El robo de diamantes de Amberes ocurrió en febrero de 2003, es considerado uno de los atracos más audaces y sofisticados de la historia. Un grupo de delincuentes logró llevarse diamantes, oro y joyas por un valor estimado de más de 100 millones de dólares del Centro Mundial de Diamantes de Amberes, en Bélgica. A pesar de la meticulosa planificación y ejecución, un descuido fue la caída de los responsables.
Se robaron más de 100 millones de dólares en joyas y el botín jamás fue recuperado: el insólito delito de los diamantes de Amberes
Sin dudas este fue el robo de joyas más grande y mejor planificado del siglo XXI. Enterate todos los detalles del caso.
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La historia del robo de joyas más impresionante
Amberes, en Bélgica, es el epicentro del comercio mundial de diamantes. Aproximadamente el 80% de los diamantes en bruto del mundo pasan por esta ciudad antes de ser cortados, pulidos y vendidos.
Cómo fue el robo de los diamantes de Amberes
El plan para robar los diamantes se dividió en varios pasos que iban realizando los ladrones de a grupo para así poder agilizar tiempo y no tardar mucho:
- Desactivaron los sensores de movimiento y las alarmas utilizando una réplica falsa de la señal original, un truco de ingeniería avanzada.
- Cortaron las cámaras de seguridad y las dejaron grabando en bucle para no ser detectados.
- Evitaron el sensor de calor utilizando láminas de espuma térmica, impidiendo que sus cuerpos fueran detectados.
- Anularon la cerradura electromagnética de la bóveda utilizando un alambre fino insertado en una pequeña grieta.
- Forzaron 123 de las 189 cajas de seguridad, llevándose diamantes, oro, joyas y dinero en efectivo.
Que pasó con las joyas robadas
Hasta el día de hoy, la mayor parte del botín nunca fue recuperada. Se cree que los diamantes fueron vendidos en el mercado negro o en otros países con escaso control sobre la procedencia de las piedras preciosas.
Al día de hoy las autoridades europeas siguen buscando los diamantes por todo el mundo con el objetivo de poder encontrarlos y devolverlos a las cajas de seguridad.
Qué pasó con los delincuentes
El líder de la banda, el italiano Leonardo Notarbartolo, se hizo pasar por un comerciante de diamantes y alquiló una oficina en el edificio del Centro Mundial de Diamantes, lo que le permitió obtener acceso y estudiar minuciosamente las medidas de seguridad. Durante más de dos años, él y su equipo planificaron cada detalle del atraco.
El plan parecía perfecto, pero un error resultó fatal para la banda. Notarbartolo tiró una bolsa de basura en un bosque cercano, que contenía evidencia incriminatoria, como recibos y restos de los sistemas de seguridad desactivados.
Esta pista llevó a la policía hasta él, quien fue arrestado y posteriormente condenado a 10 años de prisión. Sin embargo, se cree que varios miembros de la banda nunca fueron capturados, y gran parte del botín permanece desaparecido.
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