3 de octubre 2024 - 13:58

El futuro de la tierra peligra por la expansión del sol

La estrella principal se expandirá hasta convertirse en una gigante roja capaz de consumir otros planetas. Según un estudio, el porvenir terrestre podría sobrevivir sin ser habitable.

La estrella principal se expandirá hasta convertirse en una gigante roja capaz de consumir otros planetas.
La estrella principal se expandirá hasta convertirse en una gigante roja capaz de consumir otros planetas.

En unos seis mil millones de años, el Sol se expandirá hasta convertirse en una gigante roja, consumiendo a planetas como Mercurio, y posiblemente Venus. Durante mucho tiempo, se ha creído que la Tierra también correría esta suerte, pero nuevos hallazgos sugieren que quizá no todo esté perdido, aunque el planeta podría ser inhabitable para entonces.

Científicos han descubierto un planeta rocoso que logró sobrevivir a la transformación de su estrella en una gigante roja. Este planeta ahora orbita una enana blanca, el remanente estelar que queda después de que una estrella agota su combustible. El descubrimiento es significativo porque el planeta, en algún momento, habría estado ubicado en una órbita similar a la de la Tierra con respecto a su estrella, pero fue empujado a una posición más lejana antes de ser consumido por la gigante roja. Este es el primer planeta rocoso que se detecta orbitando una enana blanca.

No sabemos si la Tierra podría sobrevivir a un proceso similar”, explicó Keming Zhang, astrofísico de la Universidad de California en San Diego y autor principal del estudio publicado en Nature Astronomy. “Pero si lo hace, terminaría en un lugar como este sistema”.

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Según un estudio, el porvenir terrestre  podría sobrevivir sin ser habitable.

Según un estudio, el porvenir terrestre podría sobrevivir sin ser habitable.

El hallazgo del planeta y sus implicancias

El planeta, ubicado a unos 4,000 años luz de distancia, fue descubierto en 2020 gracias a una red de telescopios coreanos utilizando la técnica de microlente gravitacional. Esto ocurrió cuando la estrella enana blanca pasó frente a otra estrella, magnificando la luz de fondo hacia los telescopios. Aunque este evento fue único y no se han podido hacer observaciones continuas, Zhang y su equipo lograron identificar la estrella como una enana blanca utilizando el Observatorio Keck en Hawái. Los datos revelaron que la estrella está orbitada por al menos dos objetos, uno de los cuales es un planeta rocoso con 1.9 veces la masa de la Tierra.

Al modelar la evolución del sistema, los investigadores concluyeron que el planeta alguna vez ocupó una órbita similar a la de la Tierra. Es probable que la estrella original fuera similar al Sol en tamaño y masa, pero al perder masa durante su evolución, el planeta fue impulsado hacia una órbita más lejana, evitando ser destruido.

Este descubrimiento es relevante porque, aunque ya se han encontrado planetas gaseosos orbitando enanas blancas, este sería el primer planeta rocoso que sobrevive este tipo de transformación estelar.

Un futuro incierto

Sin embargo, la presencia de una enana marrón en el sistema complica la historia. Stephen Kane, astrónomo de la Universidad de California, sugiere que la interacción con la enana marrón podría haber alterado la dinámica del sistema, expulsando a otros planetas y dejando solo a los sobrevivientes.

La NASA espera lanzar el telescopio espacial Nancy Grace Roman en 2027, con la misión de encontrar más planetas a través de microlentes gravitacionales, incluidos aquellos que orbitan enanas blancas. Esto permitiría seguir explorando la posibilidad de planetas rocosos sobrevivientes.

Por ahora, el sistema descubierto por Zhang ofrece una visión intrigante sobre el destino potencial de nuestro propio planeta, aunque solo sea por un breve momento en el vasto horizonte del tiempo cósmico.

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