A lo largo de la historia se han llevado a cabo robos magistralmente ejecutados y que dejaron una huella en la sociedad debido a la exposición de la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad. Ya sea por un plan extremadamente meticuloso, un criminal experto, o unas instalaciones incapaces de cuidar los tesoros que tienen dentro.
Un "hombre araña" y pinturas desaparecidas de 100 millones de euros: el robo que impactó a toda Francia
A pesar de haber atrapado al ladrón y su equipo, las pinturas nunca fueron recuperadas.
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El incónico ladrón que robó cinco obras del Museo de Arte Moderno de Paris.
Todos estos factores confluyeron en el famoso robo al Museo de Arte Moderno de Paris. Hace más de una década, un "hombre araña" supo infiltrarse y llevarse 100 millones de euros en pinturas emblemáticas. Lo más particular es que el botín nunca fue recuperado a pesar de haber atrapado al ladrón.
El Robo al Museo de Arte Moderno de Paris
La noche del 19 de mayo de 2010, el Hombre Araña" llegó al Museo de Arte Moderno de París equipado con herramientas especializadas y guantes para evitar dejar huellas. Se coló por una reja de seguridad y, con una precisión increíble, rompió una ventana sin activar las alarmas. Esto fue posible porque el sistema de seguridad del museo llevaba semanas averiado, un fallo que Tomic había descubierto durante sus múltiples visitas previas para estudiar el lugar.
Una vez dentro, se dirigió directamente al área donde se exhibían algunas de las piezas más valiosas del museo. Según confesó más tarde, eligió previamente las obras basándose en su valor y portabilidad. En cuestión de minutos, sustrajo cinco pinturas de Picasso, Matisse, Modigliani, Braque y Léger, valuadas en aproximadamente 100 millones de euros. El ladrón retiró las pinturas con sumo cuidado de sus marcos, probablemente utilizando un cúter para no dañar las telas. Esto le permitió transportarlas con facilidad, enrollándolas para esconderlas en una bolsa. La operación fue tan meticulosa que no se hallaron huellas inmediatas del paradero de las pinturas ni del ladrón.
Qué pasó con los criminales
El ladrón salió del museo por el mismo camino por el que había entrado, deslizándose nuevamente por la ventana y bajando por la fachada del edificio sin ser detectado. Todo el robo ocurrió en menos de 15 minutos, y las cámaras de seguridad, aunque grabaron imágenes del ladrón, no alertaron al personal. Al amanecer, los empleados del museo descubrieron el robo, con los marcos vacíos y las pinturas desaparecidas. Fue entonces cuando se activaron las alarmas y comenzó una investigación que llevó a atrapar en 2011 a Vjeran Tomic.
Durante el juicio, Tomic confesó que había planeado el robo con meses de antelación, explorando el museo y evaluando sus vulnerabilidades. También implicó a otros dos hombres: un marchante de arte encargado de encontrar compradores para las obras y un intermediario que las ocultaba.
Tomic y sus cómplices fueron condenados en 2017. El ladrón principal recibió una sentencia de ocho años de prisión, mientras que los otros involucrados enfrentaron penas menores. Sin embargo, el destino de las pinturas sigue siendo un misterio, ya que habían sido destruidas por uno de los cómplices en un intento de ocultar pruebas, según los criminales.
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