15 de enero 2025 - 11:21

Japón: un hombre que se alquila a sí mismo por no hacer nada gana 80.000 euros en un año y dijo que se siente "feliz en cada momento"

Shoji Morimoto decidió emprender un negocio en el que acompaña a personas en actividades de su día a día, cobrando 10.000 yenes por ‘sesión’.

La mayoría de sus clientes le contactan a través de la red social X.

La mayoría de sus clientes le contactan a través de la red social X.

@morimoto_shoji

Un japonés, llamado Shoji Morimoto (41) tiene el trabajo particular de acompañar personas por no hacer nada más y que le paguen por eso. Se trataría de alquilarse a sí mismo, para otros, y gana hasta 185 euros por acompañamiento. “Básicamente, me alquilo. Mi trabajo es estar donde mis clientes quieran que esté y no hacer nada en particular”, afirmó Morimoto.

“Hay muchos momentos favoritos en este trabajo, como cuando recibo un mensaje de oferta, cuando conozco a un cliente, cuando acompaño a un cliente a un lugar desconocido, cuando simplemente escucho una historia y me siento feliz en cada momento”, confesó a la CNBC.

Japón: el hombre que se alquila a sí mismo

Morimoto cobra entre 10.000 y 30.000 yenes (lo equivalente a entre 61,80 y 185 euros) por cada acompañamiento. En los últimos cuatro años acumuló unas 4.000 sesiones, de entre dos y tres horas cada una, las cuales lo llevaron a ganar alrededor de 80.000 euros el pasado año.

La mayoría de sus clientes le contactan a través de la red social X, donde cuenta ya con cientos de miles de seguidores, aunque la cuarta parte son clientes habituales. De hecho, uno de ellos le ha contratado unas 270 veces.

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Entre sus ‘tareas’ destacan las de acompañar a una persona que quería jugar en el parque o despedir con una sonrisa a un desconocido a través de la ventanilla del tren. Sin embargo, hay peticiones que Morimoto rechazó: algunas tienen que ver con viajar, realizar transportes pesados o acceder a peticiones íntimas.

Gracias a este trabajo, pueden vivir él, su esposa y su hijo

Según explica Reuters, Morimoto trabajó anteriormente en una editorial y muchas veces le amonestaban por no cumplir en su trabajo y pasar largas horas sin hacer nada. Por esta razón decidió ofrecer sus capacidad de mantenerse ocioso para otras personas y, además, poder sacar un beneficio económico de ello.

Gracias a este trabajo, pueden vivir él, su esposa y su hijo, si bien, se niega a revelar cuánto gana exactamente, aunque afirma que ve uno o dos clientes al día. “La gente tiende a pensar que mi ‘no hacer’ es valioso porque es útil para los demás… pero en realidad no pasa nada por no hacer nada. La gente no tiene por qué ser útil de ninguna manera específica”, opinó.

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