Los trajes de baño y bikinis son prendas delicadas que requieren cuidados específicos para mantener su color, forma y elasticidad. Lavarlos de manera incorrecta puede hacer que se desgasten rápidamente, perdiendo su encanto y funcionalidad. Por eso, conocer las mejores prácticas para lavarlos es fundamental.
La mejor manera de lavar tu traje de baño sin dañarlo
El cuidado adecuado de tu traje de baño es clave para que conserve su elasticidad y resistencia.
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Con unos simples pasos y un poco de atención, podés prolongar la vida útil de tus trajes de baño, manteniéndolos en perfecto estado. Con estos 10 consejos prácticos para cuidarlos correctamente vas a poder disfrutar de ellos por más tiempo.
10 consejos para prolongar la vida de tus bikinis y trajes de baño
- Enjuagalos inmediatamente después de usarlos: después de nadar en la piscina o el mar, es importante enjuagar tu traje de baño con agua fría tan pronto como sea posible. El cloro de las piscinas, la sal del mar y la arena pueden deteriorar el tejido y hacer que pierda su elasticidad.
- Usá detergentes suaves: el detergente que utilices puede hacer una gran diferencia en la durabilidad de tu traje de baño. Optá por detergentes suaves, preferiblemente diseñados para ropa delicada. Los detergentes agresivos o los que contienen blanqueadores pueden descomponer las fibras elásticas y dañar los colores.
- Evitá el lavarropas: el lavado a máquina puede resultar en un desgaste innecesario, especialmente con el uso de ciclos largos o de secado. Al lavarlo a mano con agua fría, reducís la fricción y la presión que puede afectar la tela. Además, es más fácil controlar la temperatura y la intensidad del lavado.
- No uses suavizante: aunque el suavizante puede hacer que la ropa se sienta mejor, en el caso de los trajes de baño, este producto puede dañar las fibras elásticas y hacer que pierdan su capacidad de estiramiento. Evitá su uso y optá por un detergente suave que respete la elasticidad del tejido.
- No los retuerzas: es tentador retorcer el traje de baño para quitar el exceso de agua, pero esto puede deformarlo y romper las fibras. En su lugar, presionalo suavemente con las manos o utiliza una toalla para absorber el agua.
- Secalos a la sombra: el sol puede ser el peor enemigo de tus trajes de baño. La exposición prolongada a los rayos solares puede descomponer las fibras del material y causar que pierdan su color o elasticidad. Siempre es mejor secar tus trajes de baño a la sombra, ya sea colgados o extendidos sobre una superficie plana.
- Evitá las superficies ásperas: las superficies rugosas, como las piedras, el cemento o incluso las sillas de playa, pueden enganchar el tejido y causar que se rasgue o se desgaste. Si es posible, usá una toalla o una manta para crear una barrera entre el traje y las superficies.
- Guardalos en un lugar seco: cuando guardes tu traje de baño, asegurate de que esté completamente seco. Si lo guardas mientras aún está mojado, puede desarrollar malos olores y hongos. Evitá dejarlo en una bolsa de plástico o en un lugar cerrado donde la humedad no pueda evaporarse.
- Rotá su uso: al igual que cualquier prenda de ropa, si usás tu traje de baño todos los días, se desgastará más rápido. Para evitar esto, trata de rotar entre varios trajes de baño. Esto también ayuda a mantenerlos frescos y en buen estado por más tiempo.
- Seguí las instrucciones del fabricante: siempre es recomendable leer las etiquetas de cuidado del fabricante. Los trajes de baño están hechos con diferentes tipos de materiales, y cada uno puede requerir cuidados específicos. Algunas etiquetas pueden indicar que el traje es apto para lavadora o que necesita cuidados especiales.
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