La miel fue considerada durante siglos como un endulzante natural con múltiples beneficios para la salud. Su sabor dulce y su textura viscosa contvirtió a este alimento en un ingrediente esencial en diversas culturas, especialmente en los desayunos. Sin embargo, es importante diferenciar entre las distintas variedades de miel, ya que no todas ofrecen los mismos beneficios nutricionales. Según la nutricionista Sandra Moñino, la miel cruda o virgen es la opción más saludable, pero debe consumirse con moderación.
Cuál es el endulzante más saludable, según los nutricionistas
Una alimentación balanceada es esencial para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Optar por alimentos naturales, como la miel, puede ser beneficioso.
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El consumo responsable de miel permite disfrutar de sus beneficios sin afectar el control de peso o los niveles de glucosa en sangre.
En su pódcast "Con Jengibre y Limón", junto a María Pérez Espín, Moñino profundizó en las propiedades de la miel y hace hincapié en la necesidad de educar al paladar para reducir el consumo de endulzantes. Aunque la miel es una alternativa natural al azúcar y a los edulcorantes, su alto contenido en azúcares naturales hace que su ingesta excesiva no sea compatible con una dieta equilibrada.
Diferencias clave entre la miel cruda y la miel procesada
Una de las principales diferencias entre la miel cruda y la miel procesada radica en su método de producción. La miel cruda, también conocida como miel de pueblo, es aquella que no fue tratada ni manipulada químicamente, lo que permite que conserve todas sus propiedades naturales. Según Moñino, esta miel se presenta en su estado más puro y es la que aporta los beneficios más significativos para la salud, como sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes.
Por otro lado, la miel procesada, que se encuentra en la mayoría de los supermercados, ha sido sometida a tratamientos como pasteurización, lo que elimina muchas de sus propiedades beneficiosas. Además, la miel procesada a menudo no se solidifica en invierno, lo que puede indicar que ha sido tratada para prolongar su vida útil y hacerla más accesible, pero menos saludable.
La miel como alternativa saludable, pero con moderación
Aunque la miel es un endulzante natural que aporta varios beneficios, Moñino destaca que su consumo debe ser moderado. Aunque su contenido de azúcares como la glucosa y la fructosa puede ser útil en situaciones puntuales para aumentar la energía, el 80% de la miel es azúcar, lo que significa que su ingesta en grandes cantidades puede contribuir al aumento de peso y a un desajuste en los niveles de glucosa en sangre.
La nutricionista sugiere que, en lugar de depender de la miel como único endulzante, es preferible ir reduciendo su consumo y acostumbrar al paladar a disfrutar de los sabores naturales de los alimentos. Alternativas como la fruta, la canela y el coco son opciones igualmente saludables para endulzar los alimentos sin recurrir a azúcares añadidos.
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