba obras de arte y viajaba en jets privados, yates y autos de lujo.

En sus redes sociales, donde estaba como @princedubai_07, hasta publicaba fotografías con miembros de la realeza con títulos como "familia".

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En 2017 fue detenido en Miami.

En 2017 fue detenido en Miami.

El fin del impostor

Durante los primeros meses de 2017, Anthony Gignac, mejor conocido como Khalid Bin Al-Saud, se contactó con un propietario multimillonario para comprar una participación en el Hotel Fontainebleau de Miami, Florida.

Pero en mayo de ese año, su plan se desmoronó por un detalle que el impostor no tuvo en cuenta. El empresario con el que se estaba contactando para hacer negocios, al principio, creyó en la falsa identidad de Gignac pero tras una cena en la que el "príncipe" pidió cerdo, comenzó a sospechar.

Los productos de cerdo están prohibidos para los musulmanes, ya que, según el libro sagrado para esta religión (el Corán) comer este animal y/o sus derivados es un acto impuro.

Es así, que el empresario multimillonario contrató a una empresa de seguridad privada para que lo investigara, llevando a descubrir su verdadera identidad y, posteriormente, su arresto.

Ariana Fajardo Orshan, la fiscal federal a cargo de la causa, sostuvo: "En el transcurso de las últimas tres décadas, Anthony Gignac se ha presentado a sí mismo como un príncipe saudí para manipular, victimizar y estafar a innumerables inversores a nivel mundial".

Con su falsa identidad convencía a las personas de invertir en empresas comerciales inexistentes que decía tener en distintas partes del mundo. Los investigadores afirman que las pérdidas rondan los 8 millones de dólares.

Y a principios de 2019, Anthony Gignac fue declarado culpable por los delitos de fraude electrónico, conspiración y robo de identidad agravado. Siendo condenado a 18 años de prisión.

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