El tema de los riesgos que puede acarrear el hecho de someterse a una cirugía estética, se puso sobre la mesa tras la muerte de la modelo y actriz Silvina Luna como consecuencia de los problemas de salud que sufría desde hacía unos diez años derivados de una intervención de ese tipo que le había realizado el médico Aníbal Lotocki. Si bien se trató de un caso de mala praxis que el ahora imputado médico cometió en repetidas ocasiones al inyectar metacrilato en el cuerpo a distintos pacientes, lo que parece casi un modus operandis, no deja de ser una buena oportunidad para hablar de la importancia de conocer todos los detalles que hay que conocer antes de decidir operarse.
Cirugía estética: lo que hay que saber antes de operarse, los riesgos y qué profesionales son los más aptos
En momentos en los que la atención está puesta sobre los profesionales que llevan a cabo este tipo de intervenciones, dialogamos el cirujano plástico Luis Corrales, médico de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien formó parte del equipo del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Churruca Visca durante 20 años. Desde 2007 a la actualidad trabaja como cirujano plástico en el Hospital Universitario Austral, donde realiza tanto cirugías estéticas como reparadoras.
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Sobre este tema dialogó con Ámbito el cirujano plástico Luis Corrales, médico de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien formó parte del equipo del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Churruca Visca durante 20 años. Desde 2007 a la actualidad trabaja como cirujano plástico en el Hospital Universitario Austral, donde realiza tanto cirugías estéticas como reparadoras.
El experto advierte que es esencial saber qué es una cirugía plástica y en ese camino de definir la especialidad comienza diciendo que pueden ser estéticas o reparadoras. "A grandes rasgos la diferencia sería que, en la reparadora, uno está reparando un defecto que puede ser de nacimiento, un defecto que puede ser postraumático, por un accidente, por ejemplo, o un defecto que puede ser posquirúrgico (en caso de una cirugía que generó alguna complicación y quedó algún defecto). En tanto que la cirugía estética, no opera algún defecto en sí. En todo caso, quisiéramos optimizar algo", explica.
Así señala que, en el segundo caso, “no estamos arreglando nada, o sea, en realidad no hay nada que arreglar, en todo caso, podríamos mejorar algún aspecto, sino que se busca un resultado estético que el paciente persigue”. En definitiva, resalta que el común denominador en estos casos es que se opera pacientes sanos. “Una cosa es reparar algo y otra cosa es intentar mejorarlo. Son dos conceptos distintos” resalta Corrales.
El gran tema es que, hoy por hoy, las obras sociales están obligadas a cubrir cirugías reparadoras y los pagos no son tan buenos, ppor lo que muchos médicos eligen dedicarse a las estéticas y, en este punto, aparece un elemento clave, la pata del negocio. “La mayoría buscaría el rédito económico y el rédito económico entonces es hacer cirugía privada estética”, explica el médico.
Lo que hay que saber antes de ir a una cirugía
Esto hace que la oferta de médicos sea muy amplia, no hay respaldo de una obra social que garantice el expertise del cirujano y responda por sus credenciales y no sea fácil elegir ni saber por dónde empezar. Y, en este sentido, Corrales recomienda que, antes de entrar a un quirófano y ponerse en manos de un profesional, conocer los siguientes datos:
1. Antecedentes del profesional
Lo primero que hay que investigar es cuáles son los antecedentes del profesional. En este sentido, Corrales recomienda buscar distintos canales y no confiar únicamente, por ejemplo "en ver diplomas colgados en el consultorio, que una persona corriente no entiende qué son" o simplemente referencias de Internet. Así, recomienda que hay que buscar los distintos medios que permitan chequear el historial de cada de cada cirujano. Se puede entrecruzar información, por ejemplo, ya que estamos poniendo nuestra vida en manos de esa persona. El buscador de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora es una buena manera de hacerlo. En este link.
2. Estudios pre quirúrgicos
Por otro lado, señala que "el segundo punto importante tiene que ver con los preparativos en cuanto a los estudios prequirúrgicos", por un lado. Es decir, asegurarse que uno está en condiciones para someterse al proceso de una cirugía. Y, por otro, averiguar sobre el lugar en el que se realizará la cirugía. "Hay que fijarse qué centros están habilitados y asegurarse de que el espacio en el que se hará sea un centro habilitado" y tenga todo lo necesario para una correcta atención.
3. Origen y calidad de los materiales a utilizar
Por otro lado, Corrales, afirma que "el caso de Silvina Luna llegó para cuestionar cuáles son los materiales que deben usarse en cada tipo de intervención". Entonces, algo que hay que preguntarse es "qué es lo que uno usa, usa implantes, usa un inyectable, qué es lo que usa y es clave chequear lo mejor posible la trazabilidad de lo que el médico está implantando", precisó.
4. Seguimiento post operatorio
"El cuarto punto sería el seguimiento", enfatiza el médico. Y resalta la importancia de asegurarse de cómo se hace el seguimiento y quién lo hace. Es muy importante conocer cómo va a ser el después de la intervención, cómo van a ser los controles, quién los va a llevar adelante y con qué frecuencia. También es bueno conocer los síntomas que pueden ser habituales después de la cirugía y cuáles deben llamarnos la atención para consultar en caso que aparezcan.
5. Relación médico-paciente
Finalmente, para Corrales, el elemento más importante de todos es la relación médico-paciente, que es clave para que el proceso sea positivo. "Es importante, más allá que un médico sea técnicamente perfecto, darle lugar a la hora de elegir al cirujano al análisis de cómo es esa relación, es decir, si hay piel o no", opina.
Tal como se desprende de lo que dice Corrales, uno tendría que haber atravesado un montón de etapas de averiguación antes de entrar al quirófano, que muchos no cumplen. Y advierte que esto es clave porque "cualquiera ya se presenta como el mejor cirujano plástico que hace estética, pero, después surgen problemas; no es lo que se promociona por Instagram, obviamente".
La importancia de consultar profesionales en cirugía plástica
En este punto, advierte que las redes sociales generaron un gran problema, "porque cada uno arma su propio currículum". Entonces se llenó de médicos que inventan sus títulos, se llenó incluso de sociedades científicas. "Es como que yo me junte con dos o tres cirujanos plásticos y fundemos la sociedad de cirujanos estéticos y nos pongamos ese nombre y entonces la gente en realidad no sabe cuál es la sociedad científica madre", alerta Corrales, quien apunta que ahí es donde todo se confunde.
"Los que avalan la formación de los cirujanos plásticos en Argentina es la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica Estética y Reparadora, que después tiene filiales en las distintas provincias. Por ejemplo, yo pertenezco también a la filial de Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires", enfatiza.
Y señala que en Internet lo único que se ve son las fotos, que en la mayoría de los casos, están retocadas con Photoshop. "Yo he visto eso hasta en los congresos científicos, cómo no las va a haber eso en la Web", plantea.
Como consecuencia de toda esa improvisación, comenta que, "en el hospital vemos todos los problemas de cirugía que no quedaron como uno pensaba que iba a quedar" y cuenta que, incluso hay médicos que están llenos de juicios a los que no les importa en muchos casos. "El tema es que no hay una cuestión punitiva. En algún caso, se les saca el título, como estamos viendo en el caso de Lotocki", apunta.
Un gran problema es que los procesos de la justicia son muy largos en Argentina y durante todo el proceso los imputados siguen ejerciendo e incluso muchos lo mantienen después. "Total, cierran un consultorio, abren otro y ahí siguen", sostiene Corrales.
Legislación: por qué profesionales que no son cirujanos plásticos ejercen
Otro punto clave es que, en Argentina, hay un gris en la legislación que permite que el médico, una vez que se recibe pueda hacer cualquier procedimiento. "Siempre la ley corre detrás, porque entonces después si hay algún problema, o algún resultado no deseado, uno tendrá que dar las explicaciones del caso de cómo se formó y adquirió las habilidades para hacer eso. Y por eso es que uno hace una residencia, cursos superiores y toda la formación", critica el cirujano respecto de cómo funciona el sistema de habilitación en el país.
Alerta que, bajo esas circunstancias, es esperable que, tarde o temprano, los casos como el de Lotocki puedan suceder. "Entonces, lo que habría que hacer es corregir la ley para que las cirugías estéticas tengan que ser hechas por cirujanos plásticos, como las neurocirugías por neurocirujanos y las traumatológicas por traumatólogos", señala.
Enfatiza, en ese sentido, que "la mala comunicación de la comunidad científica es, en gran parte, lo que facilita la aparición de 'chantas' porque no se puede ser un autodidacta". Claro está que sería ideal que que alguien corroborara que el médico que hace una cirugía se fue formando para eso".
Y, en este sentido, Corrales cuenta que hay todo un debate dentro de la comunidad médica, que padece un problema que es "el intrusismo médico". ¿Qué es? "Es todas las especialidades que, de alguna manera, se atribuyeron habilidades o conocimientos para hacer estética facial. Por ejemplo, los odontólogos ahora aducen de que ellos también pueden hacer tratamientos con ácido hialurónico porque ellos estudiaron la anatomía facial", comenta.
Una especialidad que evoluciona
Asimismo, en materia de cirugía estética, Corrales cuenta que "siempre hay nuevas técnicas, hay técnicas que son mucho menos invasivas que otras y, por ejemplo, hay un cambio de paradigma en lo que es estética facial que son los inyectables". Sin embargo, también ahí hay una creencia peligrosa para el paciente porque plantea que "parecería que es solamente pinchar y poner un relleno y mucha gente se anima a hacerlo".
Sin embargo, es en ese punto en el que aparecen resultados adversos como consecuencia de los problemas técnicos de aplicación de los rellenos o resultados negativos por una mala cuestión estética. "No todos los médicos están formados en estética facial que tiene que ver con armonías, con relaciones entre las distintas estructuras de la cara", advierte.
"Es un concepto muy interesante, porque no es que solamente los cirujanos plásticos seamos como los policías de la estética y decimos 'esto está bien, esto está mal', sino que hay todo un trasfondo, como el número aureo, que indica las relaciones ideales entre las cosas. Leonardo Da Vinci ya había hablado del número aureo, es muy interesante eso y no todo el mundo tienen toda esta información o está formado en esto", dice.
Por otro lado, comenta, por ejemplo, que se está avanzando ahora en una técnica conocida como Deep Lifting, que plantea al ir a los planos más profundos para hacer un lifting e indica que, "si uno no tiene una técnica muy desarrollada y no tiene el instrumental muy preciso para hacerlo, el riesgo de complicaciones es muy alto" y puede derivar en complicaciones graves, parálisis facial, etcétera.
En definitiva, Corrales explica que no cualquiera puede hacer una cirugía. "La carrera de cirugía plástica es muy larga porque uno tiene que hacer los seis años de medicina, después cuatro años de cirugía general y otros tres años de cirugía plástica. Entonces, para quien se la toma en serio, definitivamente no se pueden saltear ninguno de los pasos para que eso sea eficaz, para que eso tenga un buen final, para que sea efectivo", resalta. Y concluye con la advertencia de que este tipo de intervenciones, por la preparación que requiere nunca pueden ser baratas. "Desconfiar si es barato porque algún paso se ha salteado quien lo hace", recomienda.
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