El proyecto que nació de una tradición familiar y hoy traspasa fronteras

Un padre y su hijo se unieron para crear un nuevo legado familiar: pizzas congeladas que se disfrutan en casa con la misma calidad y sabor que en un restaurante.

Roberto Petersen y su hijo Mateo son los visionarios detrás de este proyecto.

Cada domingo, en la casa de los Petersen, la familia se reunía para preparar pizzas en su horno de barro. Así, compartiendo momentos en familia, una tradición de fin de semana se convirtió en un proyecto de gastronomía que hoy tiene ventas en Estados Unidos y Hong Kong, y planes de seguir expandiéndose: Pizza Zen.

Roberto Petersen y su hijo Mateo son los visionarios detrás de este proyecto. La inspiración del joven surgió al notar que las pizzas que no se consumían y se congelaban, al recalentarlas, conservaban el mismo sabor y textura que las recién horneadas. Así, decidió convertir esta observación en una oportunidad de negocio.

Toda historia tiene un comienzo y este emprendimiento empezó con numerosas pruebas en el horno de barro de la planta donde Roberto, el reconocido chef, tenía su empresa de catering. Después de seis meses de desarrollo, finalmente lograron la masa perfecta. Definitivamente, al probarla puede apreciarse que han sido meticulosos en cada detalle, desde el borde con el aireado distintivo de las pizzas napolitanas, hasta su textura y características particulares, que la hacen ligera y de fácil digestión.

Claro que para lograr el punto adecuado en la elaboración y cocción, uno de los aspectos clave fue la selección de ingredientes de alta calidad. Entre ellos destaca la mozzarella, especialmente diseñada para adaptarse al proceso de congelamiento. Otras materias primas notables incluyen el pimentón de Jujuy, el orégano también del norte argentino, el queso ahumado de General Rodríguez y el aceite de oliva de San Juan y La Rioja.

Los sabores disponibles

Para disfrutar en casa, solo bastan 12 minutos en el horno, ¡è pronto! llegan a la mesa con la misma calidad de un restaurante. Tienen varios sabores que vale la pena probar: Mozzarella (salsa de tomates, mozzarella, reggianito, orégano jujeño y aceite de oliva virgen extra), Provolone (salsa de tomates, mozzarella, provolone y verdeo), Porto (salsa de tomates, mozzarella, hongos portobello y queso ahumado), Marga (salsa de tomates, mozzarella, queso fontina, tomates secos y albahaca) y Fuga Z (salsa de tomates, queso mozzarella, queso cuartirolo, cebollas asadas, reggianito, orégano y salsa de tomates).

Su textura y características particulares la hacen ligera y de fácil digestión.

Un nuevo y emocionante agregado a los mercados por parte de este dúo son sus empanadas argentinas. Elaboradas con una harina orgánica certificada, proponen rellenos variados y tentadores: Jamón y quesos (queso mozzarella, jamón cocido natural, queso reggianito y queso provolone), Nuestra humita (choclo, queso cuartirolo, zapallo cabutia asado y especias), Quesos & cebollas (cebollas, mozzarella, queso reggianito, provolone y orégano) y Roast beef cortado a cuchillo (carne de roast beef cortada a cuchillo, receta especial de los Petersen).

Lo cierto es que lo que comenzó como un negocio familiar y local se ha expandido a otras ciudades y hasta a stands internacionales. En la actualidad, sus productos se pueden encontrar en Estados Unidos y Hong Kong. Por supuesto, su meta es seguir creciendo y llegar a nuevos países.