Logró robar una icónica obra de arte y estuvo desaparecida por más de dos años: la recuperaron gracias a una venta fallida

Si bien la pintura no era tan famosa antes del crimen, cuando se hizo público el robo, la gente iba al museo a ver el hueco de la pintura faltante.

Cómo fue el robo más increíble que sufrió el Louvre.

La Mona Lisa es uno de los cuadros más famosos de la historia de la humanidad. Es el más reconocible a nivel mundial, y un ícono dentro del realismo de la época. Sin embargo, el hecho que la lanzó a la fama fue su robo el 21 de agosto de 1911 cuando se encontraba expuesto en el Museo del Louvre, en Francia.

La obra renacentista pintada por Leonardo Da Vinci se encuentra en el famoso museo francés desde el 1979, y la planificación del robo fue mas que magistral y brillantemente ejecutada. Sin embargo, dos años después, el ladrón fue descubierto y develó el misterio detrás del crimen.

Cómo fue el robo a la Mona Lisa

El robo a la pintura se realizó en la noche del lunes 21 de agosto de 1911, pero la seguridad del museo no notó la ausencia hasta el martes. Esta demora tiene una explicación bastante lógica, ya que las pinturas solían ser movidas de lugar para sacarles fotos. Tras el hecho, la prensa se encargó de hacer extremadamente famoso el crimen de la "gioconda".

Para realizar las investigaciones, el museo permaneció cerrado por casi dos semanas al público, sin resultados. La policía barajó varias hipótesis, incluyendo un chantaje o extorsión y que llegaría un pedido de rescate, o que podía ser un llamado de atención ante las escasas medidas de seguridad. Incluso llegaron a interrogar a Apollinaire y a Picasso, que en ese entonces eran jóvenes y rebeldes artistas de vanguardia.

Finalmente, en 1913, se descubrió que Vincenzo Peruggia era el ladrón detrás del hecho. El robo no fue tan espectacular como parecía, ya que no requirió un plan elaborado. El museo contaba con una seguridad deficiente y pocos guardias. Como inmigrante italiano, había trabajado en el Louvre en 1910 instalando la puerta de vidrio que protegía la obra y, con su uniforme de empleado, conocía bien cómo estaba sujeta la pintura al marco.

Qué dijo el ladrón de la Mona Lisa cuando cayó preso

Tras su captura, Peruggia afirmó que actuó por patriotismo, creyendo erróneamente que Napoleón había robado la pintura y que su misión era devolverla a Italia. En realidad, Francisco I la había comprado en el siglo XVI por una gran suma. Además, como inmigrante italiano, alegó haber sido víctima de racismo por parte de sus compañeros franceses.