Con la llegada del verano, las piscinas se convierten en un refugio refrescante para combatir el calor. Sin embargo, detrás de esa fachada de diversión, acechan riesgos invisibles que pueden arruinar tus días de sol. Las infecciones acuáticas son una realidad que muchos ignoran.
Aguas peligrosas: cinco infecciones que acechan en las piletas este verano
No dejes que la diversión se convierta en un riesgo para tu salud. Descubre las infecciones más comunes que pueden ocultarse en el agua y aprende cómo protegerte para disfrutar del verano sin preocupaciones.
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Conoce las cinco principales infecciones que puedes contraer al zambullirte en el agua y cómo protegerte de ellas.
1. Enfermedad gastrointestinal aguda: un villano común
La gastroenteritis, más conocida como enfermedad gastrointestinal aguda, puede transformar un día de diversión en una pesadilla. Provocada por patógenos como Cryptosporidium y Norovirus, esta infección causa síntomas desagradables como vómitos y diarrea. La contaminación del agua por estos organismos ocurre fácilmente si no se siguen las normas de higiene adecuadas en las instalaciones.
2. Cuidado con tu piel: el parásito esquistosoma
La piel también puede ser víctima de infecciones en la piscina. El parásito Esquistosoma aviar provoca cercariosis cutánea, manifestándose como un incómodo salpullido. Mantente alerta: el contacto con agua contaminada es el camino más directo hacia esta irritante afección.
3. Infecciones del oído: la amenaza silenciosa
¿Alguna vez has escuchado sobre el "oído de nadador"? Esta molestia es causada por bacterias como Pseudomonas y se traduce en picazón, enrojecimiento y secreción en el oído. La foliculitis de la bañera es otro efecto no deseado, con protuberancias que
pueden llenarse de pus. La prevención es clave: secar bien los oídos después de nadar puede hacer la diferencia.
4. Irritaciones oculares: más que aolo Aardor
Los productos químicos en las piscinas, como el cloro, pueden causar irritaciones oculares. Si notas ardor, enrojecimiento o incluso visión borrosa, podrías estar enfrentando un problema relacionado con la calidad del agua. Usar gafas de natación puede ayudar a proteger tus ojos y permitirte disfrutar del agua sin preocupaciones.
5. Enfermedades respiratorias: no subestimes el riesgo
La bacteria Legionella puede convertirse en una amenaza en piscinas mal mantenidas, causando infecciones respiratorias que afectan desde la nariz hasta los pulmones. Los síntomas incluyen mucosidad en la nariz, tos y dificultad para respirar. Mantener la calidad del agua es esencial para evitar estos problemas.
¿Cómo protegerte? estrategias para un verano sin infecciones
Para disfrutar de un verano seguro en la piscina, sigue estas recomendaciones:
- Sé Responsable: No ingreses a la piscina si has tenido diarrea en las últimas dos semanas. Esto ayuda a prevenir la introducción de patógenos en el agua.
- Higiene Personal: Evita tragar agua mientras nadas y asegúrate de secar bien tus oídos al salir del agua.
- Consulta Fuentes Confiables: Antes de visitar una piscina, verifica su estado de limpieza y mantenimiento con organismos públicos habilitantes.
Disfruta, pero con cuidado
El verano debería ser sinónimo de diversión y relajación, no de enfermedades. Conociendo los riesgos y tomando precauciones adecuadas. La diversión en la piscina no debería venir acompañada de riesgos para la salud. Siguiendo estos consejos y manteniendo buenas prácticas de higiene puedes disfrutar del agua de manera segura. Recuerda que los grupos más vulnerables, como los niños, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados, deben tener especial cuidado. ¡Este verano, cuida tu salud y la de los demás mientras disfrutas del sol y el agua!
Presidente de Fundación para la medicina prehospitalaria.
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