El papa Francisco reapareció en la Plaza de San Pedro: "Feliz domingo y gracias a todos"

La presencia del Papa fue completamente inesperada. Poco antes, había sido leída su intervención escrita durante la misa por el arzobispo Rino Fisichella, sin indicios de que se haría presente.

La primera aparición pública del papa Francisco tras dos meses de internación.

La primera aparición pública del papa Francisco tras dos meses de internación.

En un gesto sorpresivo que conmovió a todos los presentes, el Papa Francisco rompió este domingo su aislamiento médico con una breve pero significativa aparición en la Plaza San Pedro, durante la Jornada del Jubileo de los Enfermos. “Buen domingo a todos. Muchas gracias”, dijo el pontífice con voz débil, ante una multitud que lo recibió entre aplausos, lágrimas y emoción.

La presencia del Papa fue completamente inesperada. Poco antes, había sido leída su intervención escrita durante la misa por el arzobispo Rino Fisichella, sin indicios de que se haría presente. La aparición repentina del pontífice —quien atravesó la plaza en silla de ruedas, acompañado por su enfermero personal y con cánulas de oxígeno visibles en el rostro— generó un “golpe emotivo formidable”, según describieron medios italianos presentes en el lugar.

Francisco salió discretamente desde la Casa de Santa Marta, donde permanece bajo cuidados médicos desde hace dos semanas por recomendación de sus médicos. Antes de llegar a la plaza, entró a la Basílica de San Pedro, se confesó y atravesó la Puerta Santa, uno de los gestos centrales del Año Jubilar.

A pesar de su delicado estado de salud, el Papa lucía animado y sonriente. Su presencia fue recibida como un verdadero “regalo de Dios” por los miles de fieles, entre los que se encontraban personas enfermas, trabajadores sanitarios y voluntarios del ámbito de la salud. Tras su breve intervención, regresó a su residencia en el segundo piso de Santa Marta, donde todo el sector fue adaptado para su atención médica.

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En paralelo, el Vaticano difundió el texto del tradicional Ángelus del mediodía, que en esta ocasión no fue pronunciado en público. En su mensaje, el Papa condenó la grave situación humanitaria en Gaza y pidió el fin de la violencia en varias regiones del mundo. “Lo mismo ocurre en Gaza, donde la gente se ve obligada a vivir en condiciones inimaginables, sin techo, sin comida, sin agua potable. Que callen las armas y se reanude el diálogo, que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población”, expresó.

También mencionó a Ucrania, donde los ataques siguen causando víctimas civiles, incluidos muchos niños. “Sigamos rezando por la paz en la martirizada Ucrania”, añadió, y extendió su llamado a otros países como Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo, Myanmar y Haití, afectados por conflictos y violencia.

Durante la misa en la plaza, el mensaje central del Papa fue un llamado a la inclusión de los enfermos en la vida social: “No apartemos de la sociedad a quienes padecen la enfermedad, porque afrontar juntos el sufrimiento nos hace más humanos”.

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