14 de diciembre 2024 - 20:33

Murió Fernando Martínez, el hijo de "Don Satur" y uno de sus dueños

Tenía 93 años. Era hijo del fundador de una de las empresas de bizcochos más conocidas del país. Además era productor lácteo.

Fernando Martínez de joven.

Fernando Martínez de joven.

Este sábado se conoció la noticia de que Fernando Martínez, uno de los dueños de Don Satur, falleció el miércoles pasado a los 93 años. Era hijo de Don Saturnino, el fundador de la emblemática fábrica de bizcochos de grasa de Argentina. También era reconocido como uno impulsor de "la revolución de las vacas".

Martínez fue despedido este sábado por la Asociación Criadores de Holando Argentino (ACHA), de la que era parte desde los tiempos en que su familia ingresó en la actividad agropecuaria. Además de los reconocidos productos de Don Satur, era productor lácteo con la cabaña La Sorianita y La Sorianita II.

Una de las pasiones de Martínez era la genética de la raza lechera Holando. Él impulsó avances para su crianza. Desde la inseminación artificial hasta la importación de embriones de Canadá y Estados Unidos.

image.png
Los bizcochitos de grasa Don Satur. Un clásico.

Los bizcochitos de grasa Don Satur. Un clásico.

ACHA despidió a Martínez a través de sus redes sociales. "Despedimos a un gran amigo de la Raza, Fernando Martínez, socio de ACHA, apasionado por las vacas lecheras, un gran entusiasta en la crianza de vacas, la producción y la industrialización de la leche. Propietario de Cabaña La Sorianita, de donde salieron Grandes Campeonas Holando Argentino. Acompañamos a sus familiares, a su equipo de trabajo y a sus amigos en este momento", escribieron.

La historia de Don Saturnino Martínez

La familia Martínez tiene una historia de migración detrás. Llegaron a la Argentina en la década de 1950 provenientes de Derroñadas, Soria, en España. Allí eran productores de ovinos. Al principio se instalaron en Mar del Plata.

En 1967 Don Saturnino Martínez fundó una panadería en Ramos Mejía donde ya producía los bizcochitos de grasa que lo harían famoso. Con el paso del tiempo, la fama de los bizcochitos fue creciendo de tal manera que toda la familia se dedicó a aumentar la producción para abastecer una demanda cada día más grande. Hoy es un emblema y un clásico.

Dejá tu comentario

Te puede interesar