Los problemas intestinales son sumamente comunes para mucha gente, pero aunque afecte a tantas personas, todavía hay cientos de interrogantes y mitos al respecto.
Especialistas derriban 10 mitos sobre salud intestinal
Aunque sea un problema sumamente común, todavía hay una gran desinformación respecto a los problemas intestinales.
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“No hablamos lo suficiente de la salud gastrointestinal”, aseguró Morgan Sendzischew Shane, gastroenteróloga de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami y señaló que “no está bien visto” hablar de la digestión.
Según consideró la especialista, este nivel de desinformación habitualmente se alcanza porque a la gente le da vergüenza plantear estos temas con sus médicos y pueden caer en viejos mitos que propagan las falsas creencias en materia gastrointestinal.
Derribar 10 mitos sobre la salud intestinal
1) Hay que "hacer" todos los días
Folasade May, gastroenteróloga de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, sostuvo que una preocupación habitual es no defecar a diario. De todas formas, explicó que no necesariamente es un problema y que se puede hacer entre tres veces al día o tres veces a la semana. Remarcó que lo más importante no es la frecuencia sino la consistencia y el aspecto.
2) Las dietas restrictivas ayudan a curar los síntomas gastrointestinales
Otra especialista, Tamara Duker Freuman es dietista en New York Gastroenterology Associates, y advirtió que otra mentira muy difundida es que eliminar varias combinaciones de alimentos –como cereales, legumbres, lácteos, huevos y soja– ayuda a calmar la inflamación y a curar su intestino.
Sin embargo, no hay nada en estos alimentos que sea inherentemente inflamatorio, afirmó Freuman. Seguir dietas restrictivas también puede provocar carencias de nutrientes o trastornos alimentarios.
3) Se puede diagnosticar la sensibilidad alimentaria con una sola prueba
Aunque sea cada vez más común que empresas vendan pruebas caseras para testear el nivel de sensibilidad alimentaria analizando la sangre o un poco de pelo. Sin embargo, Kate Mintz, nutricionista de UCLA Health especializada en salud intestinal, remarcó que no fueron evaluadas rigurosamente.
Además, sus resultados suelen sugerir que la gente evite una larga lista de alimentos, a veces algunos con los que nunca tuvieron problemas, lo que puede resultar confuso o inducirles a seguir dietas innecesariamente restrictivas, sostuvo.
4) El estrés puede causar úlceras
Otro mito muy popular es que el estrés u otros factores del estilo de vida puede generar úlceras pépticas.
Esta idea cambió en la década de 1980, cuando los científicos descubrieron que el Helicobacter pylori, una bacteria que perfora el revestimiento protector del estómago, causaba muchas úlceras pépticas, recordó William Chey, jefe de gastroenterología de Michigan Medicine. El uso frecuente de antiinflamatorios no esteroideos, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, también puede causarlas.
No tratar la “causa de fondo” de las úlceras –con antibióticos si están causadas por H. pylori o reduciendo el uso de antiinflamatorios no esteroideos si estos son los culpables, por ejemplo– puede permitir que reaparezcan, dijo Chey.
5) Las limpiezas con jugos y los ayunos pueden curar el intestino
Tomar jugos está bien con moderación, consideró Morgan Sendzischew Shane. Sin embargo, algunos pueden tener un alto contenido en azúcar, dijo, y “realmente no ayudan a limpiar nada”.
De hecho, extraer el jugo de frutas y verduras elimina su fibra, que alimenta los microbios intestinales beneficiosos y regula los movimientos intestinales. Lo mejor es mezclar los productos en un licuado, que no elimina la fibra, o preparar una ensalada, aconsejó Shane.
6) El cáncer colorrectal afecta especialmente a las personas mayores
Si bien históricamente el cáncer de colon estuvo asociado a los adultos mayores, las tasas aumentaron en personas jóvenes y actualmente es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer entre los hombres menores de 50 años y la segunda más frecuente entre las mujeres de ese grupo de edad.
7) Comer frutos secos y pochoclos puede causar diverticulitis
La diverticulitis se produce cuando las pequeñas bolsas de la pared del colon se inflaman, provocando dolor abdominal, náuseas, vómitos, estreñimiento, calambres o fiebre.
Muchas veces, para pacientes con este cuadro recomendaban evitar comer nueces, frutos secos, semillas y pochoclos, pensando que podrían atorarse en la pared del colon y causar inflamación, dijo Nitin Ahuja, gastroenterólogo de la Universidad de Pensilvania.
Pero eso resultó ser erróneo, explicó. De hecho, algunas investigaciones sugieren que las personas que consumen frutos secos o pochoclos son en realidad menos propensas a desarrollar diverticulitis que las que no lo hacen. Estos alimentos contienen fibra, que se asocia a un menor riesgo de diverticulitis.
8) Comer porotos y otros alimentos que contienen lectinas puede provocar un intestino permeable
Algunos influencers aseguran que ciertos alimentos que contienen sustancias químicas llamadas lectinas –incluyendo los porotos, los cereales y algunas verduras– provocan inflamación y un revestimiento intestinal “más permeable”, que puede permitir que los microbios y las sustancias tóxicas pasen del intestino a otras partes del cuerpo.
Todas las plantas contienen lectinas, y estas son especialmente elevadas en los porotos; por eso comer porotos crudos o semicrudos puede causar molestias gastrointestinales. No obstante, la mayoría de las lectinas se destruyen al cocinarlas, por lo que no tenés que preocuparte por sus niveles en los porotos, los cereales u otros alimentos cocinados, señaló Justin Sonnenburg, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Stanford.
9) El síndrome del intestino irritable es mental
Dolor abdominal, hinchazón, diarrea, estreñimiento: los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII) son reales y pueden ser debilitantes. Sin embargo, históricamente este trastorno estuvo acompañado de cierto estigma, en parte porque no tiene una prueba diagnóstica, los científicos no comprenden del todo su causa y ciertos trastornos mentales –como la ansiedad y la depresión– pueden agravarlo.
Baha Moshiree, gastroenteróloga de Atrium Health Wake Forest, en Charlotte, Carolina del Norte, explicó que el SII es un trastorno de la interacción intestino-cerebro. Algunos nervios del intestino –como los que perciben el dolor, por ejemplo– pueden ser demasiado sensibles, lo que puede hacer que incluso las funciones digestivas normales resulten dolorosas.
10) Todo el mundo debe tomar probióticos para la salud intestinal
Aunque algunas personas podrían beneficiarse de tomar suplementos probióticos, hay pocas pruebas de calidad que sugieran que la mayoría de la gente los necesite, subrayó Brian Lacy, gastroenterólogo y profesor de medicina de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida.
En el intestino viven miles de especies microbianas, detalló, por lo que es poco probable que una pequeña cápsula que contenga solo una o unas pocas cepas vivas haga mucho por mejorarlo.
“Un intestino óptimo –concluyó Kayla Hopkins, nutricionista de Atrium Health Gastroenterology and Hepatology en Charlotte– no empieza con montones de pastillas y montones de pociones si podés evitarlo. Simplemente empieza con una nutrición equilibrada y variada”.
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