El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se presentó en el tribunal para declarar por primera vez en su juicio por presunta corrupción. Este proceso capturó la atención de miles tanto en Israel como a nivel internacional. La declaración llegó en un momento marcado por tensiones internas y externas para el mandatario ya que se enfrenta de manera simultánea la guerra en Gaza.
Israel: el primer ministro Benjamín Netanyahu declaró en el juicio por corrupción
El primer ministro de Israel se presentó en el tribunal para declarar en su juicio por presunta corrupción. El caso genera divisiones en Israel en un contexto de guerra y tensiones políticas.
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Netanyahu es el primer jefe de gobierno en funciones de Israel en testificar como acusado en un caso penal. Durante su intervención inicial, el líder israelí negó todas las acusaciones y aseguró que era víctima de una persecución política. “Llevo ocho años esperando este momento para decir la verdad”, afirmó al iniciar su testimonio.
¿Cuáles fueron las acusaciones y los detalles del caso Benjamín Netanyahu?
El juicio contra Netanyahu incluye tres casos separados que detallan posibles abusos de poder:
- Caso 1000: Se lo acusa de aceptar regalos de lujo, como puros y champán valorados en miles de dólares, de un multimillonario productor de Hollywood, a cambio de favores personales y empresariales.
- Caso 2000: Se investigan supuestas negociaciones con el propietario del periódico Yedioth Ahronoth para obtener cobertura favorable, prometiendo a cambio aprobar leyes que frenarían a un medio rival.
- Caso 4000: Según los fiscales, Netanyahu concedió favores regulatorios valorados en 1.800 millones de shekels (cerca de 500 millones de dólares) a Bezeq Telecom Israel para asegurar una cobertura positiva en un portal de noticias controlado por el expresidente de la empresa.
Netanyahu negó todas las acusaciones. “Si hubiera querido una buena cobertura, todo lo que tendría que haber hecho sería señalar hacia una solución de dos Estados… Si me hubiera movido dos pasos a la izquierda, habría sido aclamado”, afirmó durante su declaración.
Las implicaciones legales y políticas del caso
Este proceso judicial no solo afecta la reputación personal de Netanyahu, sino que también tiene un impacto significativo en la política israelí. Las acusaciones polarizaron a la sociedad, dividiendo a los ciudadanos entre quienes exigen su dimisión y quienes lo consideran víctima de un sistema judicial parcial.
El caso obligó a Netanyahu a alternar entre la sala del tribunal y sus funciones como primer ministro en un contexto de guerra. “Estoy dirigiendo el país a través de una guerra de siete frentes. Y creo que ambas cosas pueden hacerse en paralelo”, aseguró al ser cuestionado sobre su capacidad para liderar en estas circunstancias.
A pesar de la presión, Netanyahu sigue firme en su postura y utiliza el caso para reforzar su narrativa de victimización, asegurando que las investigaciones son una “cacería de brujas” destinada a debilitar su liderazgo.
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