3 de octubre 2024 - 13:59

Un árbol milenario revive y podría ser la clave de un remedio bíblico perdido

La semilla tiene alrededor de 1000 años y fue encontrada en una cueva cerca de Jerusalén a finales de la década de 1980. Un estudio permitió plantarla y obtener así un árbol bíblico con propiedades curativas que estaba extinguido.

Un estudio permitío plantarla y obtener así un árbol bíblico con propiedades curativas que estaba extinguido. 
Un estudio permitío plantarla y obtener así un árbol bíblico con propiedades curativas que estaba extinguido. 
Gentileza Forbes

Un reciente estudio ha revelado el sorprendente crecimiento de un árbol a partir de una antigua semilla encontrada en una cueva cerca de Jerusalén. Según los investigadores, este árbol podría ser la fuente de un bálsamo medicinal mencionado en la Biblia. La semilla fue recuperada durante excavaciones en el desierto de Judea a finales de la década de 1980, y su antigüedad fue determinada mediante análisis de radiocarbono, que datan su origen en alrededor de 1000 años.

Los científicos creen que la semilla probablemente proviene de una población de árboles ahora extinta, que crecía en la región del Levante meridional, abarcando las áreas actuales de Israel, Palestina y Jordania. Es la primera vez que se encuentra una semilla de este tipo en esta zona. Gracias a su viabilidad, la semilla fue plantada y cuidada minuciosamente, brotando en unas cinco semanas. Después de 14 años de desarrollo, el árbol ha alcanzado su madurez, y ha sido bautizado como "Sheba", en honor a la reina de Saba, quien, según la leyenda, ofreció bálsamos al rey Salomón.

Sheba, un árbol de características únicas

“Sheba” se ha convertido en un árbol de aproximadamente 3 metros de altura, con una corteza que se desprende en capas finas y un color verde oscuro en su interior. Este árbol caducifolio, que pierde sus hojas en los meses fríos, pertenece al género Commiphora, conocido por producir resinas aromáticas. No obstante, a diferencia de otras especies del género, las pruebas de laboratorio revelaron que "Sheba" tiene una fragancia mínima, lo que sugiere que produce una resina con propiedades curativas más que aromáticas.

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FIGURA 1: (a) semilla antigua antes de la siembra (b) semilla en desarrollo a las 5 semanas mostrando epicotilo y cotiledones en desarrollo cubiertos por la cubierta de la semilla (c) plántula (6 meses) (d) corteza descascarada (12 años) (e) hojas que muestran pelos finos (12 años) (f) árbol maduro (12 años). El Sr. Guy Eisner otorgó permiso para el uso de las imágenes que se muestran en la Fig. 1 (a) y (cf) y la Dra. Elaine Solowey para la Fig. 1 (b).

FIGURA 1: (a) semilla antigua antes de la siembra (b) semilla en desarrollo a las 5 semanas mostrando epicotilo y cotiledones en desarrollo cubiertos por la cubierta de la semilla (c) plántula (6 meses) (d) corteza descascarada (12 años) (e) hojas que muestran pelos finos (12 años) (f) árbol maduro (12 años). El Sr. Guy Eisner otorgó permiso para el uso de las imágenes que se muestran en la Fig. 1 (a) y (cf) y la Dra. Elaine Solowey para la Fig. 1 (b).

Al realizar pruebas de ADN, los investigadores concluyeron que "Sheba" es una especie única y potencialmente extinta de Commiphora, género famoso por sus resinas usadas en perfumes, inciensos y medicinas. Al cortar su corteza, el árbol exuda una pequeña cantidad de oleorresina que ha demostrado reducir inflamaciones en pruebas con humanos. Además, se descubrió que la resina contiene escualeno, un compuesto con propiedades antioxidantes que podría haberse utilizado para tratar y proteger la piel.

El estudio sugiere que los habitantes de la región en la antigüedad conocían las cualidades medicinales de estos árboles y los plantaban con fines curativos. Los investigadores plantean que la resina de "Sheba" podría ser el "tsori", un bálsamo muy apreciado en la antigüedad y mencionado en varios textos bíblicos. Este compuesto se utilizaba no solo con fines medicinales, sino también en la elaboración de perfumes, para embalsamar cuerpos y como antídoto contra venenos.

El futuro incierto de "Sheba"

A pesar de los avances en la investigación, los científicos no han podido determinar con certeza a qué especie exacta pertenece "Sheba", ya que el árbol no ha florecido, lo que impide un análisis reproductivo más detallado. Por ahora, se desconoce si "Sheba" llegará a florecer alguna vez, lo que deja en suspenso la posibilidad de obtener más información sobre este fascinante hallazgo.

En conclusión, el árbol "Sheba" representa un linaje perdido de árboles que alguna vez fue común en el Levante, pero que aparentemente se extinguió hacia el siglo IX. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre las causas de la desaparición de estas especies y abre la puerta a nuevas investigaciones sobre las propiedades medicinales de su resina.

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